El Padre Adolfo Barberis es el fundador de la
Comunidad de las Hermanas del Famulato Cristiano.
Nacido en Turín – Italia el 1 de junio de 1884,
ordenado sacerdote a los 23 años, llevó una vida muy activa como secretario del
cardenal Agostino Richelmy como experto en arte sagrada, pintor, editor y
periodista. Es elpropio cardenal
Richelmy quien le inspira a fundar el Famulato Cristiano para formar cristiana
y profesionalmente las empleadas domésticas –posteriormente funda la Comunidad
para apoyarlas en diferentes servicios orientados a las familias.
Después de la muerte del Cardenal Richelmy se dedica a
trabajar incansablemente en consolidad la Comunidad, al ministerio de la
predicación, al clero, a los religiosos y al pueblo de Dios en general
así como su devoto defensor en las continuas
discusiones sobre su autenticidad.
Visitado con frecuencia por la enfermedad, muere en la Casa General de
la Comunidad en vía Lomellina en Turín el 24 de septiembre de 1967, a la edad
de 83 años.
Venerable
La Causa de canonización la introdujo el cardenal
Giovanni Saldarini el 8 de febrero de 1995.
El proceso diocesano se concluye el 4 de julio de 1998
en la iglesia del Arzobispado de Torino.
El decreto de validez del proceso diocesano lo emitió
la Sagrada Congregación para la causa de los Santos el 26 de febrero de 1999.
El actual postulador es el Rdo. Padre Flavio Peloso y
le colabora la Hna. Silvana Minetti.
El Congreso de teólogos para el examen de la
heroicidad de las virtudes del Siervo de Dios se efectuó el 15 de enero del
2013 con éxito positivo.
El día 3 de abril de 2014, monseñor Adolfo Barberis fue declarado Venerable, tras un riguroso examen de la heroicidad de sus virtudes.
El Decreto sobre las virtudes heroicas fue promulgado el 3 de abril de 2014. Nota de don Flavio Peloso, postulador.
“Es claro que el Siervo de Dios Adolfo Barberis, sacerdote diocesano, Fundador del Instituto del “Famulato Cristiano”, ejerció heroicamente las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad tanto hacia Dios como hacia el prójimo, y también las virtudes cardinales de la prudencia, la justicia, la templanza y la fortaleza y las virtudes que les acompañan”.
Con estas solemnes palabras, contenidas en el Decreto promulgado por el Papa Francisco el 3 de abril de 2014 , se reconoce a Mons. Adolfo Barberis como “Venerable”.
Se celebra hoy 24 Septiembre , en Turín, en la sede de la Famulato cristiana el aniversario "Dies Natalis del venerable Adolfo Barberis, que fue Postulador por 12 años. Adolfo Barberis nació en Turín el 1 de junio de 1884, ordenado sacerdote el 29 en junio de 1907, que era entonces secretario - y mucho más -. del cardenal Agostino Richelmy gran maestro espiritual, predicador eficaz, artista plástico, el experto de la Sábana Santa, se hizo cargo del hogar y cientosde necesitados, llegó a Turín donde vivían en situaciones precarias estubo trabajando, en lo humano y espiritual. Ella dio a luz a una congregación de hermanas que vivían juntos como una familia que es "famulato" con los niños, porque les importaba. Sólo en la instalación principal de via Lomellina, Adolfo Barberis falleció el 24 de septiembre de 1967 a la edad de 83, y está enterrado en la iglesia de Jesús. el 3 de abril de 2014, llegó el decreto sobre las virtudes heroicas que reconoce Adolfo Barberis "Venerable". Adolfo Barberis es una muestra del clero Turín que ha sabido combinar los tres pilares de la formación sacerdotal Piamontés "altar", "púlpito", "confesionario" también "calle encuentro" y la proximidad a la gente y para los necesitados.
El siervo de Dios Adolfo Barberis forma parte de esa cadena ininterrumpida de santos sociales piamonteses que, a partir de 1800 con los diversos Cottolengo, Murialdo, Bosco, Orione, Michel, llega hasta nuestros días. "Signo evidente de la vitalidad religiosa y espiritual de Turín y del Piamonte -como observó recientemente Juan Pablo II- que ha dado a ese grupo de estupendas figuras de hombres y mujeres consagrados a Dios ya los hermanos". En este escalafón de campeones, Barberi se destaca por el corazón y la sonrisa de un padre.
