SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


lunes, 3 de noviembre de 2014

ENTRONIZACIÓN DE ESTATUA DON ORIONE EN MÉXICO Y ACOLITADO HNO JOSÉ ALMIRÓN BARRIENTOS



EL SUPERIOR GENERAL DON FLAVIO PELOSO EN VIAJE A MEXICO ,LOS DÍAS 1 Y 2 DE NOVIEMBRE VISITÓ  LA COMUNIDAD DE NEZAHALCOYOTL,DONDE  ENTRONIZÓ UNA ESTATUA DE DON ORIONE, SIMILAR A LA QUE EL MISMO SUPERIOR REGALÓ HACE DOS AÑOS AL MLO EN VISITA A BARRANQUERAS,LA ESTATUA REPRESENTA A DON ORIONE CONDUCIENDO A UN NIÑO FUERA DE LOS ESCOMBROS DE LA POBREZA Y EN LA OTRA MANO LE OFRECE EL EVANGELIO QUE DICE " SOLO LA CARIDAD SALVARÁ AL MUNDO ".LA ESTATUA ES UNA REPLICA DE LA QUE SE ENCUENTRA EN LA BASÍLICA DE SAN PEDRO EN ROMA.
EN LA OPORTUNIDAD TAMBIÉN  RECIBIÓ EL MINISTERIO DE ACÓLITO EL HERMANO JOSÉ ALMIRÓN , QUE ESTUVO E BARRANQUERAS SIRVIENDO EN LA COMUNIDAD Y QUE ES ORIUNDO DE COLONIA ELISA, CHACO.

4 DE NOVIEMBRE RECORDAMOS A DON CARLO STERPI



 El 4 de noviembre de 1932, día de San Carlos, estábamos reunidos –estudiantes de filosofía y de teología– en el augusto refectorio de la Casa Madre de Tortona para hacerle un poco de fiesta a Don Sterpi. Es notorio cómo él sufría –aún agradándole por los sentimientos que la inspiraban– aquellas manifestaciones de afecto y aquellos inevitables elogios que nuestra juvenil retórica –toda sinceridad y calor– le dirigía.
Entre otros, habló el estrambótico y jocoso de Don Mussa: con gran arrojo comenzó sus palabras y luego, con un fuerte giro, dijo, dirigiéndose al festejado:
“¡Sterpi! ¡Sterpi!… ¿nos permites que te lo digamos?… ¡Sterpi! ¡qué feo nombre! ¡Sterpi! ¡qué feo nombre!… e insistía.
Don Sterpi –con la cabeza sobre la mitad de la espalda, la boca cortada por una sonrisa esperaba a donde iban a terminar esas palabras; miraba a Don Orione. Nosotros, buen milagro, estábamos silenciosos, a su vez llenos de curiosidad y un poco mortificados por el audaz y casi irrespetuoso vocabulario del acalorado orador. Este recomenzó imperturbado:
–¿Quieres, Padre, que hoy, por ser tu onomástico, te lo cambiemos?…
Te daremos un nombre más hermoso, más digno de ti… te llamaremos: “prado”… ¿Estás contento?…”
Don Sterpi abrió, como pudo, toda su sonrisa. Nosotros estallamos en un prolongado, consenciente aplauso, mientras Don Mussa, continuando, daba precisas motivaciones a su propuesta: y en que allá con nosotros, ese día, estaba toda la Obra, para confirmar que ningún elogio era más correspondiente a la verdad, sincero y merecido, que aquel…
Sin duda, quedándose en el simbolismo del prado, cada uno de los Hijos de la Divina Providencia presentes y ausentes, habría podido agregar la flor del testimonio personal hasta demostrar que aún más exacto y justo habría sido hablar de “jardín”…
Junto a Don Sterpi, rodeado de un tupido grupo de superiores, Don Orione sonreía, señalando fuertemente que “sí” con la cabeza: también el estaba de acuerdo en que, lo que habían dicho quienes intervinieron, era verdad. Vivir con los Santos y colaborar con ellos no es precisamente una cosa muy fácil. Los Santos son siempre hombres de excepción, innovadores, audaces, inquietos y –para expresarnos– desprejuiciados en el bien, siempre “revolucionarios” a su vez, seguramente no siempre a la medida de quien los flanquea, los sigue, los quiere imitar, especialmente cuando ello comporta renuncias no comunes, sacrificios y mortificaciones.
La sonrisa de Don Orione, también en aquel día, certificaba –aunque la humildad tal vez le impedía pensar en lo que aquí se dice –que su fidelísimo Colaborador había sabido comprender y revivir en sí su vida íntima de hombre de la caridad– proyectado para alivio de todas las miserias del cuerpo y del espíritu– que había sabido mantener el paso detrás de él en el surco de las iniciativas benéficas, de su apostolado; y sobre todo que la vida de Don Sterpi había sido no una inerte renuncia a la propia personalidad, sino una abierta voluntad de conformarse con él a los proyectos de la ProvidenciaComo bien sabemos, Don Orione no derrochaba elogios a sus religiosos: decía la palabra suficiente para hacer resaltar méritos o impulsar iniciativas; por lo demás dejaba que, del bien realizado por cada uno, fuese testigo el Señor y que la alabanza última venga luego del “venite benedicti del Padre mío”… (Sean bendecidos por mi Padre).
Por eso, además de la confidente deferencia y la fraterna consideración que mantenía con Don Sterpi –la amistad “verdadera y sincera”, son sus palabras, “nutrida por cincuenta años hacia él”–, el Fundador ha dejado pocos y breves elogios escritos. Entre ellos, los dos tomados aquí para comentar, que evidencian dos prerrogativas: “el continuador según su corazón “y el” una verdaderamente una”.

