El Papa Francisco nos dice:
“El anuncio del ángel resuena por todo el mundo: «No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. No está aquí, porque ha resucitado... Vengan a ver el lugar donde estaba » (Mt 28,5-6).Ésta es la culminación del Evangelio, es la Buena Noticia por excelencia: Jesús, el crucificado, ha resucitado.
Por esto decimos a todos: «Vengan a ver». En toda situación humana, marcada por la fragilidad, el pecado y la muerte, la Buena Nueva no es sólo una palabra, sino un testimonio de amor gratuito y fiel: es un salir de sí mismo para ir al encuentro del otro, estar al lado de los heridos por la vida, compartir con quien carece de lo necesario, permanecer junto al enfermo, al anciano, al excluido.”
(Vigilia pascual de 2014)
Don Orione supo responder con su vida a este llamado,
saliendo de si mismo para darse a los más necesitados.
Estando en Buenos Aires, escribiría a la “familia italiana” en Pascua de 1935.“Mis queridos pobres, buenas ancianas, queridos enfermos, ancianos y huerfanitos.
Dios sabe con cuánto amor me dirijo a Uds.! ¡Cuántas veces al día pienso en ustedes!
¡Cómo quisiera consolarlos, pasar mi vida cerca de Uds. y servirlos uno por uno como serviría a Jesucristo.
Los bendigo a todos, mis queridos pobres y ¡Felices Pascuas!”
No hay comentarios:
Publicar un comentario