SABÍAS ?
¿SABÍAS?MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS
SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA
¿ Y SU ORIGEN? :
El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".
¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...
¿Cuál es el fìn del MLO?
Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.¿Cómo lograr esto?
A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.
¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.
Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.
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viernes, 31 de octubre de 2025
NOVIEMBRE MES DE MARÍA
jueves, 30 de octubre de 2025
UNA HISTORIA DE CORAZÓN ABIERTO Y TRABAJO FECUNDO
El compromiso de los laicos con el espíritu y el carisma que Don Orione dejó para toda la humanidad y para la Iglesia, tiene sus raíces históricas en la especial sensibilidad y en la voluntad del propio Don Orione.
Muchos son los momentos y acontecimientos que Don Orione vivió junto a los laicos, a quienes siempre distinguió como actores centrales de su gran obra. Sus cartas y los hechos lo atestiguan. No podemos dejar de recordar que el joven clérigo Orione, en 1890, ya participaba de dos asociaciones laicales: la conferencia de S. Vicente de Paul y la Sociedad de Socorros Mutuos “San Marziano”.
Su primer colegio de “San Bernardino” (1893) en Tortona, fue fundado como un “Convitto Paterno”, por iniciativa de una “Asociación de Padres”, y dirigido por Don Orione con la ayuda de laicos de buena voluntad.
Al inicio de la fundación de la Pequeña Obra, en 1899 en Turín, Don Orione lanzó el proyecto de la primera Asociación femenina: “En torno a nuestro Instituto surgen las Damas de la Divina Providencia, una gran asociación donde todas las almas se unen en las obras de caridad, y en un mismo espíritu de abnegación y sacrificio”. Don Orione veía claramente la necesidad de trabajar codo a codo con los laicos, como queda reflejado en este fragmento de una carta suya del 10 de abril de 1925:
“Llegará un momento, como le ha sucedido a San Vicente de Paul y al mismo Beato Cottolengo, que el servicio de las personas encargadas de las instituciones de caridad –como esta en la que nos hemos embarcado en Génova, en el nombre y confiados en la Divina Providencia-, no será suficiente, y por más Religiosas que tuviéramos, o no alcanzarían nunca, o por otros buenos motivos que sería largo de enumerar, siempre tendremos necesidad de tener otras personas, aunque no sean religiosas, pero de buen espíritu y –Dios lo quiera- también de buena familia, o sea de condición civil, que nos ayuden y que hagan, dentro y fuera, lo que nosotros no llegamos o no podemos hacer, o porque no es conveniente por buenas razones, o porque no lo sabemos hacer. Entonces si ustedes se quedaran solas, el ministerio de la Caridad sufrirá y sufrirán los pobres de Jesucristo.”
A su vez, ya en las Constituciones manuscritas de 1904, Don Orione prevé una forma de consagración para los laicos que “anhelan con toda el alma alcanzar la perfección, y que estarían dispuestos a hacer los votos, si les fuera permitido”. Este deseo del Fundador se ha hecho realidad a través del Instituto Secular Orionita.
Don Orione veía a los Ex alumnos “como apóstoles”; muchos de ellos, en la vida civil, continuaron siendo, como laicos, parte viva de la Familia Orionita. A través de la correspondencia personal y de la formación de una Asociación (1934), cultivó en ellos una permanente participación en la vida y en los ideales de la Pequeña Obra. Es notable la capacidad del Fundador para cuidar de los Amigos, a los que veía como verdaderos discípulos y colaboradores. En la relación cotidiana, los guiaba y formaba, los comprometía en las obras de caridad y los animaba en lo que era propio de su estado y profesión. Se constituyeron en Asociación en 1940.
Después de su muerte, todas estas iniciativas Don Orione con los laicos, fueron continuadas por muchos de sus discípulos, atendiendo también a los progresivos cambios de las condiciones sociales y del sentir eclesial, hasta llegar a esta realidad que hoy se llama Movimiento Laical Orionita.
La constitución de este Movimiento en todo el mundo y en la Argentina, tiene una rica historia
Tenemos por delante un largo camino, con dificultades, pero también con la esperanza que nos da confiar en la Providencia de Dios. Queremos compartirles algunos desafíos que se nos presentan para el futuro.
