Don Orione, buscó ayuda para construir en su pueblo Tortona un santuario dedicado a la Virgen de la Guardia y consiguió pero soñaba que sobre el campanario de la iglesia hubiera una gran estatua de la Virgen Guardiana para todo el pueblo tortonés y por eso comenzó a recoger las ollas de cobre rotas e inutilizables.
Construido el Santuario ,solo faltaba la estatua, hecha de las ollas rotas, pero la guerra trunco ese deseo que recién entre los años 1955 y 1959, surgirá la torre de 60 mts, coronada con la estatua de 14 mts, que luego es bendecida por 2 Papas sucesivos: Pio XII y Juan XXIII
Pronto se le conoció en los campos del Piamonte como “el
cura de las ollas rotas”. Parecía que juntaba basura, cosas que la gente
tiraba, pero en cambio fue el iniciador de la construcción de la colosal
estatua que hoy se ve brillar como oro desde lo alto del campanario de Tortona.
Vista del campanario del Santuario de Don Orione en Tortona. Detrás del Santuario y conectado a él se encuentra la torre de 60 metros de altura construida en los años 1954-58 en un proyecto del arquitecto Gallo de Turín. En su parte superior se encuentra la estatua de bronce dorado de la Virgen con el Niño Jesús en brazos. Realizada por el escultor Narciso Cassino, es, con sus 14 metros de altura y sus 12 toneladas de peso, la estatua de bronce más grande del mundo colocada sobre un edificio. Se elaboró utilizando como materia prima el cobre de las vasijas rotas recogidas en la diócesis de Tortona tras la misión de predicación lanzada por Don Orione para la construcción del monumento. La torre se puede visitar hasta el balcón en la base de la estatua (de Wikipedia)
el 29 de agosto 1931, Monseñor Grassi, obispo de Tortona abre solemnemente al culto a María en su advocación en el Santuario de Nuestra Señora de la Guardia.
La nota simpática fue el desfile de los seminaristas que habían sido los esforzados “peones de la virgen”, ya que trabajaron en la construcción del santuario, desfilaron no con imágenes sagradas, sino con ´palas, carretillas, y herramientas de trabajo.
Solo faltaba la estatua, hecha de las ollas rotas, pero la guerra trunco ese deseo que recién entre los años 1955 y 1959, surgirá la torre de 60 mts, coronada con la estatua de 14 mts, que luego es bendecida por 2 Papas sucesivos: Pio XII y Juan XXIII
"al fin la Madre de Dios tiene su templo".
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