Encontrándose todavía en Argentina, en Marzo de 1936,
mientras visitaba Rosario (provincia de Santa Fe), Don Orione les escribe a los
bienhechores y amigos de la Obra en Italia contándoles sobre la apertura del
Colegio Boneo y todas las acciones que estaba llevando adelante en nuestro
país, agradeciéndoles por toda la ayuda que recibía de ellos e invitándolos
como siempre a "¡Hacer el bien a todos, hacer el bien siempre, el mal a
nadie!"
Esa carta llamada "El himno de la caridad, el más
hermoso himno que se pueda cantar sobre la tierra" fue grabada por el
mismo Don Orione en un disco que posteriormente se envió a Italia para que se
reproduzca por la radio y de esta manera poder llegar con su propia voz a todas
aquellas personas que constantemente le brindaban su apoyo.
Queremos compartir con todos nuestros bienhechores y
amigos ese audio en donde lo podemos escuchar al Santo de la Caridad pedirnos
que "Sintamos, oh hermanos, el
grito angustioso de tantos otros hermanos nuestros, que sufren y anhelan a
Cristo; vayamos a su encuentro como buenos Samaritanos, sirvamos a la verdad y
a la Iglesia, en la caridad"
Buenos Aires, marzo de 1936
Don Orione a sus Benefactores y Amigos de Italia:
Aquí, estoy entre ustedes, oh queridísimos, con todo
mi espíritu.
No pudiendo ir aún a agradecerles en persona por la
benevolencia y caridad que continúan dando a mis pobres Institutos durante mi
alejamiento, me es caro mandarles por lo menos mi voz; ella les lleva gran
parte de mi corazón y la expresión de eterna gratitud.
Benefactores y Benefactoras, la caridad de ustedes me
conmueve hasta las lágrimas, no pasa día en que no los recuerde. Agradecido y
grato, rezaré y rezaré siempre por ustedes y por sus familias.
Sostenido por la ayuda de Dios, por la bendición del
Papa y de los Obispos y por vuestro válido apoyo, yo trabajo en humildad a los
pies de la Santa Iglesia para dilatar las tiendas de la caridad de Cristo, para
la salvación de los hijos del pueblo y de los emigrados italianos, y para el
consuelo de los infelices más abandonados.
En Rosario de Santa Fe he abierto ahora escuelas gratuitas para más de quinientos niños pobres, la mayor parte hijos de italianos. Últimamente he ido a Chile en un vuelo a más de cinco mil metros sobre los Andes, y también Santiago de Chile tendrá su Cottolengo mañana.“Charitas Christi urget nos”. Nosotros somos siervos inútiles, mas es la caridad, es el amor de Cristo y de los hermanos que nos anima, que nos empuja y nos apremia.