En primer lugar, continuar en la comprensión del sentido de pertenencia al MLO. Este movimiento, no es un nuevo grupo sino que pretende incluir a todos los laicos y laicas que viven el carisma orionita, quienes ya pertenecen a asociaciones laicales y los que no.
En segundo lugar, consolidar la estructura que se ha implementado. En este sentido, el Equipo Animador del MLO de Argentina (que incluye a nuestros hermanos de Paraguay) intenta ser un equipo representativo de todas las instancias laicales que componen el MLO. Por ello están representadas todas las comunidades del país (de FDP y PHMC) divididas en cuatro zonas, los distintos Secretariados, el ISO y los Amigos de Don Orione. Este equipo cuenta también con una secretaría operativa y con el acompañamiento de los Consejeros Provinciales encargados del MLO. Pero en lo que habrá que poner mayor empeño es en la constitución de las coordinaciones locales. Allí, en las comunidades, es donde se percibe verdaderamente el “movimiento”, a través del trabajo, del voluntariado y el compromiso diario de tantos laicos y laicas. Fortaleciendo las coordinaciones locales es como conseguiremos una mejor organización, comunicación y representatividad.
Por último, avanzar decididamente en el plan de formación en el carisma para los laicos. En este aspecto ya hay algunas experiencias que se están programando y también queremos que los retiros espirituales y el Encuentro Anual de la Familia Orionita, tengan una clara orientación en el tema de la formación carismática. Tenemos también la posibilidad de utilizar las fichas de formación que anualmente se preparan para toda la familia orionita. También en este aspecto, insistimos, la formación debe ser un empeño creativo de cada comunidad local.
Estos son algunos de los desafíos que nos esperan. Queremos entusiasmar a todos los laicos y laicas a tomar conciencia de que somos una parte importante de la familia, y que esta necesita de nuestra participación y de nuestra vocación específica para que se multiplique y extienda el carisma que compartimos con los Religiosos y Religiosas. Queremos ser fieles y corresponsables sabiendo que somos como faros que deben hacer resplandecer la luz del Evangelio, impregnando al mundo y a la Iglesia de la vitalidad, la audacia, la apostolicidad y fundamentalmente de la caridad que hizo Santo a nuestro querido Don Orione.
miércoles, 29 de octubre de 2025
LLENOS DE DIOS Y NO LLENOS DE SÍ MISMOS.
Don Orione, formando a los hijos de la Divina Providencia (religiosos, hermanas y laicos) tenia un punto de partida y de llegada inprescindibiles: la humildad. Insistía sobre este punto, juzgaba y también descartaba. Cuando decía o escribía de uno: “está lleno de sí mismo”, equivalía a juzgarlo no ser idóneo para entrar entre los “pobres hijos de la Divina Providencia”.
Sin
humildad no hay confianza en la Divina Providencia. Sin humildad y confianza en
la Divina Providencia no hay Hijos de la Divina Providencia, en cambio,
protagonistas autocéntricos, eufóricos o...depresivos.
Entre los numerosos textos de Don Orione sobre el tema, transmito un pasaje de la carta dirigida al Padre Cayetano Piccinini, un pionero y de gran coraje: “San Cayetano, ves, porque fue humilde , fue también confiado en la Providencia de Dios, y por esto tuvo coraje para la caridad, porque su coraje tenía un buen fundamento, el fundamento de la humildad. Ah, vale más un grado de humildad que cien de fervor; la humildad es la más valiosa de todas las virtudes, porque es fundamento y base de todas las otras”[30].
Queridos cohermanos, en nuestro camino de cuidado y formación continua, la parte más importante consiste en librarnos del “yo, cargado de sí mismo” y de vanidades (“basura”[31] para San Pablo) para ser idóneos, capaces de ser un yo repleto de Dios, hijos de la Divina Providencia. Por otra parte fue ésta la simple y esencial pedagogía de Jesús y “Felices aquellos a quienes la palabra divina: ‘quien me quiere seguir, reniéguese a sí mismo’, ha traspasado los huesos y hasta la médula”[32].
