SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


jueves, 10 de agosto de 2023

LA VIDA FRATERNA COMO MISIÓN

 





La vida fraterna como misión
Una reflexión a partir de la encíclica "Hermanos todos"

Esta reflexión de Don Tarcisio Vieira recuerda las palabras de Don Orione " Nuestro corazón debe ser un altar donde arda y resplandezca continuamente  e inextinguible este fuego: el fuego sagrado del amor de Dios y de los hombres; un altar donde una llama se eleve hacia el Señor, envolviendo y llevándole a El los hermanos: todos los hermanos , de la nacionalidad que sean, de la religión que sean, e incluso los que no tengan  religión, dando preferencia a los más necesitados, a los más abandonados, a los que más sufren, a los que no tienen  fe,  a los  deshonestos,  desde los más libertinos, hasta los rechazados por todos ". ( Escr. 55, 334).

Esta oración mística, llena de concreción , más que un pensamiento, lleva a  Don Orione no sólo a recordar a Dios las necesidades de la humanidad, sino a consumirse de amor delante de El para obtener  el don de la salvación de los hermanos. En este sentido ,  confirma una vez más: “ ¡Que mi martirio secreto por  la salvación de las almas, de todas las almas, sea mi paraíso y mi dicha suprema! "

 El IV Voto de Fidelidad al Papa , que según las Constituciones (cfr. Art. 48) , nos compromete a un esfuerzo constante en las siguientes direcciones: “ - conocimiento y difusión de los documentos pontificios; - obra de comunión dentro y fuera de la Iglesia, trabajando para ser fermento de unidad; - servicio preferencial a los pobres, de los cuales, defenderemos sus derechos y peticiones en nombre del Papa y en fidelidad a él ".     

Una encíclica dirigida a nosotros, religiosos!

              En verdad está dirigida a todos los fieles y, en particular, por la temática sobre la fraternidad y la amistad social , tiene un abanico de destinatarios aún más amplio y universal . Tras la estela  de San Francisco, el Papa se dirigió " a todos los hermanos y hermanas ... para ofrecerles un estilo de vida con sabor evangélico " (FT 1). Y advierte: “ Aunque la escribí partiendo de mis convicciones cristianas, que me animan y nutren, traté de hacerlo para que la reflexión se abra al diálogo con todas las personas de buena voluntad. "(FT 6)

              Precisamente por este “destino universal” existe el riesgo , para los religiosos , de acogerlo de forma genérica, vaga, casi superficial, como si el Papa hablara a los demás y no a nosotros, no a mí , no a nuestras comunidades religiosas. Como si se dirigiese , con su propuesta de "fraternidad" y "amistad social" , a los hermanos musulmanes o a las naciones en guerra , tal vez  a los pueblos en conflicto , a quien no está dispuesto para la acogida, a los migrantes y a  los gobernantes , a los hermanos separados , o a las  familias en dificultad , etc. Sin duda ,  a un abanico importante de gente, pero, de alguna manera , pensaríamos: "a otros" y no a mí, no a nosotros , está dirigida!

              Para nosotros , dedicados a la pastoral, existe  también el riesgo de recibir el mensaje pontificio principalmente como una ayuda o un instrumento para nuestro trabajo sacerdotal y para el apostolado . Y , por tanto, es importante considerar la encíclica para calificar  nuestro trabajo dentro del ámbito ecuménico,  para sacar alguna inspiración de cara a  la homilía, para enriquecer nuestros instrumentos de formación, para motivar nuestro compromiso en  la promoción del diálogo y la fraternidad en general . Cosas importantes, sin duda, pero si se trata solamente de eso , nos ponemos "a una segura distancia" del texto , nos separamos y nos ponemos en el púlpito para dar lecciones a los demás. La Encíclica se convierte en un documento ... para los demás y no para mí, no para nosotros!

