SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


lunes, 8 de julio de 2013

ITATÍ Y EL PADRE BENITO ANZOLÍN

La historia de Itatí está irrenunciablemente ligada a la Virgen y su Basílica. Y en la historia de la Basílica hay una figura por pocos conocida, pero que es el hacedor de la maravillosa Casa de María a la vera del Paraná: Don Benito Anzolín.
El P. Anzolín fue un hombre de Dios. Religioso orionita emprendedor, que interpretó el deseo de Don Orione de construir un gran santuario digno de la Virgen.
Apenas llego a Itati, Don Anzolín se puso en campaña. Logró ver hecho realidad el deseo de Don Orione, y con el gozo de haber llevado a cabo este proyecto les dice a sus parientes en una carta: “Es uno de los santuarios más grande de América”.
Pero además de la construcción, el P. Benito Anzolín se ocupó de los peregrinos, de la vida sacramental de sus parroquianos, y de dejar la impronta del carisma orionita en tierras itateñas. Su compromiso apostólico hacia que para ir a ver a un enfermo recorriera a caballo los senderos correntinos por “más de siete horas”. Se ocupó de los que sufrían dolencias corporales y espirituales, cuidó de su prójimo. Delineó el modo de ser del cristiano entre los itateños. Un hombre que rezaba y hacia rezar, porque en la oración se fortalecía y encontraba apoyo.
Como dice el Evangelio, “comenzó a edificar” la Basílica, no con sus propias manos, pero fue el encargado de administrar la parte contable, encargarse de la compra de materiales, etc. Llegó a ver la última etapa y todo el proceso: los cimientos, la terraza, la cúpula y la colocación en la cima de la imagen de bronce que domina todo el pueblo desde lo alto, porque desde “allí Ella es la Señora” de los corazones de sus devotos hijos.
El P. Anzolín había nacido en Zane, provincia de Vicenza, Italia, el 24 de octubre de 1898. Ingresa a la Congregación el 5 de diciembre de 1913 recibido por el mismo Don Orione. Realiza su primera profesión religiosa en el año 1925 en Venecia de manos del P Carlos Sterpi. Es ordenado sacerdote el 7 de abril de 1928. A bordo del transatlántico “Giulio Cesare”, zarpa desde el puerto de Génova (Italia) rumbo a Buenos Aires, a dónde llega el15 de agosto de 1929. En nuestra tierra desempeña su tarea sacerdotal y apostólica en cuatro destinos diferentes, el último de ellos en Itati. Pasó por Mar del Plata, Victoria y Tres Algarrobos.
Es el mismo Don Orione quien le escribe al P José Zanocchi —entonces superior de la Congregación en Argentina— diciéndole que envié a Don Anzolín a Itati.
Hay testimonios de laicos que comentan que el día 30 de setiembre de 1937 llegó a Itati, donde se quedó hasta el 26 de febrero de 1946, debiendo partir para siempre del pueblo de la Virgen ya con su salud muy quebrantada.
En los casi diez años que estuvo en Itati fue administrador y párroco del santuario que hoy conocemos como Basílica-Santuario “Nuestra Señora de Itati”, nombrado por Mons. Francisco Vicentín, obispo de Corrientes.
El P. Anzolín fue el impulsor de la construcción de la basílica, como lo fue reconocido por el mismo obispo, quien admitió que jamás se hubiera decidido a encarar el proyecto si “no fuera por el entusiasmo e insistencia del P. Benito”.
En los últimos años, el corazón del P. Benito estaba muy fatigado y después de tres recaídas muere en Buenos Aires el 10 de mayo de 1946 siendo aún joven: 48 años de edad, 20 de profesión religiosa y 18 de sacerdocio.
El P. Anzolín fue un hombre totalmente consagrado al apostolado que se distinguió por su amor a la Eucaristía y su devoción a la Santísima Virgen. Una de sus motivaciones fuertes era hacer conocer a los niños y a la gente sencilla la doctrina cristiana. Por su fina delicadeza para con los pobres y enfermos, compró un hotel en construcción, a una cuadra del puerto, cercano al rio Paraná y lo transformé en hospital. Durante mucho tiempo se lo conoció como Hospital “Nuestra Señora de Itati”.
Algo que consideramos emotivo y que habla de la grandeza de ánimo de este sacerdote entregado por la causa de Cristo, es que nunca pudo volver “a sus pagos”, a ver a sus familiares, porque se había desatado la segunda guerra mundial. Fueron años duros y difíciles, y él mismo ante la imposibilidad de viajar se consuela diciendo en una carta: “nos veremos en el cielo…” Una oración en su memoria a María de Itatí es el mejor reconocimiento que le podemos dar todos quienes contemplamos la maravillosa obra que el P Anzolín supo concretar en honor de la “Tiernísima Madre de Dios y de los hombres”
 