4 DE NOVIEMBRE SAN CARLOS BORROMEO



San Carlos Borromeo
San Carlos Borromeo (Arona, Ducado de Milán, 2 de octubre de 1538 - Milán, 3 de noviembre de 1584). Cardenal sobrino de Pío IV, arzobispo de Milán y el típico representante del Obispo santo y reformador de la época postridentina.
Segundo hijo del conde Gilberto Borromeo y de Margarita de Médicis, hermana de Pío IV. A los ocho años de edad (15 de octubre de 1545), recibió la tonsura clerical y poco más tarde fue enviado a Milán para cursar los estudios humanísticos con el preceptor Bonaventura Castiglioni. En el otoño de 1552 se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Pavía, donde el 6 de diciembre de 1559 obtuvo el doctorado in utroque jure. El 25 del mismo mes fue elegido Papa su tío, el cardenal Juan Ángel de Médicis, que tomó el nombre de Pío IV. Este hecho fue decisivo en la vida del joven Carlos. El nuevo Papa, al día siguiente de su elección, lo mandó ir a Roma y lo colmó de honores y dignidades: protonotario apostólico y referendario de la Signatura (14) (13 de enero de 1560); Cardenal (31 de enero de 1560) (15); administrador de la diócesis de Milán (7 de febrero de 1560); administrador de las legaciones de Bolonia y de Romaña (26 de abril de 1560) (15), etc. Pero el cargo más importante que le dio fue el de la administración de los Estados de la Iglesia y el de la Secretaría de Estado. Contaba entonces Carlos Borromeo 21 años. Por primera vez el nepotismo pontificio del Renacimiento daba a la Iglesia un Cardenal santo. En él halló Pío IV el más fiel y abnegado colaborador de su pontificado. Era de estatura algo más que mediana, grandes ojos azules, cabello negro, nariz larga y tez pálida. Llevó barba corta y desaliñada hasta que en 1574 mandó al clero que se la cortase precediendo él con el ejemplo (36). La impresión que producía en los embajadores era de timidez y modestia, hasta el punto de tenerle algunos por poco apto para los cargos. Un defecto de la lengua que lo hacía precipitarse al hablar, reforzaba todavía la impresión desfavorable. Pero la práctica en el oficio, la energía de su carácter y su espíritu sobrenatural le fueron dando mayor destreza en el desempeño de sus funciones, hasta quedar patente su extraordinario talento de gobierno. El trabajo de la correspondencia diplomática era imponente, pero le secundaba eficazmente Tolomeo Gallio, antiguo secretario del cardenal de Médicis y luego Cardenal. Con él acudía todas las mañanas a su tío (el Papa) para presentarle los resúmenes de la correspondencia recibida y tomar nota de las respuestas que había que dar. ¿Fue Carlos Borromeo el principal responsable de los actos de su tío? Se ha exagerado en ambos sentidos. Al adquirir con la experiencia un sentido más rápido en el despacho de los negocios, fue teniendo también más libertad de movimientos. Pero siempre se mostró fiel intérprete del pensamiento y del gusto del Pontífice, aun en cosas contrarias a su propia opinión. Al mismo tiempo, el Papa recibía gustoso las sugerencias del sobrino que poco a poco tuvieron un mayor influjo sobre él. El Cardenal respondió plenamente a las esperanzas de Pío IV. Una fecha divisoria en la vida interior de Carlos Borromeo fue la de su ordenación sacerdotal (25) (el 17 de julio de 1563). Su anterior vida como Cardenal no era licenciosa, pero tampoco era hombre de oración y penitencia asceta de los años posteriores. Amaba extraordinariamente la caza y a ella se dedicaba, según algunos, con mayor entusiasmo del que convenía a su dignidad. Jugaba al ajedrez y se divertía con la música. Él mismo tocaba el laúd y el violoncelo. Le gustaba la pompa y la fastuosidad. Le atraían grandemente las veladas literarias y para ello fundó una academia con el nombre de Noches Vaticanas. Pero su hermano Federico, a quien el Papa acababa de nombrar capitán general de la Iglesia, murió inesperadamente por un acceso de fiebre (19 de noviembre de 1562). Esa muerte causó hondo dolor al Papa y a su sobrino preferido y al nepote. Incluso corrió el rumor de que Carlos Borromeo, ya subdiácono, sería dispensado del celibato, para continuar el apellido familiar. Pero Pío IV lo desmintió categóricamente y lo ratificó como Cardenal. En 17 de julio de 1563 fue ordenado sacerdote y el 7 de diciembre del mismo año fue consagrado Obispo. Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio ayudaron también mucho en su cambio de vida. Antes de su ordenación sacerdotal se retiró a la casa profesa de los jesuitas para hacer los Ejercicios bajo la dirección del P. Juan Bautista Ribera. En adelante el P. Ribera fue su director espiritual. El cambio obrado en su espíritu comenzó pronto a manifestarse exteriormente. Renunció a sus diversiones preferidas y fue tal la austeridad de su comportamiento personal que disgustaba a su mismo tío, que llegó a prohibir a los PP. Ribera y Laínez pisar en adelante el palacio de su sobrino Cardenal. Pero el P. Carlos no disminuyó sus penitencias. Al contrario su ejemplo, arrastró a otros, e incluso a su mismo tío, el Papa.