              En los tiempos actuales  - desgraciadamente también se da esto -  existe  el riesgo de calificar reductivamente la Encíclica (social, política , comunista (!) ...) y, movidos por prejuicios, no tener ese espíritu libre para recibir un mensaje cristiano fundamental para el contexto en el que vivimos. Por lo tanto, incluso aquí , el riesgo ... puede existir para otros , ¡pero no para mí, no para nosotros!

              Para entender cuánto sea errónea  una actitud desinteresada y desprendida hacia la encíclica bastaría recordar ls siguientes palabras del Fundador: "El fin  principal de nuestra congregación es vivir de amor al Papa, y propagar, especialmente en los pequeños, en los humildes, en el pueblo, el más dulce amor al Papa, y la obediencia plena y filial  a su palabra, a sus deseos”. Y además especifica: “Por tanto, nuestra sumisión al Papa no se limita a definiciones ex cathedra: no se limita a la sumisión sincera a sus enseñanzas de cualquier forma impartidas (…); no se limita a seguirlas con prontitud y con ánimo alegre ni a hacer que se cumplan sus órdenes; sino que los Hijos de la Divina Providencia deben tener por ley vivir solo y hacer que las almas vivan una vida de unión muy estrecha, dulce y filial con el Vicario en la tierra de Jesucristo: por lo tanto, cada opinión, cada consejo, cada deseo del Papa debe ser una orden,  y la orden más dulce para nosotros " ( 01/05/1928 ).  

Contra el “para  los demás; no para mí; no para nosotros ", Don Orione nos dice, en la misma carta: " Empeñémonos en una gran y dulce obligación de practicar hasta las mínimas recomendaciones del Papa .

En resumen , para nosotros, Orionitas, las cosas son así: es un deber carismático poner en movimiento nuestra creatividad y nuestra pasión eclesial para conocer y difundir la encíclica " Hermanos Todos " y para  proponer, como desea el Papa Francisco, “ Un nuevo sueño de fraternidad y amistad social que no se limite a las palabras ” (FT 6). Sin embargo, esta tarea no se puede cumplir sólo con una acción de comunicación y publicidad . Para ser creíble, el mensaje requiere nuestro testimonio de vida: “ Vox oris sonat , vox operis tonat ! ¡La palabra suena, los ejemplos truenan! ¡Las palabras  mueven, los ejemplos  arrastran! " ( Don Orione, 1923).  

 

Las sombras de un mundo cerrado

              Leí una vez la historia del rabbino que preguntó a  sus discípulos: ¿ Cuándo termina la noche? Quería que reflexionaran sobre cuál es el momento en que termina la noche y comienza el día . Como no le dieron  respuestas satisfactorias , el maestro prosiguió : La noche se acaba cuando, mirando el rostro de cualquier persona, lo reconoces como un hermano. ¡Hasta entonces seguirá siendo la noche en tu corazón!

La encíclica "Hermanos Todos” parte de esta visión , de la noche que hay en el corazón de la humanidad . Es el contenido del primer capítulo ( Nos . 9-55) en el que el Papa Francisco dice que no tiene la pretensión de ofrecer un " análisis exhaustivo " sobre las sombras en el campo de la fraternidad  y tampoco de " tomar en consideración todos los aspectos de la realidad que vivimos ". Solo ha querido subrayar " algunas tendencias del mundo actual que obstaculizan el desarrollo de la fraternidad universal ". Así, nos deja espacio para “completar” el análisis " con un examen de conciencia  personal y comunitario sobre nuestra vida fraterna para evidenciar las sombras, descubrir las herida e , depués,  individuar, con la ayuda de “Hermanos Todos”, los caminos del cuidado y de la esperanza. De esta manera, la Encíclica puede hablar  "a mí, a nosotros, a nuestras comunidades ."

