El 13 de noviembre de 1921, se produjo un hecho que habría de gravitar notablemente en la historia de Victoria. Ese día por la noche, arribó al puerto de Buenos Aires el padre Luis Orione. A partir de ese momento, se sucedieron una serie de acontecimientos que llevarían al santo a la localidad.
Fue hospedado por los Escalabrinianos, en los días siguientes Monseñor Mauricio Silvani lo presentó al obispo de La Plata, Monseñor Alberti, quién enseguida, en la primera audiencia, le propuso aceptar la Iglesia de Victoria, por entonces capellanía de San Fernando.
Tanto la Iglesia como la casa estaban abandonadas por falta de sacerdotes. Don Orione, quedó perplejo. De todos modos, tras reflexionar, aceptó visitar esos edificios; monseñor Silvani, el Sr Cullen y el padre Maximino Pérez lo acompañaron.
Se produjo entonces el “milagroso encuentro” con Nuestra Señora de la Guardia y la inmediata aceptación de la iglesia, en la que “… halló residencia para los suyos y para su apostolado en Argentina”
La actual casa parroquial sirvió de vivienda al futuro santo que a partir de ese momento y por primera vez, tomó contacto con una población, que, andando el tiempo, terminaría por venerarlo. Y fue desde este sitio, nuevo y desconocido, que decidió llamar al primer grupo de religiosos orionitas, con los que pensaba poner en marcha su plan evangelizador.
El párroco de San Fernando, Pbro Maximino Pérez, ya en el año 1914, cuando Victoria era una pequeña aldea o barrio aledaño de San Fernando, con un gran sentido pastoral e intuyendo, sin duda, el brillante porvenir y el futuro promisorio de este pueblo, acometió la ingente empresa de levantar el Templo en honor del Sagrado Corazón.
Las dificultades de la época (la primera guerra mundial) detuvieron por varios años las obras, hasta que en 1920 pudo procederse a la solemne inauguración.
Nos dice Nazareno Atilio Scialpini en “La historia de Victoria”: el progreso que había experimentado la comunidad victoriana no estaba completo; faltaba un templo donde la feligresía católica –mayoría del lugar- pudiera llevar a cabo las ceremonias religiosas que su fe le dictara. Así fue que merced al denodado empeño del cura párroco de San Fernando. Padre Maximino Pérez acompañado por la consecuente cooperación vecinal, en el año 1920 se comienza a erigir la actual iglesia parroquial “Nuestra Señora de la Guardia”. En el año 1921, cuando su construcción estaba avanzada, se hizo cargo personalmente, al llegar a la Argentina, el benemérito Padre Don Luis Orione, quién fundó en el lugar la casa materna de la Congregación en la Argentina. En Constitución 3050.
El terreno fue donado en el año 1893,don Maximo E. Rodriguez par la erección de una capilla dedicada a la Virgen del Carmen., pero como la obra no empezaba ya que surgió la necesidad de un hospital, se fue postergando a pesar de que contaban con material suficiente para comenzar y con dinero en efectivo gracia a la ayuda de los vecinos, el hijo de Maximo Rodriguez, don Luis Rodriguez Bouedieu solicitó al obispo de La Plata, Monseñor Juan Nepomuceno Terrero, la devolución de la escritura, que su padre había donado oportunamente.
El 27 de enero de 1010, el Obispado dio luz verde a la Comisión Pro Templo para comenzar, pero no se sabe porque el párroco Maximino Pérez adquirió un terreno para erigir el templo.¿que ocurrio con la donación de Maximo Rodriguez?
Debemos destacar que la imagen con Nuestra Señora de la Guardia, fue traída desde Génova por don Francisco Cercetto, vecino caracterizado de la incipiente comunidad
fuente:
Nuestra Señora de la Guardia. La Iglesia de Victoria, de Alberto N.Manfredi (h)
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