Don Orione
y la presencia eclesial de los
negros en Brasil
1) ¿Dos
“nuevas” Congregaciones para negros?
Otra cosa
poco conocida del primer viaje latinoamericano, es que Don Orione pensó fundar
dos Congregaciones “de negros”: una femenina y una masculina.
¿Y de dónde
sacó tan peregrina idea?
En carta al
P Montagna, del 11 de octubre de 1921, Don Orione escribe:
“yo tendría
en mi corazón la intención de hacer algo por las vocaciones de mulatos y
negros, y para las negras Negros y negras son rechazados en todas las
congregaciones y seminarios Y también muchos Obispos no los quieren en sus
seminarios ¿Acaso la vocación es sólo para blancos?
Yo me
entiendo en esto con San José y con un gran Arzobispo de Brasil, negro él
también, y quizás el único deseoso de ocuparse de la vocación de negros y
negras
Así como tenemos
hermanas ciegas, así también — si Dios quiere— tendremos una rama de hermanas
negras, y ayudaremos a las vocaciones de los negros, que estarán al servicio
del bien de los otros negros”1 Cuatro días después, al P. Sterpi, le escribe:
“Necesito
encontrarme con el Arzobispo de Mariana para ponernos de acuerdo para hacer
algo por las vocaciones de negros y negras que no son admitidos en ninguna
Congregación, quizás sea por buenos motivos, pero sin duda que es una
exageración. Dios no ha podido restringir las vocaciones al color de la piel; y
para justificar lo que yo quisiera hacer bastaría el propio Arzobispo de
Mariana, el más santo y docto de los Obispos de Brasil y tan celebrado escritor
que fue elegido (sólo él de entre el clero) como miembro de la Primera Academia
de Letras de Brasil El Arzobispo de Mariana es un negro, un mulato en realidad,
pero con todas las características de los negros verdaderos. Con él estamos de
acuerdo y estamos haciendo una novena a San José.
Cuando los
otros Obispos lo sepan no sé lo que dirán, y yo caeré en desgracia de algunos
de ellos; pero tendré a Dios conmigo y los pies bien firmemente plantados en
Brasil”
Podría pensarse en una ocurrencia pasajera,
fruto del impacto de ver personalmente la gran cantidad de población de color
en Brasil, en esos primeros días de su llegada, en contraste con el hecho que
no se admitían negros en los seminarios y congregaciones religiosas
Con más
razón, si pensamos que esa idea no vuelve a aparecer más en los escritos del
Fundador.
Pero la
cantidad de referencias que encontramos en sus cartas de ese tiempo, el diálogo con el Arzobispo (“negro”, o más
bien mulato) de Mariana, Mons Gomes Pimenta, y también con la Madre Michel,
hace pensar que no fue sólo una ocurrencia pasajera Y por lo menos merece un
intento de explicación, dentro de los vastos horizontes de ese “corazón sin
fronteras”, como el de Don Orione
Señalemos
que alrededor de 1920, la “política” general de la Santa Sede empezaba a
cambiar, respecto de los países “de misión”. Hasta entonces era práctica normal
no nombrar Obispos autóctonos, sino “blancos”, provenientes de los países
coloniales europeos Por ejemplo en África, los Obispos de las zonas bajo
control colonial francés, eran hasta entonces franceses y no africanos
Y en
Brasil, país de alta población negra y mulata, Don Orione se encuentra con que
las personas de color no tenían prácticamente acceso a la Ordenación Sacerdotal
o la Vida Religiosa:
“Negros y
negras son rechazados en todas las Congregaciones y seminarios Y también muchos
Obispos no los quieren en sus seminarios ¿Acaso la vocación es sólo para
blancos?”,
le escribe
al P Montaña, como recordamos más arriba