En la reciente encuesta en preparación para el próximo Capítulo General, una de las preguntas nos provocaba para reflexionar sobre la frágiles dinámicas presentes en la Congregación. Una mayoría muy significativa ha destacado  que nos falta testimonio comunitario y fraterno, dado que tenemos " comunidades frágiles, poco espirituales, con pocos recursos para gestionar los conflictos ". En los comentarios  espontáneos añadidos, un buen número ha evidenciado cuánto  nos falta el diálogo fraterno, la amistad ( " las relaciones entre nosotros se han convertido en  institucionales "); algunos incluso dijeron que entre los religiosos "tampoco hay caridad ". Y otros : parece que se está perdiendo el sentido  de ser una familia , en el modo que quería  nuestro Padre. Como se ve, lamentablemente nosotros también tenemos nuestros " Sueños que se hacen añicos " (FT 10-12).

Este dato, aunque no tiene rigor científico, podría indicar , lamentablemente, que , en los últimos años, no hemos sido capaces de alcanzar resultados significativos en nuestra vida fraterna . De hecho, la encuesta del 2015, precedente al último Capítulo , resaltó la misma problemática cuando examinó la calidad de vida de las comunidades orionistas. En esa ocasión , el coordinador de la encuesta , en su resumen, puso en comparación dos resultados incoherentes, es decir, el hecho de que el 53% de los participantes había estimado que las comunidades orioninas estaban "Muy" y "Suficiente" marcadas por "el espíritu de familia” (por tanto, un juicio positivo) , mientras que un porcentaje similar (52,8%) evaluó negativamente que las comunidades orioninas eran “Poco” y  “Para nada”  comunidades de vida fraterna. La interpretación' del Coordinador de esta disonancia en la misma pregunta era ésta : " Se  podría decir que el espíritu de familia no se traduce en relaciones y vida fraterna o que la comunidad marcada por el espíritu de familia no se expresa en  relaciones fraternas. ” De ahí la sospecha de que nuestro “espíritu de familia” es más una marca  congregacional fuerte, transmitida por el Fundador, solamente poderosa para la comunicación, pero no traducida diariamente en  actitudes vitales  de fraternidad .  

En estos  momentos  en los que la gente está hablando tanto de   los efectos del coronavirus, parece que otro virus,  está atacando el sistema comunitario y fraterno y manifiesta sus  síntomas en nuestras casas, comunidades y ambientes de vida . Este virus sería capaz, en particular, de estropear  las relaciones entre nosotros , convirtiéndolas en "extraños amores fraternos” , aquellos en los que físicamente se está uno al lado del otro, pero emocionalmente , muy lejos; se vive  cerca y no se consigue  imaginar que, a menudo, el hermano de la puerta de al lado, necesita sólo una pequeña acogida , una sonrisa, un poco de tiempo, para entregarse, con confianza.

Este virus tendría el riesgo gravísimo de infectar incluso "el servicio de la autoridad y de la obediencia" de modo que puede influir  en la visión que algunos tengan del "superior " y ya no lo sientan como  un " padre " o " hermano mayor ",  disponible  y "a la mano ", llamado a ejercer" la tarea de ser signo de unidad y guía en la búsqueda coral y en el cumplimiento personal y comunitario de la voluntad de Dios "(cf. Faciem Tuam , 1) . Tal vez , él mismo ha contribuido a dar una imagen “dura” del “superior” enfocando su misión como “una autoridad” auto-referencial, casi exclusivamente disciplinar, sin cualidad para escuchar  y para  compartir. Estoy seguro de que a algún cohermano le ha faltado,  por parte del Superior , una reacción inesperada, no convencional, desconcertante, al estilo de ese abrazo eternizado en la parábola del Hijo Pródigo; en estos casos, se prefirió comenzar con el rigorismo de la disciplina,  de la "cara dura", en vez  de  un gesto desconcertante de acogida, que puede generar  conversión y obtener resultados mucho más satisfactorios .

No es fácil reconocerlo , pero en algunas situaciones de nuestra vida , parece que nos falta también  una cualidad básica del cristiano maduro, es decir, el ejercicio del perdón y de la reconciliación entre nosotros, de la superación de los conflictos, incluyendo los personales , con el diálogo que evite la ruptura de las relaciones , de la corrección fraterna, hecha con justicia y caridad o como diría Don Orione, " hecha como quiere el Evangelio: inter te et ipsum solum " [entre tú y él solo] que completa: "Cuando no se puede hablar bien de alguno, se calla” (14/07/1939 ).

