DON ARTURO PERDUCA

El canónico PERDUCA, perla del clero tortones

“El canónico Arturo Perduca nace en Corvino San Quirico - Pavia el 26 mayo 1875. Fue alumno del seminario de Tortona  donde conoce e inicia una amistad con  Luis Orione, que es tres años mayor que él. se ordena sacerdote en el 1898. Dedicò  su primera  actividad sacerdotal a los enfermos del hospital de  Tortona y a los seminaristas de  los cuales es el padre espiritual. Estuvo a cargo de varias parroquias y  fue nombrado miembro del Cabildo de la catedral lo que le valió el título  de canónico ”. En el 1924,  tomo los votos religiosos y se hizo miembro de la Piccola Opera della Divina Provvidenza di Don Orione.. Continuó en el ministerio de la Congregación de los más afines a él, fué padre espiritual del clero y, especialmente de  las  pequeñas Hermanas  Misioneras de la Caridad, por la que se convirtió en el mediador del espíritu de Don Orione. en el 1938-1939 , con el apoyo de Don Orione , se dio cuenta de que podía ver la construcción el santuario de Nuestra Señora de Caravaggio en Fumo en el terreno donado por su madre y construido con mano de obra de Secretarios Orioninos . Desde 1946, fue rector del santuario de la Virgen de la Guardia de Tortona . Murió en el clima Mariano , en la  novena de la Inmaculada , en la noche del 3 de diciembre de 1960. Su cuerpo está enterrado en la cripta del Santuario de Tortona, junto a otros ilustres primeros Hermanos de Congregación. Definido "perla del clero Tortona, " el sacerdote y canónigo Perduca era de piedad excepcional y santidad religiosa , un mensajero claro y elocuente , de los secretos y misterios del Señor.  es recordado como un hombre de linea simple , manso y humilde de corazón , por lo general de gran  silencio , tenaz cuando se refiere a Don Orione , Don Sterpi los otros hermanos , y nunca a sí mismo . en el en el actual entorno de gran escasez de vocaciones , me gusta recordar y rezar al Canónico  Perduca considerado como "entrenador " de los seminaristas , hermanas religiosas. Don Orione tenía un gran respeto y gratitud por el papel que desempeñó con tanta discreción y dedicación. En una carta que le escribió : " Mi querido Don Perduca , y cómo se está llevando a cabo seminarios y círculos de la vida religiosa , preparó los días más maravillosos de la Iglesia , una nueva generación de sacerdotes y una nueva apología  para el cristianismo. ! Va a ser la era de la caridad, el triunfo de la fe y de la Iglesia en la caridad , vosotros sois los cortadores de piedras , piedras que forman el tabernáculo de Dios con los hombres vivos :  que  gran misión , que  gran corona de trabajo para el Cielo ! Vete preparando hombres de Dios y las reconstrucciones admirables de Dios " . DFP