SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


lunes, 27 de noviembre de 2023

DON ORIONE SE PONE FRENTE A LA HISTORIA Y LA ANALIZA

 


Don Orione se pone frente a la historia, la penetra y la analiza, tratando de descifrar “los signos de los tiempos”. Percibe una situación caótica, oscura, donde parece prevalecer el poder de las tinieblas, tanto en la Iglesia (atacada, dividida) como en los pueblos (“cansados, desilusionados”). Comprende también que esta situación está cambiando, ya había dicho en 1905; que “la humanidad estaba viviendo un período de grandes trasformaciones sociales” (cfr. cap. I) y en la carta de 1936 parece afirmar con más énfasis la inminencia de un acontecimiento que modificará mundo.

¿Se refiere a algo inminente? Pareciera que sí, ya que Don Orione había intuido la proximidad de la segunda guerra mundial, y esta frase podría ser una alusión a la misma.

De todos modos, puede afirmarse que, como en todo oráculo profético, al anunciarse un hecho próximo está oculto un mensaje que va más allá del mismo y aún de sus consecuencias inmediatas. La frase “el pasado que cae” se puede muy bien interpretar, en el pensamiento de Don Orione, como la sociedad moderna construida al margen de Dios y de la Iglesia y que en sus estructuras reina el cansancio, la oscuridad, el mal (consecuencias del pecado).

También el tiene una visión de un futuro más inmediato: aquí en base a los escritos de Don Orione no se ve con total claridad a qué “futuro” se está refiriendo. A veces pareciera que señala una realidad intraterrena, otras en cambio, a que alude una situación definitiva, escatológica.

Don Orione ante semejante visión de un mundo camino a la destrucción se pregunta: “¿Qué saldrá de tanta ruina?, y entonces exhorta a la fe y a la esperanza: ¡Somos Hijos de la Divina Providencia y no desesperemos, antes bien confiemos mucho en Dios! No seamos de esos catastróficos que creen que el mundo termina mañana... puesto que considero y creo firmemente que el último en vencer será Dios  25…. “la efusión del Corazón de Dios no se pierde por los males de la tierra, y el último en vencer será el Señor...”

Don Orione interpreta la historia desde una perspectiva de fe, por ello ve claro y cierto —con la certeza de la Fe— el triunfo definitivo del Señor aparentemente empañado por las graves circunstancias históricas. Él está arraigado en esta convicción: el triunfo se ha dado en germen por la muerte y resurrección de Cristo, se realiza misteriosamente en el espacio y el tiempo por la Iglesia, se logrará definitivamente en la escatología.

El modo cómo Dios vencerá es a través del Amor Misericordioso:

“...y Dios vencerá con una infinita misericordia, ¡Dios siempre ha vence así!” 27

El que vence de otra manera pasa y no se habla más de él. Pasan los reyes, pasan los conquistadores de la tierra, caen las ciudades, caen los reinos; polvo y hierba cubren el fausto y las grandezas de los hombres, y los vientos y las lluvias destruyen los monumentos de sus civilizaciones. “Los bueyes, en las urnas de los héroes, apagan la sed”, cantó Zanella.

Todo pasa, sólo Cristo permanece. Es Dios y permanece.

¡Jesús permanece y vence, pero con la misericordia! 28

Dios no se impone por la fuerza ano a través de la suavidad del Amor.

El nuevo edificio social sólo puede ser reconstruido desde el Amor, no hay otra manera.

Pero Don Orione, la lucha violenta, el odio de clases, no podrá ser la opción que construya la nueva sociedad como pretenden las ideologías ella sólo podrá estructurarse informada por el amor hecho misericordia. Remarcará con mucha fuerza este aspecto.

¿Esta convicción del triunfo divino le hacía preguntarse: “Estamos en el alba de un gran renacimiento cristiano?  y se respondía que sí, porque: “¡Está por llegar una gran época!”, “…la de una sociedad restaurada en Cristo, más joven, más brillante...”

Don Orione vaticina una nueva sociedad.31 En su construcción Cristo interviene decididamente porque: “...Cristo tiene piedad de las muchedumbres... Avanza al grito angustioso de los pueblos: Cristo viene trayendo la Iglesia en su corazón y en sus manos las lágrimas y la sangre de los pobres, la causa de los afligidos, de los oprimidos, de las viudas, de los huérfanos, de los humildes, de los abandonados... El porvenir le pertenece a Él, a Cristo...”32

MISIÓN DE LA VIRGEN MARIA


       

1)     Del Ángelus del Papa Francisco (8/12/2019)

Me gustaría destacar también la palabra con la que María se define a sí misma en su entrega a Dios: se nombra «esclava del Señor». El “sí” de María a Dios asume desde el principio la actitud de servicio, de atención a las necesidades de los demás. Así lo atestigua concretamente el hecho de la visita a Isabel, que siguió inmediatamente a la Anunciación. La disponibilidad a Dios se encuentra en la voluntad de asumir las necesidades del prójimo. Todo esto sin clamor y sin ostentación, sin buscar un puesto de honor, sin publicidad, porque la caridad y las obras de misericordia no necesitan ser exhibidas como un trofeo. Las obras de misericordia se hacen en silencio, en secreto, sin jactarse de hacerlas. También en nuestras comunidades estamos llamados a seguir el ejemplo de María, practicando el estilo de discreción y ocultación.

Que la fiesta de nuestra Madre nos ayude a hacer de toda nuestra vida un “sí” a Dios, un “sí” lleno de adoración hacia Él y de gestos cotidianos de amor y de servicio.

 

 

2)     De los escritos de Don Orione[1]

 

Hoy, hay tantas cosas podridas; hay una pedagogía muy equivocada, muy equivocada!...

Hoy los niños ven tantas cosas antes de llegar a nosotros; saben ya tantas cosas. Hoy hay mucha, no digo libertad, sino tanta licencia y mala costumbre, hay tanto mal ejemplo hay tanto echado a perder,  en las familias y fuera de ellas, y están en boga pedagogías con criterios alejados de la pedagogía de la Iglesia y de las enseñanzas de Jesucristo; hay una necesidad mayor para que los niños, que la Divina Providencia nos manda, encuentren en nosotros ángeles. 

Digamos a la Santísima Virgen Inmaculada, nuestra buena Madre, que nos cubra a todos con su manto de misericordia y que nos tienda su mano; y nos conduzca Ella, que es nuestra Madre, nuestra Fundadora celeste y la verdadera guía en esta santa y tan necesaria virtud, que es nuestra fuerza y nuestra salvaguardia

Virgen mía, destruye hasta los cimientos de nuestros Institutos, el día en que los Hijos de la Divina Providencia dejen de ser tales que no puedan llamarse los predilectos de tu corazón por esta angélica virtud, por vos tan querida!

 

3) Oración de los Fieles:

 

Estamos en espera de cielos nuevos y de tierras nuevas, donde Tú,  Dios, estarás siempre con nosotros; donde la muerte no será más luto, ni grito, ni habrá más dolor

Ruega por nosotros, María

 

Estamos a la espera,  María, pero que sea una espera “muy activa”. El Reino de tu Hijo que esperamos, es un Reino en construcción.

Ruega por nosotros, María

 

Queremos entrar en esta gran obra del universo para colaborar con generosidad a su progreso a todo nivel.

Ruega por nosotros, María.

 

 

                 



[1] (DOLM Vol. III, pág. 2040)