Estas situaciones son muy graves y no pertenecen - ¡Gracias a Dios! - a la experiencia de la inmensa mayoría de cohermanos y comunidades. Sólo tenemos que estar, tal vez,  más atentos a algunas otras situaciones menos graves , que terminan debilitamiento , poco a poco , la intensidad de nuestras relaciones fraternas.

A medida que la tecnología nos une cada vez más con los demás, existe el riesgo de aislarnos cada vez más detrás de los videos y mensajes de texto de nuestros dispositivos electrónicos. Y así , pasar el día conectado con un mundo virtual, con los "amigos" de las redes sociales, quizás incluso durante el almuerzo (!) o en otros eventos que requieran mi presencia "total". Además , hay que estar atentos  al hecho de que hoy es muy fuerte  la tentación de organizar los propios espacios de vida, prescindiendo de los espacios y tiempos comunitarios (cocina, salón de entretenimiento , horarios ...) y no se da un  apoyo solidario al hermano sobrecargado de trabajo y de responsabilidades . Tentaciones como éstas puedan ser superadas con  una disponibilidad de colaboración de las que  Sor María Plautilla nos es de ejemplo . Es bueno recordarla : " En el reparto estamos sólo dos hermanas, el trabajo no nos falta, pero vamos tan  de acuerdo que cada una procura aligerar a la otra. Cuando existe  caridad, qué bien se está " (15.12.1945).

Estamos llamados a dar testimonio de la caridad, de la "fraternidad vivida" en comunidad. Una fraternidad hecha  de acogida, de respeto, de ayuda mutua, de comprensión, de cortesía, de perdón y de alegría. Y esto , en las pequeñas cosas cotidianas, pero también en las situaciones más importantes , como por ejemplo en la convivencia con hermanos de distintas etnias y nacionalidades. La fraternidad vivida entre nosotros , particularmente en estas circunstancias, es carismática porque abre nuestro corazón a la fraternidad hacia todos , a tener un “ ¡Corazón sin fronteras ! " .

Creo realmente  que la Encíclica puede ayudarnos a relanzar la primacía de las relaciones fraternas. Como nos ha enseñado el Papa, las sombras no deben ignorarse, sino tratadas, conscientes de que también hay muchos motivos de esperanza y de alegría. Es importante hablar claro entre nosotros , identificando y combatiendo las fragilidades y debilidades de nuestra vida, tomando decisiones en comunidad , para ayudarnos a caminar juntos , en la esperanza (cf. FT 54-55). Es así como “Hermanos Todos” me hablará a mí , a nosotros, a nuestras comunidades . En esta operación está en juego la credibilidad de nuestras palabras y de nuestro testimonio como consagrados, para evitar ese juicio severo: “ Lo que os  digan, hacedlo y obsérvadlo, pero no hagas lo que hacen, porque dicen y no  hacen. " (Mt 23, 3-4).  

 

La vida fraterna como misión

Por el estilo de vida que hemos elegido, estamos llamados a confrontarnos , a menudo , con el mandamiento nuevo el mandamiento que renueva todas las cosas: “ Amaos los unos a los otros como yo os he amado Jn 15,12) . Sin embargo, sucede que, en algunas circunstancias, la “necesidad de formar comunidad”o las exigencias de la “vida fraterna en común” pueden sentirse como una carga, quizás incluso como una pérdida de tiempo , en relación con otras prioridades de nuestro apostolado . 

Dos instrucciones de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada nos pueden ayudar. La Instrucción “ Faciem Tuam ” de 2008 (cf. §22) nos recuerda que “ el tiempo dedicado a mejorar la calidad de la vida fraterna no es un tiempo perdido, ya que toda la fecundidad de la vida religiosa depende de la calidad de la vida fraterna “. Por tanto, el esfuerzo por vivir bien es parte integrante de la misión, ya que “ la comunión fraterna, como tal, es ya apostolado ”. Lo ha dicho el Señor: “ Por esto todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros. ( Jn 13,35).

