Autor DON Flavio Peloso
San Luis Orione, fundador del
Pequeño Cottolengo de Montevideo, pidió a Juan Bautista Morelli, renombrado
profesor de medicina y hombre político, que visitara al Padre Pio de
Pietrelcina y que instrumentara una investigación con respecto a su equilibrio
síquico y a la autenticidad de los estigmas
El Padre Pio de Pietrelcina es
famoso en todo el mundo y cuenta también en Uruguay con muchos devotos. Entre
las manifestaciones místicas que más llamaron la atención sobre el P. Pio,
proclamado "santo" el 16 de junio 2002 por el Papa Juan Pablo II, la
más relevante es sin duda la presencia de las estigmas. Desde el 20 de
setiembre de 1918, en el cuerpo del P.Pio
se fijaron los signos de la crucifixión de Jesús con cinco heridas sangrantes
en las manos, en los pies y en el pecho. Estas heridas permanecieron vivas y
sangrantes hasta la muerte del santo, acaecida el 23 de setiembre de l968.
Sobre los estigmas se concentraron
enseguida la devoción y las sospechas, el amor y las calumnias. Fueron muy
estudiadas y analizadas bajo varios puntos de vista (médico, psiquiátrico,
espiritual, etc.) y en diversos tiempos. Inicialmente las Autoridades de la
Iglesia fueron muy prudentes. Mientras muchos juzgaban al P. Pio como un santo,
otros lo consideraron un impostor o un enfermo. Hubo quien dijo que los
estigmas eran provocados artificialmente, otros las consideraban fruto de una
patología síquica.
Un capítulo inédito de estos
sucesos sale ahora a la luz desde los archivos de la Obra de Don Orione, que
está presente en Uruguay desde los años 20 del siglo pasado. En el tema de las
"estigmas" del P. Pio estuvo involucrado un personaje muy conocido
por la ciencia médica y política uruguaya: el Prof. Juan Bautista Morelli.
En la época de los hechos, Morelli
era doctor y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República.
Había conocido y apoyado la obra de Don Orione cuando éste llegó a Uruguay en
los años 1921-1922. Don Orione - encargado por la Santa Sede del Vaticano para
hacer luz sobre la controvertida situación del P. Pio de Pietrelcina - recurrió
a su competencia científica para esclarecer los hechos místicos ligados con el
P. Pio. El Dr. Morelli durante su permanencia en Italia, pasó dos días en el
convento de San Giovanni Rotondo, del 9 al 11 de febrero de 1925. Allí tuvo
frecuentes y prolongados coloquios con el P. Pio. El Prof. Morelli pretendía
hacerse sobretodo un juicio sicológico. Sucesivamente tuvo también contactos
con el P. Agustin Gemelli, fundador de la Universidad Católica de Milán, quien
consideraba que las estigmas del P. Pio no eran auténticas.
Terminados estos contactos, el 23
de marzo de 1925, el Prof. Morelli hizo, a Don Orione, una relación de sus
investigaciones: "(...) Me apresuro
hacerle conocer que fui dos veces a la Universidad Católica del Sagrado
Corazón, pero no pude ver al P. Gemelli que entonces estaba en Roma. Pero pude
saber por un franciscano vinculado a la Universidad que el P. Gemelli estaba convencido
que las llagas del P.Pio era muy superficiales (erosiones) y de origen
artificial. Naturalmente escuche sin decir nada al respecto, ni sobre mi pasada
visita a S. Giovanni Rotondo.
He reflexionado mucho en estos
últimos días sobre el P. Pio y por varias razones me he convencido de su
sobrenatural virtud y de todo lo que Ud.,p. Orione, piensa o al menos de todo lo que yo he creído
poder intuir (...)".
El Prof. Morelli, por lo tanto,
estaba convencido de la autenticidad de los estigmas del Pio y confirmó el
juicio de Don Orione.