Concilio de Trento
El Papa Pío IV fue el autor de la tercera convocatoria del concilio de Trento. El P. Cardenal, Borromeo, fue nombrado secretario de Estado, dirigió la negociación previa y toda la correspondencia entre Roma y Trento. También logró Carlos Borromeo que el Concilio reservara al Papa la reforma de la curia romana. A partir de 1563 se suavizó la tirantez entre Roma y Trento. El cardenal sobrino del Papa concentró sus esfuerzos en la terminación del Concilio, el 26 de enero de 1564. Fue nombrado arzobispo de Milán, a los (25 años) y de inmediato quiso implantar en su diócesis las reformas del Concilio. Abrió un seminario diocesano, con un director y 30 profesores jesuitas. En 1565 recibió noticias alarmantes sobre la salud de su tío. Apresuró entonces el paso y a duras penas llegó a tiempo para administrarle los sacramentos (9 de diciembre de 1565)
Milán
Celebrado el cónclave en el que fue elegido el nuevo Papa, trató en seguida de volver a su diócesis, adonde llegó el 5 de abril de 1566. Milán era una de las diócesis más importantes de Italia y llevaba mucho tiempo abandonada por sus pastores. Comenzó en seguida una reorganización de la diócesis. Nombró a un vicario general, y cuidó especialmente por la integridad de los funcionarios y la gratuidad de los servicios. Urgió el cumplimiento de lo prescrito en el concilio referente a la redacción de los libros parroquiales (bautismo, confirmación, matrimonio y sepultura). En 1574 dio normas precisas sobre el modo de llevar estos libros y ordenó el envío anual de un ejemplar al arzobispado. Su principal preocupación fue la formación de un clero capaz y virtuoso. Por eso dedicó al seminario su atención preferente. Para atender mejor a las necesidades pastorales de la diócesis, fundó la Congregación de Oblatos de S. Ambrosio, sacerdotes a ir a donde se les enviase. Cuidó también de la educación de la juventud y fundó el Colegio Helvético para suizos católicos; el Colegio Borromeo en Pavía; el Colegio de Nobles de Milán; la Universidad de Brera, confiada a los jesuitas, etc. En el aspecto social, creó obras de beneficencia y de rehabilitación: asilo de arrepentidas, orfanatos, asilos nocturnos, etc. Aunque era de carácter autoritario e intransigente, organizó la acción apostólica de la diócesis utilizando la ayuda de las órdenes religiosas. Hay un acontecimiento célebre en la vida de San Carlos que define la heroica abnegación y sentido de responsabilidad de su cargo: la llamada peste de S. Carlos. Cuando el 11 de agosto de 1576 hacía su entrada solemne en Milán D. Juan de Austria, que marchaba camino de Flandes, estalló la espantosa noticia de que había peste en la ciudad. Aquel mismo día prosiguió D. Juan su viaje y los milaneses comenzaron a aprestarse para luchar contra el terrible enemigo. Borromeo, que se encontraba fuera de la ciudad, al saber la noticia aceleró la vuelta para tomar las medidas oportunas. Los hogares rebosaban ya de apestados, a los que faltaban no sólo los auxilios materiales, sino también los espirituales. El Cardenal Borromeo comprendió cuál era su deber. Hizo pedir limosna por la ciudad y de su patrimonio vendió los objetos preciosos que le quedaban. Incluso cedió las colgaduras de su palacio para hacer ropas. Dormía escasamente dos horas para poder acudir personalmente a todas partes, visitaba todos los barrios alentando el ánimo de los que desfallecían, administraba él mismo los últimos sacramentos a los sacerdotes que sucumbían en aquella obra de caridad. Despreció el peligro de contagio, y ordenó un triduo de oraciones públicas y procesiones. Pero la peste siguió en aumento durante el otoño y todo el año siguiente de 1577. Hasta el 20 de enero de 1578 no se declaró su extinción. Por su extraordinaria conducta durante la peste, aquella dura prueba se denominó la peste de San Carlos.
A la administración central de la diócesis, añadió las visitas pastorales de los extensos territorios de su jurisdicción, Intervino activamente en los cónclaves de Pío V y Gregorio XIII para asegurar una elección digna. En fin, fue un celoso pastor y un obispo reformado y reformador según el concilio de Trento.
El Cardenal de Milán, con la acerada rectitud de su carácter se presenta a los ojos de sus contemporáneos y de la posteridad como uno de los grandes hombres que lo sacrificaron todo para hallarlo todo; que renunció a todo y por su renuncia ejerció un inmenso influjo sobre él. Fuera del fundador de la Compañía de Jesús, ningún personaje ejerció tan honda y duradera influencia en la restauración católica como S. Carlos Borromeo.
Su cuerpo se conserva incorrupto en la cripta de la catedral de Milán, Fue canonizado el 1 de noviembre de 1610. Su fiesta se celebra el 4 de noviembre.

