9NO DIA NOVENA, SABADO 15 DE MAYO
REZAMOS POR LA PATRIA Y NUESTROS
GOBERNANTES
En este último día de la novena, el movimiento laical
orionita Barranqueras, unido a la familia orionita mundial y acompañando con
las intenciones a la Capilla San Luis Orione de esta localidad, pedimos a
través de estas reflexiones por nuestra Patria y sus gobernantes.
Partiendo de la
palabra de DIOS en Mateo que nos dice “El que quiera ser grande, que se
haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor
de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para
servir y dar su vida en rescate por una multitud.”
Dice el Papa Francisco: “Los gobiernos no son soberanos siempre, son delegados
del pueblo. La autoridad les viene de Dios a través del pueblo. Los gobiernos,
hablando sin ofender, incluso yo como gobernante, somos oficinistas de lo que
Dios nos manda a través de lo que nos delega. Cuando falta la consulta al
pueblo, falta soberanía”
también ha dicho “La política, si se lleva a cabo en
el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas,
puede convertirse verdaderamente en una forma eminente de la caridad”. Asimismo,
recuerda que el Papa San Pablo VI subrayaba: “Tomar en serio la política en sus
diversos niveles – local, regional, nacional y mundial – es afirmar el deber de
cada persona, de toda persona, de conocer cuál es el contenido y el valor de la
opción que se le presenta y según la cual se busca realizar colectivamente el
bien de la ciudad, de la nación, de la humanidad”.
¿Porque Don
Orione dijo que Argentina era su segunda Patria?
Don Orione encontró una Nación grande, generosa, rica
en extensión, en producción, pero con muchos pobres, pobres de amor a Jesús,
por falta de asistencia religiosa, pobres de miserias materiales, falta de
alimentos, salud, educación, y quiso abrazar a este pueblo argentino que lo
recibió con los brazos abiertos y no escatimó ningún esfuerzo.
El amor recíproco entre Don Orione y el pueblo
argentino se traduce en innumerables gestos de bondad y solidaridad que el
mismo Don Orione y los suyos convierten en obras para los niños, los jóvenes y
los más débiles de nuestra patria.
El mensaje de Don Orione es una invitación a mirar la
realidad para transformarla con la caridad. Una caridad que se realiza no como
paliativo asistencial, sino como promoción de justicia, de dignidad humana y de
salvación integral del hombre y de la sociedad.
Fruto de ese amor y reconocimiento, Don Orione escribe
en 1936
su Oración por la Argentina
¡Oh Jesús, que tanto has amado a tu patria ///y
consagraste el amor de patria
derramando lágrimas de sangre sobre Jerusalén, / //mira
con siempre mayor benignidad, oh Señor, ///a ésta, mi segunda Patria, a este
gran pueblo argentino,
que me hospeda; donde el soplo////de la más generosa y
cristiana caridad
ha dado vida al "COTTOLENGO ARGENTINO", //que
recibe a los pobres más infelices y desamparados ///de toda nacionalidad y toda
creencia!
¡Cuánta amabilidad, ///cuánta inteligente bondad he
hallado!
¡Cuánta virtud y cuánto bien he aprendido///de este
clero y de este pueblo!
En todos, y entre los ricos, y entre los pobres
obreros, ////he hallado corazones de príncipes. ///Ama, oh Señor, a la
Argentina, ////porque la Argentina ama a tus pobres.
La fe y la nobleza de corazón de esta nación////son
tan grandes, que bien merece
todas las bendiciones del cielo. //Brillen luego para
ella días siempre más bellos
de esperanza en la luz de Cristo, luz de la ciencia,
//de la libertad y del trabajo,
días llenos de prosperidad y de gloria". AMEN.
Hoy te pedimos por Argentina, por nuestro pueblo.
Ilumina nuestra patria con el sol de justicia, con la luz de una mañana nueva,
que es la luz de Jesús. Enciende el fuego nuevo del amor entre hermanos.
Unidos estamos bajo la celeste y blanca de nuestra
bandera, y los colores de tu manto, para contarte que: hoy falta el pan
material en muchas, muchas casas, pero también falta el pan de la verdad y la
justicia en muchas mentes. Falta el pan del amor entre hermanos y falta el pan
de Jesús en los corazones. Intercede ante nuestro Señor por este país que tanto
has amado.
¡¡ AVE MARÍA Y ADELANTE ¡!