Don Orione fue un enamorado de Cristo de un Cristo presente, real, vivo, lo ve vivo en los pobres, su pasión de amor ante todo lo une a Cristo, él no puede vivir sin El. Asume la defensa de los pequeños, en el deseo de vivir la Palabra de Dios, cuyo centro es la CARIDAD, a “Ver y Sentir a Cristo en el Hombre”: SERVIR EN LOS HOMBRES AL HIJO DEL HOMBRE.
Su encuentro con Cristo Crucificado, se debe a la comunión intima que siempre tuvo con el Señor, esto nos lleva al amor del hijo hacia el Padre y viceversa que es el resultado del amor del hijo hacia el hijo.
En su vida no hubo RUPTURAS, su unión con Cristo Jesús fue creciendo cada vez más, identificándose con EL y así determinar su vida y su obra en “Instaurare Omnia in Christo” haciendo de Cristo el corazón del mundo, que hoy se ve reflejada en sus hijos.
En cuanto a rupturas y CONTINUIDADES con sus contemporáneos, los cambios no fueron radicales, si integradores, más bien es una actualización del carisma, siempre respetando la fuente.
Esa fuente Evangélica, esa savia que dio vida a “la planta única, con muchas ramas” está en las palabras, ejemplos, opciones de vida, que no deja lugar a dudas: el sintió, vivió y transmitió a Cristo.
EL es el centro, por eso hoy vemos la gran sintonía de Don Orione con el Papa Francisco “Cristo que vive en la Iglesia, la Iglesia que vive en “Pedro” el Papa. Así las páginas del Evangelio se unifican en el carisma de Don Orione y en el nuestro, haciendo una exégesis viviente de la vida de la Iglesia: contribuir a la Unidad de los hijos con el Padre, Restaurar esa unidad rota con el Padre, unirnos con el Papa, para establecer “Omnia in Christo”.” ESA ES NUESTRA REGLA”
Así Jesús pasa a ser la razón de nuestro vivir y de nuestro operar y nos inserta en el “Proyecto de Dios”.
Los momentos vividos no solo en la reciente pandemia, también con las inundaciones,sequías,incendios forestales,con situaciones económicas alarmantes, en la que se perdieron vidas en miles de familias: en el mundo, en nuestra patria, en nuestra comunidad,nos hicieron ver con gozo en el Señor que estamos tras las huellas de nuestro fundador,ya que hemos actuado “orioninamente” .
La caridad en todos sus aspectos se hace presente, las familias con necesidad de todo : tanto del pan material como el Pan espiritual, éste último lo tenemos asegurado con nuestros sacerdotes que por todos los medios posibles nos asisten espiritualmente, pero para los que todavía no lo conocen y se sienten solos, desesperados, angustiados, ante lo mínimo necesario, se abrieron las puertas de la providencia, todos ayudamos, los que no corren riesgos asisten a los que más necesitan,” la gente escucha el llamado supremo a la generosidad, apelación inmensa a la hermandad que suscita entre los innumerables fieles una realidad de comunión en Cristo”, sabiendo que también nosotros nos hacemos Pan. y Sentir a Cristo en el Hombre”: Servir en el hombre, al hijo del hombre".
Luis Orione fue un sacerdote comprometido con los necesitados, los más pobres y los excluidos. En esta política social, por medio de acciones caritativas, promovió la dignidad humana de tantos excluidos. Los laicos orionitas estamos invitados a seguir los pasos del Santo Fundador en el servicio a los últimos. Haciéndonos eco de las enseñanzas de nuestro Santo, que dijo: “la caridad debe ser nuestro ímpetu y nuestro ardor, pues somos apóstoles de la caridad de Jesucristo”, hemos sido convocados para servir a los pobres. ara actualizar más los modelos históricos de nuestro Fundador, estamos obligados a amparar a los ancianos solitarios sin recursos, a los enfermos pobres sin asistencia hospitalaria y a tantos jóvenes enganchados a las drogas. El servicio generoso de caridad es un camino fecundo de evangelización cristiana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario