Don Orione: un hombre de Dios
En su carta “La única cosa necesaria”, el P. Flavio
Peloso nos recuerda cual fue el secreto de Don Orione.
En las actas del proceso de canonización de Don Orione
se encuentra el cuento de un episodio testimoniado por Don Giovanni Venturelli.
“Todavía viviente Don Orione, entre los cohermanos, surgió la pregunta cuál
fuese el aspecto más profundo, justificativo de toda la vida y la acción de
nuestro Padre; las respuestas fueron variadas, poniendo la explicación del
“fenómeno” Don Orione algunos en la caridad, otros en su piedad, otros en otros
detalles de su personalidad. A un cierto punto intervino el recordado Don
Biagio Marabotto haciéndonos callar y poniéndonos de acuerdo preguntándonos:
“Pero digan: ¿qué es lo que explica todo en Don Orione? ¿No es Dios? He aquí
cosa es, sobre todo, Don Orione: un hombre que vive de Dios”.
Visitando el mundo orionino a menudo me sucede de
escuchar alabanzas, cumplidos y exaltación por lo llevado a cabo por cohermanos
“fenomenales”. Gozo, pero me siento más tranquilo y aplaudo con más ganas
cuando escucho, en primer lugar, de entre los títulos de alabanza: “es un
hombre de Dios”.
Ser “hombres que viven de Dios”: es este el objetivo y
la contribución de nuestra vida religiosa. De este nuestro ser deriva nuestro
nuevo (es decir auténtico) hacer apostólico, nuestro papel como comunidad y “a
través de las obras de caridad”
Fuente p. Facundo Mela