¿Quién es el Prof. Juan Bautista
Morelli que contribuyó de manera quizá determinante al reconocimiento de las
estigmas y a la santidad del Pio de Pietrelcina? Nacido en Artena, el 27 de
abril de 1868, recorrió una larga y gloriosa carrera ya sea en el campo de la
medicina como en el de la política. Profesor a los 20 años, ejerció la docencia
en la Universidad de la República al menos por 50 años; tuvo la cátedra de
bacteriología, fisiología, patología, clínica terapéutica y clínica médica. Fue
el primero en aplicar el neumotórax artificial, el "método Forlanini"
en América Latina. En el ejercicio de la profesión se recuerdan muchos gestos
heroicos suyos. Espíritu filantrópico, supo moverse en el campo de la política
con dignidad, con empeño ético y civil. Fue por mucho tiempo miembro del
Directorio del Partido Nacional, en el cual fundó el ala democrática, y llegó a
ser su presidente. Fue senador desde 1927 a 1941. Murió el 31.12.1947.
Pero retornemos a los sucesos. El prof.
Morelli volvió a Montevideo fascinado por el encuentro con el P. Pio. Su
valoración fue un servicio "de amigo" hecho a Don Orione, el cual
después le pidió algo más que una carta, por más que estuviese bien pensada. Le
pidió una relación más detallada, científica. Podría servir también a las
autoridades eclesiásticas que en aquel tiempo estaban juzgando los sucesos del
P. Pio. En efecto, mientras tanto habían sucedido, hechos nuevos: dando oídos a
voces malévolas, le fueron quitadas al P.Pio la facultad de confesar y de
celebrar la Misa en público. El vivía como un recluso en su convento.
En respuesta, el Prof. Morelli
envió a Don Orione un texto de 7 páginas, fechadas18-19 de febrero de 1928,
cuyo autógrafo original se encuentra en el Archivo orionino. Por primera vez en
Uruguay, publicamos algunos párrafos significativos.
"Escribo estas páginas con el
fin de fijar mis recuerdos y también mis impresiones relativas a una visita
hecha por mí en el mes de febrero de 1925 al convento de S.Giovanni Rotondo
(Foggia)... Hubiera tenido mucho interés de efectuar un estudio completo, tanto
bajo el punto de vista médico como del punto de vista sicológico (o sicológico
religioso) sobre el P. Pio; pero esto me era imposible.
Este estudio sería muy interesante,
porque (y hablo en sentido general, ya que como se verá enseguida tengo mucho
respeto por el P. Pio, que esta primera suposición no se le puede apropiar) una
vez excluido el fraude, no quedaría para explicar las estigmas otra causa que
la extra-natural (super o Praeter). Por mi parte, alumno como soy de Babinski y
de Mingazzini, creo que se debe excluir absolutamente la producción de estigmas
por influencia neuropática. Es mi opinión por lo tanto, que jamás el histerismo
pueda llegar a provocar estas lesiones tróficas. Por lo tanto cuando se pudiera
excluir la producción artificial, se debería sin duda, admitir la intervención
como decía de un agente fuera del orden natural, del mundo físico.
Es imposible que un médico como yo
que se ha ocupado mucho de neuropatología y algo de sicología no haya, sin
intención, a pesar suyo, observado todo lo posible y reflexionado mucho sobre
las características psicológicas y religiosas, que un religioso que tanto ha
dado que hablar de sí, permite recoger en las múltiples conversaciones
sostenidas".
Recibida la relación del Prof.
Morelli, Don Orione se sentía suficientemente cierto de la autenticidad del
valor de las estigmas del P. Pio y por esto realizó una paciente y convencida
acción en favor del reconocimiento de la verdad sobre el P.Pio. El competente
juicio del Prof.Morelli le sirvió de referencia frente a las Autoridades de la
Iglesia y frente a cuantos lanzaban sospechas y calumnias sobre la credibilidad
y sobre la santidad del Fraile de Pietrelcina ligada muy a menudo a la
"verdad" o no de los estigmas.
Podemos por lo tanto concluir que
un pedacito de la aureola de la santidad del P. Pio de Pietrelcina proviene
también del Uruguay y de la acción de uno de los personajes más dignos y
famosos de su historia en la primera mitad del novecientos.
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