En el año 1919 encontramos a Don Orione en plena labor
apostólica, a través de la que se expande su pequeña congregación. Su
incansable actividad misionera estaba cada vez más comprometida con los
problemas sociales de su época. En aquel entonces se dejó conmover también por
el trato poco humano que se daba a los obreros de los arrozales. Hombres y
mujeres trabajaban duro de sol a sol en ambientes naturales difíciles y nocivos
para la salud. En el periódico “La Val Staffora” (18 de mayo de 1919), publicó
un llamado que nos da la medida del compromiso social de Don Orione:
Pasaron más de cien años desde aquel escrito. Hoy,
quienes caminamos tras sus pasos, continuamos comprometidos con los derechos de
nuestros hermanos más humildes. Seguimos trabajando para que niños y jóvenes
ejerzan el derecho de recibir una educación adecuada, de manera que se
transformen con el tiempo en el “orgullo de la propia familia, de la ciudad
natal y de la Patria que espera tanto de ellos”, como decía el mismo Luis
Orione. De igual manera nos ponemos al servicio de las personas con
discapacidad, garantizándoles el derecho a una vida digna, a la educación en
igualdad con todos y todas, a la no discriminación, a la salud, al ejercicio
pleno de sus derechos.
Estamos cerca ya de conmemorar los 100 años de la
llegada de Don Orione a la Argentina. La mejor forma de prepararnos para esta
celebración es renovar como Familia Orionita nuestra responsabilidad de
defender los derechos de nuestros hermanos más pequeños y desamparados, los que
gozan del privilegio de ser especialmente amados por Dios, y de este modo
recibir y acompañar siempre “la vida como viene”.
P. Gustavo Aime
Ex Superior
Provincial