ITINERARIO ORIONITA EN CLAYPOLE,¡¡¡ BARRANQUERAS PRESENTE!!!!



La Escuela de Formación Orionita de Buenos Aires informa que el sábado 8 de noviembre se realizará el Sexto y último Encuentro del ciclo 2014 en Claypole.
El encuentro, que llevará por título “Sólo se preguntará si tiene un dolor”, comenzará a las 9.00 hs. y será una Itinerario Carismático guiado por el Hermano Jorge David Silanes.
Miembros de la organización comentaron que “este cierre del ciclo 2014 de la EFO de Buenos Aires va a ser una verdadera fiesta. Cuando programamos esta última clase, nunca pensamos que iba a convertirse casi en un Encuentro de Familia Orionita Sudamericana, donde participarán laicos y religiosos de Paraguay, Chile, Brasil y por supuesto de Argentina...pero no sólo de Buenos Aires sino que también nos acompañará un grupo de laicos de Barranqueras. A esto le sumamos la alegría de estar en Claypole, donde el mismo Don Orione estuvo, donde actualmente habita su corazón y donde están las perlas más preciadas de la familia: los residentes. ¿Qué más podemos pedir?. Deo Gratias por este fin de año”
BARRANQUERAS SE SUMA A ESTE ITINERARIO ¡TRAS LOS PASOS DE DON ORIONE !! EN CLAYPOLE !! UN GRUPO DE 24 PERSONAS ESTAREMOS PRESENTE SI DIOS LO PERMITE PARA SER GUIADOS POR EL HERMANO SILANES, POR ESTE FARO DE LUZ  DE LA OBRA DON ORIONE. 

MISIÓN JUVENIL NEA PAR