
Nuestra
mirada debe dirigirse hacia el futuro, no quedarse con lo que se nos presenta
en el ahora, para esto debemos hacer opciones para separar lo que sí vale la
pena conservar y lo que hay que dejar de lado por obsoleto o que no han dado
frutos. Como orionitas nuestra mirada se centra especialmente en los jóvenes,
los pobres, lo que nos lleva a desafíos concretos, cambios en la comunidad, ver
qué rumbo, dirección, deberíamos tomar en nuestras acciones pastorales y hacer
las siguientes opciones fundamentales concretas, de acuerdo a cada necesidad:
OPCIÓN POR
LOS JÓVENES para Don Orione fue un objetivo dar prioridad absoluta al cuidado
de los jóvenes: “No les encomiendo las máquinas, les encomiendo las almas de
los jóvenes. ¡Cuiden su espíritu, cultiven su mente, eduquen su corazón!” ya
que ellos “son el sol o la tempestad del mañana” hacer realidad el proyecto de
la pastoral juvenil "Acercarse al corazón del joven, especialmente del más
necesitado, con el fin de hacer cristiana su vida. Acompañar su desarrollo
integral, con caminos que lo lleven al descubrimiento del sentido de su vida, a
la aceptación alegre de su existencia, al compromiso responsable en la
solidaridad, especialmente hacia los más pobres, siguiendo el ejemplo de Don
Orione”. encontrar en ellos esa veta de juventud que los lleva a querer
realizar grandes acciones. El relato evangélico llamado del "joven
rico" nos hace ver en Jesús una mirada llena de amor y es lo que como
Iglesia queremos vivir en la "opción por lo jóvenes" Estas son
nuestras opciones y desafíos para nuestra comunidad, ellos son portadores de
ideas, valores y dinámicas propias que buscan participar activamente en la sociedad.
OPCIÓN POR
LOS POBRES Don Orione, convencido que es el Amor el motor de la historia y no
el odio se lanza con todas las fuerzas de su ser a proclamar este mensaje de
Amor. Sabemos que es una realidad que no disminuye al contrario aumenta cada
día más, la injusticia social, desigualdad de oportunidades, marginación y
falta de protección de los más débiles, está en el corazón del evangelio, nos
dice el Papa. Debemos salir al encuentro, hacerles ver que cuentan con
nosotros, con nuestro apoyo, ayuda, acompañamiento, la pandemia ha puesto al
descubierto la difícil situación por la que están pasando miles de familias y
la gran desigualdad que reina en el mundo, debemos reinventarnos y salir a su
encuentro, satisfacer sus necesidades básicas, pero sobre todo que cuenten con
apoyo espiritual, acompañamiento de la comunidad e insertarlos en la sociedad y
en la Iglesia, que se sientan parte del cuerpo de Cristo. Como comunidad estas
son nuestras opciones y desafíos.
OPCIÓN POR LA
MISIÓN COMPARTIDA: debemos favorecer la participación de los laicos, todos en
la comunidad somos útiles, hoy la centralidad del laicado en el contexto
eclesial está reconocida y la corresponsabilidad donde cada religioso y laicos
conocen la
riqueza de esta comunión que es de vital importancia, los jóvenes con su
ímpetu, los mayores con su experiencia de vida, ellos son los cimientos de la
iglesia, la historia, el origen.
OPCIÓN POR EL
TRABAJO COMUNITARIO Y LA GESTIÓN COLECTIVA: todos somos útiles, cada uno con
sus dones, habilidades, saber utilizar esas enseñanzas que nos pueden brindar
los adultos, lo pasado no fue malo, fue pasado, no es obsoleto, no es “no
sirve” es saber sacar lo útil para estos tiempos, es actualizar, recordar que
tenemos origen, que tenemos historia, hay cosas que no son negociables, esa es
la opción verdadera, independientemente de la época, son valores
irrenunciables.
Las opciones
fundamentales que asume la comunidad, en la que todos tienen lugar, apostamos
como comunidad parroquial, como equipo, como grupos, para responder a las
nuevas realidades, los nuevos retos, los cambios que fuimos descubriendo, como
pastoral, como grupos, equipos, como personas.
En cuanto a
desafíos concretos que se presentan en la comunidad debemos estar a la cabeza
de los tiempos, salir de nuestras comodidades y ponernos en marcha para paliar de alguna manera las grandes
carencias por la que pasan muchos hermanos que sin trabajo, sin techo, sin
alimentación, educación, salud, deben recurrir a la ayuda de entidades
gubernamentales o religiosas para su subsistencia, que todos los que participan
de las obras orionitas “sepan, enseñen, transmitan” el carisma del fundador
promoviendo charlas, jornadas, retiros breves, para que todos los líderes de
grupo, responsables, referentes, catequistas, docentes, se involucren y así se
haga realidad” lo mirarán a él y nos miraran nosotros “-hacer que cada laico se sienta llamado a participar del
gran cambio, que nuestro ejemplo sirva de arrastre, que cada pastoral, sienta
el fuego ardiente del carisma que invita a la acción caritativa , también promover la enseñanza, formación, difusión
del carisma.