
“Si quieren ser eficientes en el arte de educar y construir, tomen como modelo a Jesucristo, el Maestro de los Maestros. Tengan en cuenta que el Evangelio es el más sublime tratado de didáctica y pedagogía que existe“; este pensamiento de Don Orione, colocado estratégicamente en la cartelera situada al frente, nos indicaba el camino evangélico del que nunca debemos apartarnosEn la primera parte fue exhibida una presentación excelente que nos mostró la evolución de la obra orionina, desde los inicios de Don Orione hasta su desaparición física, continuada después por sus seguidores, que fueron consolidando las estructuras que dan forma hoy a la Obra, presente en todo el mundo, legado recibido de la inspiración en San Luis Orione, nuestro santo inmortal y eterno, reconocido por la Iglesia el 16 de mayo de 2004.
... Don Orione expresó con claridad el concepto de ser santos tanto en la Iglesia como en lo social, buscaba unir al Papa y a la Iglesia mediante las obras de caridad y así concretó su Pequeña Obra de la Divina Providencia, demostrando una vez más la humildad que lo caracterizó, denominó como “pequeño” ese inmenso milagro de amor que ofrendó para la humanidad toda.
Vimos la obra orionina como si fuera un árbol, con sus ramas y follaje, mostrando su crecimiento y su extensión; simbolizada también como un río, corriente viva y transparente que fluye en forma incesante y nunca deja de estar activa; entendida igualmente como esa gran familia orionina que es a su vez una familia de familias; o vista como una bella y simple flor, significando como la Obra florecerá continuamente, representando su estructura desde su cáliz, el centro donde está el Papa y sus pétalos que significan a los Sacerdotes y Hermanos hijos de la Divina Providencia, a las Hermanas Misioneras de la Caridad, Sacramentinas y otras, a los laicos consagrados integrantes del Instituto Secular Orionita (ISO), a los laicos del Movimiento Laical Orionino (MLO) y asociaciones que comparten el carisma de Don Orione, como también tienen su pétalo todos quienes quieren y respetan el sentir religioso y los valores y estilo de vida que el Santo nos propuso y legó. En este sentido es conocida la predilección de Don Orione por los laicos, cultivando su comunión espiritual a través de la fe y la oración y su comunión vital encarnada en las obras y el servicio social.
del P. Pablo Coimbra quien explicó lo inexplicable y vaya si lo hizo bien, explicó con mucha claridad ese misterio que encierran los pasos en la vida, en la pasión y en la muerte de Nuestro Señor Jesucristo, comprensible a través de la caridad, entendida no en el sentido popular de la limosna o ayuda que se da a los necesitados, sino en el sentido teológico: “amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”.
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