SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


martes, 2 de abril de 2013

!!!! JUAN PABLO II 2005-2013 !!!!


¡¡¡¡¡¡ LAS MALVINAS ARGENTINAS !!!!!


FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN, DEL PADRE EDGARDO CROTTI




¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

Celebramos la Pascua y la liturgia nos presenta un signo que desconcierta.
Un sepulcro vacío
Junto a María Magdalena, Pedro y el discípulo amado contemplamos y nos encontramos con un sepulcro vacío. Jesús no está ahí… ¿Qué vemos?
• La piedra sacada.
• Las vendas en el suelo.
• El sudario enrollado en un lugar aparte.
Todo muy ordenadito, vemos indicios (un signo que nos permite deducir algo con fundamento), pero el sepulcro vacío solo no nos dice nada. Las evidencias solamente indican que el cadáver del Maestro no ha sido robado, los ladrones no se hubieran tomado tanto trabajo, las pruebas hablan de que algo pasó, pero no dicen qué pasó.
Y ahí el amor (de María, de Juan, de Pedro, el tuyo, el mío) por Jesús se pone en búsqueda, el amor no se convence, no se queda quieto.
El amor busca respuestas
Esta cualidad que tiene el amor de ser inquieto se pone en acción especialmente cuando un ser querido o alguien que es muy bueno sufre el mal o deja de estar entre nosotros.
El caso de Jesús es emblemático. La 1ra lectura nos decía: “el pasó haciendo el bien” en medio de su pueblo pero “ellos lo mataron, suspendiéndolo de un patíbulo”. Un tipo tan bueno ¿podía terminar así? ¡Es realmente injusto! Pero… ¡no! “Dios lo resucitó al tercer día”… ¡Nosotros somos testigos de esto!
En pocas palabras, el amor nos pone en búsqueda. Y así movidos por el amor encontramos respuestas donde antes solo había indicios: “según la Escritura él debía resucitar de entre los muertos”.
Una fe enamorada
El sepulcro está vacío. Ahora él está en todas las discretas alegrías cotidianas, en cada abrazo, en cada sentimiento bueno, en cada mano tendida, en cada vez que perdono.
Este es el misterio que hay que creer, que hay que contemplar. Necesitamos una fe enamorada, como la de María Magdalena, la de Pedro, la del discípulo amado, para descubrir esta nueva Presencia del Señor Resucitado en medio nuestro, en nuestra vida.
Mirada desde afuera parece una locura. Vivida desde adentro es algo maravilloso, es una certeza que no podemos explicar del todo, pero que llena de alegría el corazón, de luz la inteligencia y de fuerza la voluntad.
“Derrama Señor Resucitado, lleno de vida, en todo mi ser la luz de tu resurrección para que toda mi existencia se transfigure con la luz de tu Presencia”