 
 

8 DE JULIO VESTICIÓN DE MARÍA DE ITATÍ



El 8 de julio se realizo la vestición de la Imagen auténtica de Nuestra Señora de Itatí, que tiene el carácter de “privado” pero del que participaron cinco integrantes por cada grupo y asociación parroquial. Esta ceremonia siempre fue privada a cargo de las camareras, destacadas damas de la sociedad itateña.
El dato alarmante es que nuevamente la Santa Imagen de la Virgen de Itatí fué descendida de su trono para realizar el cambio del ropaje. Este hecho pone en grave riesgo la integridad de la talla de madera, que como sabemos el cuerpo es de timbó y el rostro de nogal, ¡de más de 400 años!
La vestición de la Virgen siempre se realizó en el mismo trono en la Basílica; las camareras tomaban todos los recaudos para cambiarle el vestuario sin mover a la Patrona de su lugar.
Esta modalidad de bajar a la Imagen Taumaturga de su trono, se ha tornado más común en estos últimos 6 años, en que sin medir las consecuencias se ha incurrido repetidas veces en este acto “irresponsable”.
Otro dato es que la corona imperial, con la que fue coronada el 16 de julio de 1900, se halla desoldada en la parte de la aureola que posee las doce estrellas.
En esta oportunidad se la vestirá con un nuevo manto y vestido y una nueva peluca confeccionada con cabellos de una niña itateña.
En 1980, la Academia Nacional de Bellas Artes realizó el primer informe técnico sobre la Efigie de Nuestra Señora de Itatí, el mismo concluye diciendo que es de madera tallada con policromía moderna, altura máxima de 126 centímetros, del siglo XVII.
Los especialistas en materia de conservación manifiestan: “es evidente que muchas de las imágenes devocionales, están sometidas a frecuentes situaciones de riesgo y es necesario mentalizar, a los responsables de su cuidado, acerca de la necesidad de combinar el culto con unas mayores medidas de seguridad”.
Sin lugar a dudas, las más altas autoridades eclesiásticas deben velar por la seguridad de la Sagrada Imagen cuatricentenaria, que junto a la Cruz de los Milagros son las dos grandes devociones de los correntinos católicos. 
La tradición de la vestición
Desde el siglo XVIII, según tradición española, y tal como ocurre con la mayor parte de las imágenes que se veneran en la Argentina, a la Virgen de Itatí se la revistió con ropas de seda bordada en hilos de plata y oro, se le colocaron aros y un pectoral de fina labor en el que se han reunido armoniosamente varias piezas de oro, plata y piedras preciosas donadas por los fieles.
la Imagen es vestida por las camareras de la Virgen, actualmente es la señora Lilian Marcomini de Niella, junto a su equipo de ayudantes. Durante mucho tiempo correspondió esta distinción a doña Clotilde Niella de Azcoaga. Fueron “Camareras de la Virgen” desde el siglo XIX: María de los Angeles Vallejos de Niella (1858-1950); Juana Bonastre de Vallejos (1875-1935) y Juana Paula Vallejos (1895-1952).
La corona original fue construida en París, por un afamado joyero, Froment Maurice, que hizo también la vajilla de plata del rey Alfonso XIII de España. Pertenece al estilo de las coronas imperiales del Renacimiento. Es de oro cincelado y burilado con amatistas y ágatas engarzadas, rematada en aureola con doce estrellas. Esta corona es la de la coronación de 1.900 y recoronación de 1.908, que luce en los días de grandes festividades, mientras que para el resto del año cuenta con otras dos coronas. Complementando la iconografía de la Inmaculada Concepción, a sus pies se ha colocado la media luna labrada en plata y oro.
 
 

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. El nuevo traje con que se vistió a la Sagrada Imagen de la Virgen de Itatí fue realizado en un atelier de la ciudad de Buenos Aires, para lo cual se llevaron fotos del modelo y las medidas.

El manto está trabajado en raso de algodón celeste, bordado en realce con hilos de oro y pasamanería dorada y piedras, el vestido en seda tramada bordada con hilos dorados también lleva piedras de alta costura.
El motivo de ambas prendas está inspirado en el vestuario que habitualmente luce la cuatricentenaria imagen de la Patrona del Litoral.