LA CORRESPONSABILIDAD AD GENTES ANIMA LA MISIONARIEDAD
CONGREGACIONAL.
El
impulso misionero desarrolla y enriquece la catolicidad de la Iglesia y de la
Congregación. “La participación a la misión universal es un signo de la madurez
de fe y de vida cristiana que da frutos. Así el creyente expande el límite de
su caridad, manifestando la solicitud por aquellos que son lejanos, como por
aquellos cercanos.: reza por las misiones y por las vocaciones misioneras,
ayuda a los misioneros, sigue sus actividades con interés y, cuando vuelven,
los reciben con aquella alegría con la cual las primeras comunidades cristianas
escuchaban de los apóstoles las maravillas que Dios había hecho mediante sus
predicaciones. (Hc 14,27)" (RM 77c).
Sin
pasión misionera – de la cual los misioneros ad gentes son el signo más claro –
es fácil caer en la introversión apostólica, verdadera asfixia de la comunidad
cristiana y religiosa. Lo dice con absoluta claridad Benedicto XVI: “ la nueva
evangelización es lo contrario de la autosuficiencia y del replegarse en sí
mismo, de la mentalidad del “status quo” y de una concepción pastoral que retiene como suficiente el continuar
haciendo como se ha hecho siempre. Es tiempo que la Iglesia llame a las propias
comunidades cristianas a una conversión pastoral en sentido misionero de sus
acciones y de sus estructuras.” [17]
Esta indicación fue actualizada para nosotros, Orionitas, por Juan Pablo
II: “Su Familia religiosa encontrará, estoy convencido, si sabrá abrirse a una
auténtica conciencia misionera, razones ideales y estímulos concretos para un
constante crecimiento y un vivo renacimiento evangélico. Siendo fieles, de tal
modo, a la herencia espiritual dejada por Don Orione, ustedes serán en este
tiempo los continuadores de su servicio a la causa de Cristo y del mensaje salvífico”.
[18]
CORRESPONSABILIDAD Y PARTICIPACIÓN DE LOS LAICOS.
El
punto de partida de la corresponsabilidad de los laicos en la misión está dado
por el hecho de que “Los fieles laicos, en razón de su participación en la
misión profética de Cristo, son plenamente integrados en este deber de la
Iglesia” (Crhistifideles laici, 34) y, de hecho, “el compromiso evangelizador
de los laicos está cambiando la vida eclesial” (RM 2) y esto representa un gran
signo de esperanza para la Iglesia.
“
Los sectores de presencia y de acción misionera de los laicos son muy amplios”
(RM 72) en toda la Iglesia y también en la misión orionita, en la cual las
obras caritativas y sociales para los pobres no sólo acompañan la acción
misionera, sino que son en sí mismas misioneras, del momento que “nuestra
prédica es la caridad” y “ las obras de caridad son la mejor apología de la fe
católica”. En una misión orionita hay muchos puestos para los laicos: para
catequistas y para albañiles; para quien da clases, para quien hace de comer,
para quien es enfermero; para quien sabe guiar un grupo y para quien sabe
conducir vehículos; para quien – hombre o mujer – sabe cuidar la casa, sabe dar
acogida y ofrecer una ayuda en las pequeñas necesidades cotidianas de la
misión.
Con
este espíritu fue lanzado un especial llamado misionero a los laicos. [19] No
pocos laicos son ya protagonistas también en la missio ad gentes: laicos del
lugar, ante todo, pero también laicos que van a la misión. [20] Es necesaria
una formación, una coordinación. Son apenas una primicia, por ahora, pero hay
grandes posibilidades. El CG 13 pide
“favorecer experiencias misioneras de voluntariado laical” (n. 118). [21]
Debemos pedir y valorizar aquello que es específico de ellos en el sentido de la indicación dada por Juan Pablo II en la carta al Movimiento Laical Orionita: “Invito a los laicos que eligieron compartir el carisma orionita viviendo en el mundo a ser celosos y generosos para ofrecer a la Pequeña Obra de la Divina Providencia “la contribución preciosa” de su secularidad y de su específico servicio. El Movimiento Laical Orionita favorecerá de esta manera la irradiación espiritual de su Familia religiosa... para una siempre más eficaz actuación de su específica misión en la Iglesia y en el mundo” [22]
No hay comentarios:
Publicar un comentario