El
yo repleto de sí mismo, de las propias cosas, de las propias ideas y
actividades, resulta un obstáculo imposible también para Jesús en su relación
con los fariseos, con el joven rico, con los invitados al banquete[33]. Por eso
Don Orione, retomando la palabra del Evangelio, exhortaba justamente: “Vigilen
sobre ustedes mismos y oren[34], y no suceda en los corazones de ustedes el
hecho de que permanezcan deprimidos por
la atmósfera baja y por las preocupaciones de la vida presente[35] y serán los
hijos de la Providencia!”[36].
Se trata, en otras palabras, como dice la Línea 4 del CG 13, de “redescubir la fuente de la revelación del amor de Dios, las razones fundamentales de la propia vocación y del propio apostolado”. A las Fuentes está dedicado el primer núcleo de decisiones de nuestro último Capitulo General, “para garantizar mejor la alimentación ordinaria, personal y comunitaria de la primera e insustituible fuente de la caridad: la vida de Dios” (n°1) También el cuaderno de la formación permanente del 2011 fue preparado con la intención de ayudar a ir con gusto a las fuentes de la vida de Dios.
Queridos hermanos, Hijos de la Divina Providencia, “nomen est omen”, en nuestro nombre está indicada nuestra vocación, la identidad y el estilo. Imitemos a Don Orione en el trato más íntimo de su personalidad: la confianza en la Divina Providencia.
Oh Divina Providencia, oh Divina Providencia!
Nada es más amable y adorable que Tú, que alimentas maternalmente el pájaro del cielo y las flores del campo: los ricos y los pobres! Tú abres los caminos de Dios y cumples los grandes designios de Dios en el mundo!
En Tí está toda nuestra confianza, oh Santa Providencia del Señor, porque Tú nos amas más que nos amamos a nosotros mismos.
No, con tu ayuda divina, no quiero indagarte más.
No, no quiero atarte más las manos.
No, no quiero deformarte más, sólo quiero abandonarme totalmente en tus brazos, sereno y tranquilo.
Haz que te asuma como eres, con la sencillez del niño, con aquella fe inmensa que no ve límites! ‘Fe, fe, pero de aquella’, de aquella del Beato Cottolengo, que encontraba luz por todos lados, veia a Dios en todos y por todos lados!
Divina Providencia! Divina Providencia!
Dame a mí, tu pobre servidor y reparador de zapatos, y a las almas que rezan y trabajan en silencio y sacrificando la vida junto a los pobres, aquella amplitud de corazón, de caridad que no mide el bien con el metro, ni con cálculos humanos, la caridad que es suave y dulce, que se hace todo a todos
Oh santa Divina Providencia!, ispiradora y madre de aquella caridad que es la bandera de Cristo y de sus discípulos; anima Tú, consuela y recompensa mucho en la tierra y en el cielo a cuántos, en el nombre de Dios, hacen de padre, de madre, de hermanos, de hermanas para los infelices[37].
[30] Lettera del 7 agosto 1922, Scritti 115, 12.
[31] San Pablo se havia “gloriado” de valores y también de justos títulos de satisfacción, “pero aquello que podía ser para mí una ganancia, lo consideré una pérdida a causa de Cristo … por el cual dejé perder todas estas cosas y las considero como basura, con tal de ganar a Cristo” (Fil 3, 7-8 ss). Basura no son sólo las cosas malas, sino también las cosas que no sirven y dejan poco espacio para “ganar a Cristo”..
[32] Scritti 50, 181.
[33] El Card. Jorge Bergoglio, retomando a De Lubac, la llama ‘mundanidad espiritual’ y la considera “el peligro más grandes para los hombres de Iglesia. La mundanidad espiritual es meter al centro a sí mismos. Es lo que Jesús ve concretado en los fariseos”; entrevista en 30Giorni, nov. 2007, p.21.
[34] Hace referencia a Mc 14, 38.
[35] Hace referencia a Lc 21, 34.36.
[36]
Carta publicada en L’Opera della Divina Provvidenza del 26.11.1899 y vuelta a
publicar, con retoques, el 28.11.1906. Don Gino Bressan hizo de ella un buen
comentario en “Messaggi di Don Orione”, n.3, 1970.
[37] Nel nome della Divina Provvidenza, passim, p.71-72.

