SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


domingo, 18 de diciembre de 2022

¡¡ ESTRECHADOS POR LA CARIDAD , CUANTAS AYUDA TENDREMOS DE DIOS !!

 



La caridad no hace nada de indecoroso: ni nunca se agita ni tiene en cuenta los errores que le hacen; vence al mal con el bien. No goza de la injusticia, mas es feliz cada vez que puede alegrarse de la verdad. Disculpa toda cosa, espera toda cosa, soporta todo. Reza, sufre, calla y adora: ¡nunca decae! La caridad no tiene nada de arbitrario, nada de duro; encuentra su felicidad al esparcir e irradiar a su alrededor la bondad, la dulzura, la gentileza, una cosa desea: inmolarse a sí misma para hacer la felicidad y la salvación de los demás, para gloria de Dios.

Toda ciencia humana es insulsa, si la caridad no le da el sabor con el amor de Dios y del prójimo, sin ella, scientia inflat. Primero la caridad y luego la ciencia, oh Hijos míos, ya que esta “destruétur”, más aquella “non iscade mai”, y está enteramente. Es la caridad, amados míos, y sólo la caridad la que salvará al mundo. ¡Beatos aquellos que tendrán la gracia de ser víctimas de la caridad! Hermanos e hijos míos, amemos a Dios hasta hacer de nosotros una hostia, un holocausto de caridad, y amémonos tanto en el Señor: nada le agrada más al Señor, que ha dicho: “Los he amado...: amaos” (Jn. XV, 9 - 10). El gran secreto de la santidad es amar mucho al Señor y a los hermanos en el Señor. Los Santos son el cáliz de amor de Dios y de los hermanos. Amar a Jesús, amarnos en Jesús: ¡trabajar para hacer amar a Jesús y a Su Santo Vicario, el Papa; ¡rezar, trabajar, padecer, callar, amar, vivir y morir de amor a Jesús, al Papa, a las almas!

* * *

Amados míos, la Pequeña Obra de la Divina Providencia debe ser como una Familia en Jesucristo. Estrechados por la caridad, unidos de corazón indivisible en este cuerpo moral que es nuestra Congregación, ¡oh! ¡cuántas ayudas mayores tendremos de la mano de Dios, y cómo nos sentiríamos contentos, felices y fuertes! La Congregación prosperará y será bendecida por el mérito de todos los que contribuirán a mantener la unión y la paz porque nuestra fuerza, oh amadísimos, está en la unión, cuyo vínculo es Cristo. ¡Oh! con que alegría y expansión del corazón entonces cantaremos el “Ecce quam bonum et quam incundum habitare fratres in unum!”.

La caridad está toda dirigida al bien de la Iglesia y de las almas, esta es la divisa de los discípulos de Cristo y de la Iglesia. San Pablo escribió: “La fe, la esperanza, la caridad: la más grande de las tres es la caridad”. Tratemos, entonces, con ardor de tener a la caridad, Este es el camino a seguir, hijos míos, que vale inmensamente más que cualquier otra cosa. El espíritu de la Pequeña Obra es el espíritu de caridad: que la más humilde caridad guíe nuestros pasos, oh hermanos míos: in ómnibus cháritas!

Aquí debo terminar, pues mi carta no les llegaría para Navidad, deberé ser breve. Yo le ruego humildemente al Niño Jesús que quiera infundir en mi y en todos ustedes la dulcísima caridad suya; y en la caridad de Cristo los abrazo, ¡oh mis amados Sacerdotes, in osculo sacto, y les doy el Feliz Navidad! Dios sabe cuánto los pienso y cuanto los amo: recuérdenme en el Altar, especialmente en la Santa Noche. Y a ustedes, mis Clérigos y mis buenos Ermitaños, alegría, esperanza y corona mía, ¡Feliz Navidad!

¡Feliz Navidad a las Hermanas de las varias Familias Religiosas! A todos y a cada uno me encomiendo yo y la Congregación, a cada uno y a todos, desde los más ancianos y desde el más pequeño, mando Augurios con la santa bendición de Navidad y todo voto de bien para el Año Nuevo.

Adiós, oh mis queridos hermanos e hijos, y ustedes, buenas Hermanas, rueguen por mi: recuerden al padre lejano. ¡Yo rogaré tanto por ustedes! Démonos una cita a los pies de Jesús: allá nos encontraremos unidos siempre en la íntima unión de la caridad: ¡y juntos alrededor de Jesús, quam bonum et quam jucundum habitare fratres in unum!

¡Que nuestra alegría y unión sean completas en el Corazón de Jesús en la tierra, en el Corazón de Jesús en el cielo! Nuestros Hermanos de aquí y las Hermanas se encomiendan vivamente a sus oraciones, los saludan y les manden los más santos Augurios. Ellos me tratan con mucha caridad, respeto sin fin e indulgencia: ¡ayúdenme a rogarle a Dios que los compense mucho! Que el Señor de la caridad y de la paz nos de El mismo, continuamente su caridad y su paz. ¡Que el Señor y la Santa Virgen estén con todos ustedes!

Gloria a Dios en lo alto del cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Los bendigo una vez más: ¡vivamente en Cristo humildes y fieles a los pies del Papa y de la S. Iglesia, y Feliz Navidad! Los bendigo en el Niño Jesús y en María Inmaculada. No nos cansemos de hacer el bien y consumirnos en la caridad del Señor: ¡Feliz Navidad! ¡Feliz Navidad! ¡Feliz Navidad!

Vuestro afectuosísimo.

Sac. Luis Orione

de la Divina Providenci

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