SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

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sábado, 1 de julio de 2023

, 2 DE JULIO 1935, ANIVERSARIO DEL COTTOLENGO DE AVELLANEDA


2 DE JULIO, ANIVERSARIO  COTTOLENGO DON ORIONE AVELLANEDA

En 1935 San Luis Orione en persona abrió las puertas del Pequeño Cottolengo de Avellaneda. Desde entonces sostiene el compromiso de recibir a las personas que tengan un dolor, atendiendo sus necesidades, brindando techo, educación, fe y amor

El 2 de julio, el Pequeño Cottolengo Don Orione de Avellaneda cumple 88 años de vida. Aunque el Pequeño Cottolengo de Avellaneda inició su obra de amor y caridad fraterna en 1935, esta casa fue pensada mucho tiempo antes por el mismo Don Orione, quien durante su primer viaje a Argentina (1921-1922) manifiesta en una de sus cartas “Estuve en Avellaneda (...) Lo que la Providencia podrá hacer, no lo sé claramente, pero me gustaría tanto abrir en aquel centro de obrero pobres, una casa de oración, de servicio y caridad, que pudiese recibir y restaurar en Jesucristo a todos los pobres y los más abandonados de la Argentina. Años más tarde, las Damas Vicentinas -al enterarse del proyecto del Cottolengo- ofrecieron a Don Orione la propiedad donde hoy viven los residentes con discapacidad entre 3 y 82 años.

Ubicado en un lugar estratégico de Avellaneda, Estévez al 600, el Cottolengo sirvió en sus primeros años como una especie de “guardería” que daba respuesta a muchas familias que trabajaban en los frigoríficos de la zona y que no tenían dónde dejar a sus chicos.

Don Orione vio esa necesidad, por eso comenzó como una guardería de alguna manera, además de alojar a personas con discapacidad. El mismo Don Orione estuvo allí junto al P. José Zanocchi –quien fuera el primer Superior Provincial en nuestro país– y las nacientes Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad.

Sólo en cuestión de escasos días, las Damas de San Vicente le habían ofrecido una casa en la localidad de Avellaneda, que inauguró el 2 de julio de 1935 como Cottolengo, poniéndolo bajo el cuidado de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad.

Los Inicios

La transcripción del diario de la casa permite reconstruir cómo fueron aquellos primeros días de la obra.

1° de julio La Sociedad de San Vicente de Paul entrega la casa al reverendo P.Orione, nuestro superior, para abrir el Cottolengo, la entrega fue realizada por el Señor Antonio Caridi al Reverendo P.José Zanocchi, reverendo P.Miguel Tiburcio  y al Reverendo clérigo Tomás Alonzo.

2 de julio de Floresta parten dos hermanas italianas: Sor María Lucía y Sor María Lucilla, y una asistida que se encontraba también ella en Floresta. Primero fueron a la dirección central de la Carlos Pellegrini para recibir la bendición de nuestro venerado Superior Padre Orione, el cual tiene palabras de aliento, animándonos a la caridad y al sacrificio...

7 de julio vino a visitarnos nuestro Superior Don Orione, confortándonos con su bendición.

Hoy 10 de julio hoy hemos iniciado el Jardín de Infantes con 13 niños.

La Hna María Lucía superiora del lugar, dejó escrito su recuerdo de aquellos días: " al día siguiente (3 de julio) llegó en auto el primer asistido, era un compatriota que se encontraba en el Hospital Italiano. Tenía una pierna de pésimas condiciones, me parece con gangrena. Lo llevamos arriba Don Orione y yo, mientras decía: ¡Quién sabe cuántas veces San José Benito Cottolengo habrá llevado en brazos a sus enfermos!" y no quiso que lo hiciéramos nosotras.

 Escribía desde Buenos Aires:

"Hermanos míos muy queridos y amados, me parece escuchar las campanas de mi patria lejana que suenan a gloria por las ciudades y pueblos: su himno evoca en mí los más santos recuerdos: ellas cantan la resurrección de Cristo y me hacen llorar de fe, de alegría, de amor a Dios, de amor a ustedes, de amor a nuestra Italia".

Ordenó que en todas las casas de su Congregación hubiera una Biblia, la Suma de Santo Tomás, la Imitación de Cristo y el Dante. A los jóvenes alumnos escribía: “Defiendan con valor el bien y la educación católica recibidos.

Difundan el espíritu de bondad: perdonen siempre: amen a todos; sean humildes, trabajadores, francos y leales en todo: el mundo tiene suma necesidad de fe, de virtud, de honestidad".

Pero las palabras mejores las reservas para los pobres; mientras que las más duras las usa para sí mismo. Los pobres son sus "patrones predilectos", nuestros patrones. Decía así, pero en realidad eran su corazón.

"En la puerta del Pequeño Cottolengo argentino, a los que entren no se les preguntará cómo se llaman, sino solamente si tienen algún sufrimiento."

El mismo fue pobre. "Pobre sacerdote", como se califica una vez. Otra vez se dice un changador de Cristo. Estropajo, era una expresión que solía aplicarse a sí mismo y a los suyos.

