Después de un período de cuestionamiento oficial, esta devoción recibió un gran impulso durante el pontificado de Juan Pablo II, quien proclamó la fiesta de la Divina Misericordia, a celebrarse todos los años el primer domingo después de Pascua, el 30 de abril de 2000, al canonizar a santa Faustina. "La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia" (Diario, 300)
La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin
principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje:
Dios es Misericordioso y nos ama a todos ... "y cuanto más grande es el
pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia"
(Diario, 723). En este mensaje, que Nuestro Señor nos ha hecho llegar por medio
de Santa Faustina, se nos pide que tengamos plena confianza en la Misericordia
de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con el prójimo a través de
nuestras palabras, acciones y oraciones... "porque la fe sin obras, por fuerte
que sea, es inútil" (Diario, 742).
Con el fin de celebrar apropiadamente esta festividad,
se recomienda rezar la Coronilla y la Novena a la Divina Misericordia;
confesarse -para la cual es indispensable realizar primero un buen examen de
conciencia-, y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta de la Divina
Misericordia.
¡DON ORIONE EN EL DIA DE LA MISERICORDIA!
Misericordia: “tocar la carne de Cristo” (Francisco)“A veces sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás.”. Evangelii gaudium, 270“