SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


domingo, 29 de noviembre de 2020

DON ORIONE Y LA VIRGEN MARIA




El rol de María como madre y como creyente se nos presenta como modelo a imitar en la grandeza de las virtudes que la adornan: su capacidad de mujer llena de fe, su personalidad orante, su disponibilidad ilimitada y generosa a la voluntad de Dios, su mirada intuitiva, atenta y previsora ante las necesidades de los demás, su servicialidad humilde al atender a su prima Isabel, su capacidad de sufrimiento al pie de la cruz, su saber estar dejando el protagonismo a su hijo en las bodas de Caná, su papel de madre y formadora que cuando no entiende guarda calladamente en su corazón las palabras de su hijo tras el hallazgo en Jerusalén….

Es muy notable e imprescindible la presencia de María en San Luis Orione, en su carisma y espiritualidad. Nos manifiesta una profunda y filial devoción mariana; y así nos lo refiere él mismo: “toda mi vida es gracia de María: lean en mi frente, en mis labios en mi corazón…allí está escrito: todo gracia de María… Mi vida es como una capilla de María llena de DEvotos y gracias recibidas de María”.

La relación de Don Orione con María es filial, amigable, afectuosa, sensible y que toca lo más entrañable de la existencia. Veamos, aunque sea brevemente, algunas características de la devoción mariana que se pueden expresar a través del carisma de Don Orione:

1. Considera a María bajo tres títulos que resumen para él la mariología cristiana :

– María como Madre de Dios (la Mater Dei): ésta será su jaculatoria preferida. Toda la grandeza de María brota de su maternidad divina; en vista de ello, preservada del pecado original, colmada de gracias y bendita entre todas las mujeres. Don Orione nos dice: hemos elegido el más hermoso título que honra a la Virgen María y por eso se convertirá en nuestra jaculatoria mariana: “Madre de Dios, ruega por nosotros”. En este título quedan resumidos todos los dogmas referentes a Cristo y a María. Nos manifiesta la verdadera naturaleza de la Virgen. La Mater Dei es signo y expresión del fin de nuestra Congregación.

– María como Madre de la Divina Providencia nos manifiesta la confianza total y el abandono de Don Orione en las manos de la Providencia Divina y de María. Ve a María como aquella que intercede, ayuda, protege, y cuida de todos sus hijos, pero especialmente de los más abandonados y necesitados de cariño y afecto maternal. Don Orione invoca a María a lo largo de toda su vida pero sobre todo en los momentos de peligro, ante las incomprensiones y calumnias, ante las necesidades de sus pobres, enfermos y ancianos, al abrir una nueva obra, cuando las deudas abundan y el dinero es poco. Entonces María no duda en acudir de mil modos y maneras en ayuda de sus hijos más queridos.

– También Don Orione considera a María como Madre de la Iglesia. La tradición de la Iglesia nos muestra el lazo que une a María con el pueblo de Dios, es decir, con la Iglesia. María está presente y ora con los discípulos en la espera del Espíritu Santo. En aquel día de Pentecostés, en el que nace la Iglesia, María acompaña a la naciente comunidad cristiana; y como en el nacimiento de Jesús también aquí da a luz a la Iglesia y la acompañará como Madre creyente y formadora en su proceso de crecimiento. Don Orione nos lo narra así: “La Virgen estaba allí y ejercía de Madre de todos los discípulos de su Hijo; era, desde entonces, como la Madre de la Iglesia …Ella, que es la Madre de Jesús, y que es Madre nuestra, lo sea, especialmente en estos tiempos, también de la Iglesia”. Juan Pablo II, en la Redemptoris Mater, recuerda que durante el Concilio Vaticano II, Pablo VI proclamó solemnemente a María Madre de la Iglesia.

2. María como el mejor camino para acercarnos a Jesús.

Ninguna criatura humana conoce mejor y más profundamente a Jesús que su propia Madre, la Virgen Santísima. Por eso el mejor camino para encontrarnos con Jesús e iniciar el proceso de conocimiento y experiencia de Él es mirar e imitar a María como el modelo más perfecto del discipulado de Cristo. Así el creyente, de la mano de María, Madre y Discípula de Jesús, se adentra en el corazón de Cristo para experimentar todo su amor.

María presintió a Jesús lo concibió por obra del Espíritu Santo, lo dio a luz, lo esperó anhelante, lo recibió en sus manos, lo presentó en el Templo, lo educó durante largos años, lo introdujo en su vida pública, lo acompañó hasta la cruz, lo recibió muerto en su regazo virginal, lo siguió hasta el sepulcro y, seguramente lo vio resucitado y glorioso. Está, pues, presente a lo largo de la vida de Cristo. Nadie como ella lo conoce y lo ama. Nadie como ella, nos lo presenta de aquella forma como se lo presentó a los pastores y a los Reyes Magos.

Es el camino más breve y seguro para llegar a Jesús, pues “amando a María se tiene la seguridad de amar a Jesús”, nos diría Don Orione.

3. Con un Amor de Hijo

San Luis Orione, nos invita abandonarnos en los tiernos brazos de María y en los momentos difíciles solicitarle que nos permita ocupar por un ratito el puesto de su Hijo Jesús niño. Como Hijo devotísimo se postraba ante la imagen de María y la contemplaba embelezado.

Desde niño había aprendido, en las rodillas de su madre a recitar el Santo Rosario, y muy pequeño todavía le prometió a la Gran Madre de Dios, si le daba la gracia de ser sacerdote, le reconstruiría una derruida capilla en las afueras de su pueblo natal. A lo largo de toda su vida son muchas y variadas las presencias de María en la vida de Don Orione, sobre todo en los comienzos de la naciente Congregación. Para él María será siempre la Madre y la celeste fundadora de la Pequeña Obra de la Divina Providencia.

