Sólo para sonreír, cito una frase de Don Orione, obviamente dicha en un contexto muy
diferente al de hoy: “Yo deseo que no se salga de Casa sin una verdadera necesidad y sin tener
el permiso del Superior de la Casa y que éste sepa dónde se va, y cuando se regresa”. Tal vez
se lo habremos dicho a tantas familias y a tantos jóvenes, pero vale también para nosotros: este
es un tiempo oportuno para redescubrir a los hermanos y reforzar con ellos los vínculos
familiares. Dos de nuestros sacerdotes ancianos, puestos por su seguridad en aislamiento, me
decían: “¿Qué hacemos todo el día? Yo cuido de él y él cuida de mí. Nos animamos
mutuamente”. Respetando las normas de seguridad, aprovechemos de este tiempo para rezar
juntos, realizar algún encuentro formativo, tener momentos de recreación, animarnos y
cuidarnos el uno al otro.
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