Las cosas propias de la nueva tierra
Al encontrarse en un nuevo territorio, con otra
división política y grandes distancias, Don Orione explicará esta nueva
realidad a los destinatarios de sus cartas.
Al P. Mario Ghiglione, quien se encontraba en Brasil,
el Fundador le comentará que las provincias argentinas serían como los estados
del Brasil: “Entre Ríos es una Provincia, que sería como un estado en Brasil”.
En otra carta a Don Sterpi, también explicará qué son las provincias
argentinas: “El P. Bonetti y el director del ‘Don Bosco’ de aquí, me llevaron a
ver al Gobernador. Las provincias argentinas son como pequeños Estados, cada
una tiene su cámara de diputados y senadores y un Gobernador.”
En una carta al obispo de Tortona, el Fundador
explicará cuán grande es la provincia de Buenos Aires, comparando su extensión
con la de Italia, aunque en este escrito confunde la ciudad de La Plata, sede
de la Gobernación, con la provincia: “Ayer fui recibido por el Gobernador de la
Plata, una provincia que es más grande que Italia”.
También mencionará y experimentará las largas
distancias de los viajes en nuestro país. “Estoy en Mendoza luego de
veinticuatro horas de tren, a unos 1100 kilómetros de Buenos Aires, hoy no
celebré, pero, gracias a Dios, pude comulgar”.
En otra carta, pero enviada a Don Sterpi dirá: “Sábado
25 de Enero, se tomará posesión del Santuario y Parroquia de Itatí (…) y
viajarán el jueves a la mañana, o sea mañana, tendrán 36 horas de tren y luego
siete u ocho horas navegando sobre el río Paraná, van hasta los confines de la
Argentina”.
En varias misivas a sus religiosos y amigos que se
encontraban en Italia, Don Orione les dirá cual es el cambio para que puedan
comprender el valor de los gastos, donaciones u otros: “Acá tenemos seis o
siete maestros laicos, a quienes les damos, a cada uno, unos 130 pesos al mes,
un peso ahora es 3 liras italianas, en promedio”. En otra carta dirá: “Todos
los pabellones del Pequeño Cottolengo Argentino están llenos, y el Gobierno, en
reconocimiento al servicio social de la institución, decidió dar 50.000 pesos,
más de 250 mil liras”.
Durante su segunda estadía en Argentina, Don Orione
sentirá el peso de los años y comenzará a experimentar algunos problemas de
salud, entre ellos, la diabetes. Esto lo llevará a comenzar una dieta y los cuidados
que dicha enfermedad conlleva. “Estuve más de un mes muy débil, pensaba que
fuese cansancio por el trabajo hecho: no podía escribir ni trabajar un poco más
de la cuenta. Además, tenía tanta sed, que dudé que fuese otra cosa, y al
analizar la orina, encontraron la diabetes. (…) ¿Quién no tiene diabetes? Así
que me pusieron a régimen.”
Junto con esto, el Fundador también dará cuenta que la
dieta argentina es distinta a la italiana: “Engordé y estoy bien, acá te hacen
comer mucha carne, que si en Italia se comiera solo la mitad, reventaría
(discúlpame por la palabra)”. E incluso, hará dos menciones al mate,
posiblemente el mate cocido. La primera se encuentra en una lista de ideas
“Apuntes de R.P. Don Orione (…) A las 16 hay leche o mate – la cena como el
almuerzo”; y la otra en una dieta para diabéticos: “100 gramos de vino por
comida – mate té o café”.