DON ORIONE, TENÍA POR SANTO TOMAS DE AQUINO MUCHA
DEVOCIÓN Y RESPETO COMO FILÓSOFO Y TEOLOGO.TANTO QUE PROCURABA TENER SIEMPRE
UNA IMAGEN GRANDE DEL SANTO PARA QUE ESTE A LA VISTA EN SUS REUNIONES (reuniones 35), POR LO QUE
SIEMPRE LO TENÍA EN CUENTA POR EJEMPLO EN UNA BUENAS NOCHES DEL 15 DE
SEPTIEMBRE DE 1933, O EN UNA CARTA DEL 6 DE MARZO DEL 1940, ESCRITO 52,158) DON
ORIONE RECOMENDÓ " en asuntos de teología filosófica nos adherimos
fielmente a la doctrina del Gran Doctor
Santo Tomás de Aquino "
Suave y silencioso (en París lo apodaron "el buey
mudo"), gordo, contemplativo y devoto, respetuoso de todos y por todos
amado, Tomás era ante todo un intelectual. Continuamente dedicado a los
estudios hasta el punto de perder fácilmente la noción del tiempo y del lugar:
durante una travesía por el mar, ni siquiera se dio cuenta de la terrible
borrasca y el fuerte movimiento de la nave por el choque de las olas, tan
embebido estaba en la lectura. Pero no eran lecturas estériles ni fin en sí
mismas. Su lema, "contemplata aliis tradere", o sea, hacer partícipes
a los demás de lo que él reflexionaba, se convirtió en una mole de libros que
es algo prodigioso, más si se tiene en cuenta que murió a los 48 años.
En efecto, murió en la madrugada del 7 de marzo de
1274, en el monasterio cisterciense de Fossanova, mientras se dirigía al
concilio de Lyon, convocado por el B. Gregorio X. Su obra más famosa es la
Summa theologiae, de estilo sencillo y preciso, de una claridad cristiana, con
una capacidad extraordinaria de síntesis. Cuando Juan XXII lo canonizó, en
1323, y algunos objetaban que Tomás no había realizado grandes prodigios ni en
vida ni después de muerto, el Papa contestó con una famosa frase: "Cuantas
proposiciones teológicas escribió, tantos milagros realizó".
El primado de la inteligencia, la clave de toda la
obra teológica y filosófica del Doctor Angélico (como se lo llamó después del
siglo XV), no era un intelectualismo abstracto, fin en sí mismo. La
inteligencia estaba condicionada por el amor y condicionaba al amor. "Luz
intelectual llena de amor - amor de lo verdadero pleno de alegría" -cantó
Dante, que tradujo en poesía el concepto tomístico de inteligencia -
bienaventuranza.
El pensamiento de Santo Tomás ha sido durante siglos la base de los estudios filosóficos y teológicos de los seminaristas, y gracias a León XIII y a Jacques Maritain ha vuelto a florecer en nuestros tiempos. Y tal vez particularmente actuales, más que las grandes Summae, son precisamente los Opúsculos teológico -pastorales y los Opúsculos espirituales.