La otra Instrucción , titulada " Vida fraterna en comunidad ", que aunque se remonta a 1994, y no ha perdido su importancia , sobre todo por la forma clara y didáctica con que trata el tema, es aún más incisiva y recupera actualidad  en el contexto de la  acogida de “Hermanos Todos”. Cabe destacar , “sine glossa”, il n. 56 de la Instrucción:

“ La comunidad religiosa, consciente de sus responsabilidades con respecto a la gran fraternidad que es la Iglesia, se convierte también en un signo de que se puede la vivir la fraternidad cristiana, como tambiàen del precio que hay que pagar para la edificaciàon  de toda forma de vida fraterna.

Además, en medio de las distintas  sociedades de nuestro planeta, agitadas por pasiones e intereses opuestos que las dividen, deseosas de unidad, pero desorientadas sobre el camino que han de seguir, la presencia de comunidades donde se encuentran, como hermanos y hermanas, personas de diferentes edades, lenguas y culturas, y que, no obstante los inevitables conflictos y dificultades que una vida en común lleva consigo, se mantienen unidas,  es ya un signo que atestigua algo más elevado,  que obliga a mirar más arriba.

Las comunidades religiosas, que anuncian  con su vida el gozo  y el valor humano y sobrenatural de la fraternidad cristiana, manifiestan a  nuestra sociedad con la  elocuencia de los hechos la fuerza transformadora de la Buena Nueva".

 

Como el buen samaritano, con el aceite del cariño fraternal

Es casi centenaria una palabra que Don Orione dirigió a los clérigos y a los sacerdotes de la Casa Madre, reunidos en la Capilla el 8 de octubre de 1923: “ Hoy me encanta hablar de la caridad fraterna y quiero ir a lo práctico. "

Su practicidad parte de una situación de vida: “ Al asistir a los moribundos, y especialmente a los padres de familias que tienen que abandonar a sus hijos, ¿cuáles son las recomendaciones más persistentes y amorosas que les hacen? «Amaos, no os peléeis  por las cosas, ayudaos, sed todos para uno y uno para todos. » Y cuando surgen dudas  entre hermanos, siempre hay quienes saltan para recordar las palabras de los viejos padres moribundos que recomendaron la unión, y agregan: hacedlo por amor a nuestros padres, por el  amor al padre y a la madre ... Ahora si esto se hace en las  familias, con mayor razón debemos hacerlo nosotros ".

El compromiso de vivir desde "Hermanos Todos" lo realizamos  también en memoria de los deseos, los sueños y las palabras de nuestro Padre , para el que  su mayor tristeza es, seguramente , no ver a los hijos  en plena comunión. Por tanto, nuestro compromiso de fraternidad es también por amor a él , que debemos vivirlo como misión carismática, con el fin de dar testimonio al mundo de que el sueño de una sociedad más fraterna es posible , como lo ha presentado el Papa en la Encíclica.

Para hacerlo realidad, he aquí  algunos puntos de atención, recorridos y dinamismos a emprender, que recojo de "Hermanos Todos" y de las palabras del Padre:

- Si es cierto que somos "Hermanos Todos", también somos "Frágiles Todos” : el don de la fraternidad y la amistad hay que pedirlo al Señor porque "sin él no podemos hacer nada" ; sin la ayuda que viene del Señor, de nuestra relación con Dios, nuestra fragilidad prevalece y nuestra fraternidad puede fallar. Por eso, “ con la oración podemos hacer todo; sin oración no podemos hacer nada. Es con la oración que se hacen las cosas” dice Don Orione en un texto recogido en el artículo 66 de nuestras Constituciones , pensando ciertamente en la oración personal , en la oración comunitaria y en  la oración litúrgica con los fieles .

