Durante ese mismo viaje, Don Orione tuvo miedo por un temporal y pozos de aires que afectaban el vuelo, y según sus propias palabras, elevó su vista al Cielo y rezó. En agradecimiento al Señor por haber pasado el susto, hizo el Santo una promesa, conocida entre la familia orinita como el “Voto de Don Orione”. Redactado de su puño y letra, en él prometía a Jesús construir una Ermita en Las Cuevas, bien cerca del monumento al Cristo Redentor, bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, para que Ella protegiera a los pueblos de Argentina y Chile a modo de agradecimiento y también para pedir por la unión de ambos paises.Dejaba encargado a sus sucesores cumplir su voto, si él no alcanzaba a hacerlo.
Mas de 40 años después, sus devotos consiguieron que se erigiera una construcción de piedra a 3.800 metros de altura. Y así como hay quienes aseguran que Don Orione y su comitiva se salvaron por un milagro -teniendo en cuenta que era la década del '30-, también podría considerarse que la Divina Providencia obró para que los fieles pudieran hacer realidad la promesa del santo italiano.
Antes de regresar a Europa, Don Orione encomendó a los religiosos que, si él no podía hacerlo personalmente -de hecho falleció cuatro años después-, se encargaran de levantar la ermita (se denomina así a los oratorios erigidos en sitios despoblados). Además, bendijo en Buenos Aires una imagen de 200 años de antigüedad de la Virgen del Carmen, que había sido traída desde Barcelona, y pidió que fuera colocada en el altar de la capilla en la montaña.
Sin embargo, la tarea no era sencilla, ya que además de conseguir los recursos para la construcción y el terreno, había que sortear otras dificultades por la ubicación: la distancia y el clima (que sólo permitía trabajar unos pocos meses al año). Por eso, los sacerdotes propusieron a los fieles que crearan una Comisión Pro-Ermita, que finalmente logró, en el transcurso de 17 años, que la Provincia les cediera en comodato un predio en Las Cuevas y que luego se encargara de la obra. Pero también reunieron, gracias al aporte de fieles de todo el país, el dinero necesario para equipar el edificio.
En 1962 el Padre Víctor Colombara, Director de la Obra y Párroco en Mendoza, tramitó en Roma el permiso para dar cumplimiento a la promesa.
Autoridades civiles, eclesiásticas y militares de Mendoza colaboraron desde sus ámbitos y, por decreto 3.577 de 1965, el entonces gobernador Francisco Gabrielli ordenó la construcción de la ermita.
En 1970 el proyecto fue aprobado y en 1973 el Superior General de la Congregación ordenó el traslado de la hermosa imagen de estilo barroco de Nuestra Señora del Carmen desde la parroquia de Godoy Cruz a Las Cuevas. La imagen era una talla de madera perteneciente a una distinguida familia de Buenos Aires, bendecida por Don Orione en 1936 para, según su deseo, ser entronizada en la ermita.
El 27 de noviembre de 1977 se realizó la ceremonia de inauguración y entronización de la imagen en la Ermita.Para esa fecha compartire con ustedes un escrito del padre Pietro Ferrini Vicini que tuvo la gentileza de enviarme