"+ Desde Santiago de Chile /2/2/1936
A mis queridos hijos en Jesucristo, a los amigos, a los bienhechores y celadoras de la Pequeña Obra de la Divina Providencia.
¡La paz del Señor esté siempre con nosotros!
La mano de Dios me ha abierto las puertas de Chile, siento la necesidad, oh mis queridos, de enviarles desde aquí un saludo lleno de santo cariño: porque pienso siempre en ustedes, rezo por ustedes y los llevo en el corazón en todas partes donde voy".
Aquí termina, en su comienzo, esta circular. Es un comienzo lleno de amor y de nostalgia y, por venir de Chile, donde hay puros corazones, no queremos que se pierda y nos alegra haberla publicado.
Pasó el domingo en comunicación con el Señor y escribiendo a sus hijos
Es difícil imaginar como don Orione haya transcurrido un día domingo sin actividades directamente pastorales. Había rezado con devoción y sin apuro su santa misa ayudado por los hermanos religiosos, conocidos como coadjutores.
No es improbable que haya asistido a otra por ser domingo como era costumbre en la congregación en esa época: participar en una segunda eucaristía.
Según el padre Manuel Acuña podría haber ido a rezar misa a las religiosas de Avda. Matta el colegio María Auxiliadora, o al liceo José Miguel Infante de General Mackenna, pero no parece ajustarse al tener que predicar y don Orione no hablaba en español.
"Pasado mañana estaré en Valparaíso" había escrito a don Sterpi y corresponde a este domingo. Se quedó en Santiago. Aprovechó al máximo el día y escribió mucho más que ayer.
Fuente: Don Orione en Chile Sueño e Historia pag 144