De su vida escribe con una humildad y una dignidad que hace recordar a San Pablo: "Sostenido por la gracia del Señor, he evangelizado a los pequeños, a los humildes, al pueblo, al pueblo pobre al que han envenenado con teorías perversas y arrebatado a Dios y a la Iglesia; en el nombre de la Divina Providencia he abierto los brazos y el corazón a sanos y enfermos, de toda edad, de toda religión, de toda nacionalidad: a todos habría querido dar, junto con el pan corporal, el divino bálsamo de la Fe, pero especialmente a nuestros hermanos que más sufren y están más abandonados.

Tantas veces he sentido a Jesucristo cerca de mí, tantas veces me pareció ver a Jesús en los más desdichados y los que están más abandonados".

Pero esto no le bastaba, y rezaba a la Virgen: "Vivir, palpitar, morir a los pies de la Cruz con Cristo. Beatísima Madre, haz que tus pequeños hijos, los hijos de la Divina Providencia, tengan amor; dales amor, ese amor que no es tierra sino fuego de caridad y locura de la Cruz.

Danos, María, un alma grande, un corazón grande y magnánimo que llegue a todos los dolores y a todas las lágrimas. Haz que seamos verdaderamente como nos quieres tú: ¡los padres de los pobres! Que toda nuestra vida esté consagrada a dar a Cristo al pueblo, y el pueblo a la Iglesia de Cristo; que arda y resplandezca de Cristo: y en Cristo se consuma, en una luminosa evangelización de los pobres: que nuestra vida y nuestra muerte sean un cántico dulcísimo de caridad, y un holocausto al Señor".

En la actualidad, el Cottolengo Don Orione funciona como un hogar para personas con discapacidades y como Centro de Día. Este último es un servicio que funciona en doble jornada en el que se brindan actividades de taller, de rehabilitación y de terapéutica. Siguiendo las palabras de Don Orione, en el Pequeño Cottolengo de Avellaneda intentamos “estar a cabeza de los tiempos” adaptándonos a los nuevos paradigmas y situaciones sociales.

El Cottolengo no es solo una institución, es familia: residentes, familiares, personal, voluntarios, bienhechores, amigos, religiosos, tienen su lugar en nuestra historia y nuestra vida de todos los días.

87 años después la Hna María Silvina recupera el significado de aquella presencia de Don Orione en Avellaneda." Fue muy querido, ya que él mismo abrió las puertas del Cottolengo. Cuando se recogieron testimonios para su canonización nos dimos cuenta que Don Orione era muy conocido en Avellaneda".


LAS LLAVES EN MANOS DE LA VIRGEN


En 1892, a poco de abrir oratorio “San Luis”, el joven seminarista Luis Orione vivió una de las experiencias más duras su vida, Mons. Bandi le ordenaba cerrarlo. Durante un discurso en defensa del Papa, el critica al rey de Italia. Esto llego a oídos del obispo, por personas mal intencionadas, y tuvo que pedirle un acto de obediencia.

Como un niño que corre a su madre, Luis puso las llaves del oratorio en manos de la Virgen, le escribió entre lágrimas una carta y se quedó dormido mientras rezaba. Ese día soñó con una Señora con un gran manto azul que cobijaba gente de todas las razas y colores.

“La Virgen estaba vestida con una túnica cándida, ceñida la cintura con una faja celesta. Protegía el Oratorio y me miraba con gran consolación y amor, y yo la miraba y comenzaba a consolarme del todo.

Y he aquí, que el hermoso manto, de un hermoso azul, comenzó a extenderse (…) desaparecieron las casas que estaban frente al jardín, y en su lugar, he aquí llanuras inmensas, colinas, montañas… Eran todos muchachos. El manto se extendía, ya no se distinguían los extremos. El cielo también desapareció, en su lugar, solo se veía el manto azul de la Virgen. He aquí que, bajo el manto, aparecen claramente muchas, muchas cabezas, todas de muchachos, que jugaban y se divertían. Eran muchachos de distintos colores: de color blanco, de color negro, de color cobre, que iban perdiéndose en la inmensidad de la llanura”

Muchos años después de este sueño profético, en una carta a Mons. Bandi, le pedirá su bendición para ir a Brasil y recordando aquel sueño, le compartió lo que el Señor le mostró: las misiones.

“Ahora, desde hace unos meses, recordando que no estaba más la cerca [que rodeaba el oratorio] y que eran de muchos colores, comprendí que son las misiones, y lo comprendí en un momento de oración, como si fuese una luz inesperada que N. Señor me mandaba, jamás antes lo había pensado”

Parola 3, 146. Roma, 2 de julio de 1928 por la tarde. Parola 3, 146.

Carta a Mons. Igino Bandi, 11 de enero de 1908. Scritti 45,38 y 45,59

INTENCION DE ORACIÓN DEL MES DE JULIO

 


 

Por intercesión de san Luis Orione, que todos los jóvenes orionitas que participarán, física o espiritualmente, en la JMJ de Lisboa vivan una experiencia de fe y renovado entusiasmo, y contagien luego a sus comunidades cristianas.