- " Como el buen samaritano, con el aceite del afecto fraterno":  es una palabra de Don Orione que se conecta con una parte importante de la Encíclica , en la que el Papa hace una lectio divina de la parábola del Buen Samaritano . Si la fraternidad es un don que debe pedirse al Señor, también es un proyecto que debe realizarse con actitudes de cercanía, de iniciativa, de comprensión, de ayuda mutua, de participación y reconciliación.

- ¡Necesitamos una comunidad que nos sostenga! Dejo la palabra al Papa y os pido, en el espíritu de esta carta, que la acojáis  como una referencia específica a los principios de nuestra consagración: " Nadie puede afrontar la vida en solitario. Necesitamos una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante. ¡Qué importante es soñar juntos! Solos se corre el riesgo de  tener espejismos, por lo  que ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos . " (FT 8) . Estas palabras nos hacen pensar en una queja de Don Orione: " ... me hablas  de cursos de agua y de máquinas, etc., pero ¿ qué me  importa, hijo mío,  todo esto , si no hay  entre vosotros la unión y la caridad, y quien se ha ido por una parte y quien quiere irse por otra?” (1916).

- ¡Recuperar la amabilidad! También podría ser válido para nosotros, para nuestras relaciones fraternas, para afrontar las grandes y difíciles problemáticas, la valorización de un gesto tan sencillo y a la vez muy eficaz: la amabilidad. De hecho, dice el Papa, " es una liberación de la crueldad que a veces penetra en las relaciones humanas, es una liberación de la ansiedad que no nos deja pensar en los demás, es una liberación de la urgencia distraída que ignora que también los otros tienen derecho a ser felices. Hoy en día rara vez hay tiempo y energías disponibles para hacer una pausa y tratar bien a los demás, para decir " permiso " , "lo siento " , " gracias " . " Cada uno de nosotros puede ser un religioso así : " amable, que deja a un lado sus inquietudes y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra de estímulo, para hacer posible un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia. " (FT 224) . Y nuestro Santo completa: “La caridad encuentra su felicidad en  irradiar en torno a sí  la bondad, la mansedumbre, la amabilidad; una cosa desea: inmolarse a sí misma  para conseguir  la felicidad y la salvación de los demás para la gloria de Dios." (1934) .  

- El arte del encuentro y del diálogo: La única vez, en la Encíclica, que el Papa Francisco utiliza la palabra "cisma" es para definir la distancia entre el individuo y la comunidad humana (cf. FT 31). Sin embargo , parece la palabra adecuada para interpretar muchas otras situaciones que vivimos y que requerirían un cambio de rumbo: del cisma a la unión, de la ruptura a la recomposición, de la separación al encuentro , del rechazo del otro a la escucha empática y diálogo asertivo. El texto pontificio está lleno de referencias que valoran estos pasajes: " Sentarse a escuchar al otro, característico de un encuentro humano, es un paradigma de actitud acogedora, de quien supera el narcisismo y acoge al otro, le presta atención, le deja espacio en su propio círculo. " (FT 48); “ Disminuyendo el silencio y la escucha y transformando todo en bromas y mensajes rápidos e impacientes, se pone en peligro la estructura básica de una sabia comunicación humana." (FT 49). “ Acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de entenderse, buscar puntos de encuentro, todo esto se resume en el verbo 'dialogar'. Para encontrarnos y ayudarnos unos a otros tenemos que dialogar ". (FT 198) . 

Todo esto, además de ser un discurso maravilloo  y de inspiración eclesial y religiosa , lo debemos sentir como una llamada a una verdadera conversión y así recuperar los valores fundamentales de nuestra consagración, es decir, permanecer siempre cerca de Dios, fecundar nuestro carisma y crear una verdadera hermandad entre nosotros. Como le gustaba repetir a Don Orione: “La caridad tiene hambre de acción: es una actividad que huele a eterna y divina. La caridad no puede estar ociosa ". Por esto: ¡Ave  María y adelante!

Fraternalmente,

P. Tarcisio Vieira
Director  general

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