 

4. Una devoción Mariana apostólica y caritativa.

Don Orione se nos presenta como un gran evangelizador y “se sirve” de María para llevar las almas a Cristo. Intuyó que María facilita la apertura de los corazones de los hombres, pues como Madre y como mujer conoce las mejores estrategias para entrar y ganarse nuestro amor.

Reconociendo la eficacia pedagógica de la devoción mariana en la tarea de la re-evangelización, Don Orione organizaba con frecuencia peregrinaciones, levantaba santuarios, y hablaba de María al pueblo de un modo que cautivaba y llevaba los corazones de los oyentes al más tierno amor a la Madre de Dios, imitando aquellas virtudes propiamente marianas.

Se preocupaba de que en las peregrinaciones no faltara el momento para conducir a las almas a experimentar la misericordia de Dios mediante el sacramento de la reconciliación.

La devoción mariana en Don Orione se hace eminentemente popular. Nuestra Congregación debe dirigirse al pueblo para servirlo y para fortificar la piedad de los más sencillos y de aquellos que no pueden comprender otras formas de piedad.

Don Orione transmitió otra interpretación característica de la piedad mariana: el binomio piedad mariana y caridad. Y así, solía decir que donde se levante un templo o un Santuario para la Virgen allí debe surgir también una obra de caridad para atender a las personas más necesitadas. Estaba convencido de que la caridad lleva a la fe y produce inmensa alegría en quien la ejecuta.

Así son los Santos y así es María para con ellos: Madre, hermana, fundadora, compañera en el camino y amiga que de la mano nos conduce a Jesús; porque, cerca de María, todas las tormentas del corazón, las luchas de las pasiones, las amarguras de la vida, los disgustos y dolores, se calman y aplacan con la tierna mirada de la Madre.

Para comprender esta gran devoción de Don Orione, es preciso acercarse a su historia personal, toda entrelazada de “gracias” y de “devoción”, que llenaba de María toda su vida.  También desde los inicios de su obra en Argentina, Don Orione encontró la presencia de la Virgen Santísima en los momentos fundamentales

·        Aún desde antes de pisar por primera vez tierra argentina, uno de los deseos de Don Orione era llegar a los pies de la Virgen de Luján.

·        San Luis Orione visitó Itatí, Corrientes. Su llegada al pueblo de la Virgen, lo relata en una carta del día 27 de junio de 1937: 

·        Don Orione era un ferviente devoto de la Virgen de la Guardia. Cada vez que tenía que tomar decisiones importantes, iba a pedir consejo a María.

La vida de Don Orione está signada por la confianza y el abandono en la Divina Providencia y en este contexto que ve a María como “Madre de la Divina Providencia”, pues es ella la que intercede, que acerca, que lleva a Jesús y, por tanto, la que ayuda a cada hombre a realizar el designio de Dios en su historia.

NUESTRA SEÑORA DE LA FOGLIATA Y ALGO MÁS 2DO DIA NOVENA , MARIA EN LA VIDA DE DON ORIONE

NUESTRA SEÑORA DE LA FOGLIATA



VIRGEN DE LAS GRACIAS.

NUESTRA SEÑORA DE LA FOGLIATA Y ALGO MÁS

Pero aún hay más. Una fría noche de invierno, mientras participaba de una tertulia en la calidez del establo de su tía Josefina, las piadosas mujeres se ponen a comentar con tristeza lo que ha pasado con el antiguo santuario mariano de la Fogliata, en las cercanías del pueblo; que está en ruinas y que no quedan más que piedras abandonadas entre los viñedos. Luis se sobresalta en su corazón, sube a la terraza de la casa, se arrodilla mirando en dirección del derruido santuario y suspira: "Virgen Santa de la Fogliata, concédeme la gracia de llegar al sacerdocio, y yo prometo reconstruir tu santuario".

Permanece un rato en oración, luego se va a la cama, pero casi no logra dormir. Y al día siguiente, bien temprano, sale a buscar las ruinas del santuario: quita la nieve que cubre las piedras, se arrodilla, y repite la oración de la noche anterior: - Virgen Santa, si me concedes la gracia, prometo reconstruir tu santuario. Pasaron los años y Don Orione cumplió su promesa: hoy la Virgen de la Fogliata tiene su casa en aquel mismo lugar. - A la Santísima Virgen hemos de aprender a ganarla por el lado del corazón dirá Don Orione años después a sus muchachos-; así lo conseguiremos todo del Corazón de Jesús, su Hijo.

 Y esa misma será su experiencia cuando, un día, mamá Carolina le dice a Victorio: - Este chico se nos va a enfermar si no lo dejamos ir con los franciscanos. Nosotros tendremos que trabajar más, pero démosle el gusto: es evidente que sufre por ello. - Lo dejo a tu criterio -dice papá Victorio -. Pero quede bien en claro que, si va, no hay que pensar en posibles ventajas para nosotros; porque quizás él nos necesite, no nosotros a él.

Sólo falta que alguien se ocupe de que Luis sea admitido en el convento. Mamá Carolina lleva a Luis a visitar al P. Milanese, que de Pontecurone había sido trasladado a un pueblo vecino. Mientras van de camino, pasan junto al santuario abandonado de la Virgen de las Gracias. Está clausurado, pero los dos se arrodillan devotamente fuera de la puerta, la besan y oran. Y también aquí, el niño repite la promesa, hecha en la Fogliata, de restaurar la casa de oración abandonada si se le concede la gracia de llegar al sacerdocio. Y apenas posible, cumplirá también esta promesa, con gran alegría de la buena gente del lugar