El 22 de junio, antes de emprender el viaje al Chaco, el Santuario de Itatí y Rosario, Don Orione escribe: “Dentro de una hora o poco más, me deberé embarcar para ir a ver y a saludar –tal vez por última vez en esta tierra– a nuestros amados Hermanos que trabajan, con tanto ardor y sacrificio, en el vasto campo de la fe y de la caridad...”.
¿Cómo viajó Don Orione? Así lo cuenta él mismo en una
carta fechada el 24 de junio a bordo
del vapor General Artigas: “Tengo el gusto de escribirles mientras viajo por el
Paraná (...) es anchísimo y tranquilo, se puede descansar y trabajar. Cuando
embarqué, estaba agotado y casi no podía caminar; ahora estoy descansado y
recuperado de fuerzas y de voluntad (...) En este hermoso vaporcito celebré
misa los dos días de viaje, y espero poder hacerlo también mañana.”
Llega a Resistencia y de allí unos 200 km por tierra hasta Sáenz Peña, para encontrarse con el P. Contardi y, simultáneamente, despedirse de él.
