Hoy es San Pío X. Este papa puso a Don Orione en las periferias. Desde la "Patagonia romana", pasando por el terremoto de Messina, hasta los casos de sacerdotes en problemas. ¡Periferias geográficas y existenciales! Esta es la herencia que nos dejo San Pío X.
Al subir al solio en 1903, el patriarca Giuseppe Sarto eligió el lema “Instaurare omnia in Christo”, que don Orione había elegido para su Congregación hacía diez años. Esta fortuita coincidencia era señal de la afinidad espiritual de estas dos grandes almas y tomará cuerpo en la sucesiva historia de sus relaciones.
En 1906 Don Orione se presenta ante Pío X para presentarle el reglamento definitivo del programa de su Obra, que son revisadas y aprobadas por el Papa. Solicita, además, su beneplácito para enviar a sus hijos a Brasil, como misioneros.. Una Audiencia memorable es esta, en la que Pío X revisa y aprueba las primeras Constituciones
Un año después de su elección, se le confió la Iglesia de Santa Ana y la Palafrenieri en 1908, cuando el devastador terremoto azotó la Calabria y Sicilia, el Papa lo nombró vicario general de Messina.
Las dos almas santas se entendieron, los contactos eran frecuentes en audiencias amigables
Durante una audiencia privada de 19 de abril de 1912, Don Orione tiene la alegría de hacer los votos perpetuos de su propia mano: ". Los testigos serán nuestros ángeles de la guarda" La Colonia Granja Santa Maria en Monte Mario en Roma y la Parroquia de Todos los Santos, fuera de la Porta San Giovanni, la famosa "Roman Patagonia", ( Patagonia Romana) son los campos de trabajo más conocidos a los que el afecto y la estima de Pío X llamaba a Don Orione y sus hijos. "¡Ah! Que la memoria de nuestro Santo Padre, el Papa Pío X a bendecido todos los pequeños pasos Hijos de la Divina Providencia, de generación en generación!
Su fidelidad de niño al sucesor de Pedro y su gran caridad asombraron a los pontífices que lo conocieron. A algunos incluso antes de subir a la cátedra de Pedro. El prefecto de la Congregación para las causas de los santos perfila la relación entre don Orione y los papas del siglo X
Sería largo enumerar los servicios que don Orione prestó a Pío X y las demostraciones de confianza y afecto de Pío X para con don Orione. Después de esa audiencia se instauró entre el Santo Padre y el joven sacerdote tortonés una relación de confianza a prueba de bombas. Don Orione aceptó sin vacilar mínimamente las incumbencias, a menudo delicadas y difíciles, que le dio Pío X, como la de vicario general plenipotenciario de la diócesis de Messina en los cuatro turbulentos años que siguieron al terremoto de 1908, o la de continuar la acción del Pontífice respecto a los modernistas, a menudo severa en nombre de la verdad, pero siempre rebosante de caridad fraternal.
Por este acuerdo recto, leal y discreto, que se estableció entre los dos santos, don Orione se encontró en situaciones personales llenas de dificultades e incomprensiones. «¡Es un mártir!», dijo Pío X de don Orione al final del periodo pasado en Messina (Summarium, p. 524). Es significativo otro episodio de leyenda, pero verdadero y dramático. Llegó un momento en que la relación de don Orione con los modernistas que habían recibido censuras eclesiásticas infundió sospechas sobre su plena ortodoxia. Pío X quiso ocuparse personalmente de la cuestión. Lo convocó en audiencia sin motivo aparente, escrutó su rostro, escuchó con atención sus palabras. En un momento determinado le pidió que se arrodillara y rezase el Credo. «Estaban frente a frente el Supremo Pastor de la Iglesia, inquieto por su responsabilidad –refirió luego el escritor Tommaso Gallarati Scotti–, y don Orione, inocente, con la fe sencilla de su primera comunión, pero que llevaba las tribulaciones y las culpas nuestras». Terminado el rezo del Credo, tan devota e interiormente vivido, el rostro del Santo Padre parecía tranquilizado. Y despidió a don Orione diciéndole: «Vete, hijo, vete… No es verdad lo que dicen de ti» (Papasogli, p. 227).
De hecho, con esta profunda devoción al sucesor de Pedro, estuvo «al lado de los papas», de cinco papas. Los cuales le llamaron en varias circunstancias y le confiaron cuestiones espinosas y delicadas, y a los cuales don Orione prestó con inteligencia servicios incluso muy personales y, a veces, heroicos. Tocando el tema de la relación filial de don Orione con los papas, entramos en el núcleo de la espiritualidad y de la historia de este humilde, singular y santo sacerdote. Y leyendo sus biografías no es difícil captar algunos datos de su acción al lado de los papas que subieron al solio de Pedro durante el siglo XX.
Memoria del papa san Pío X, que fue sucesivamente sacerdote con cargo parroquial, obispo de Mantua y después patriarca de Venecia. Finalmente, elegido Sumo Pontífice, adoptó una forma de gobierno dirigida a instaurar todas las cosas en Cristo, que llevó a cabo con sencillez de ánimo, pobreza y fortaleza, promoviendo entre los fieles la vida cristiana por la participación en la Eucaristía, la dignidad de la sagrada liturgia y la integridad de la doctrina (1914).
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