P Sterpi: “Piense más bien en volver cuanto antes”
¿Qué pasaba en Italia, mientras Don Orione amplía su
horizonte de Mar de Espanha a Río de Janeiro y a San Pablo, se apresta a viajar
a Argentina, y apuntaba a otros países de Sudamérica?
El P Sterpi, en carta del 20 de octubre 1921 le
manifiesta hondas preocupaciones:
“Leo en sus cartas el deseo que tiene de abrir más casas
allí en Río de Janeiro y, más aún, que quiere llegar hasta Buenos Aires Por
ahora ni lo piense porque no tenemos personal suficiente”.
Y el 9 de noviembre (Don Orione está ya navegando
hacia Argentina pero el P Sterpi todavía no lo sabe), vuelve a escribirle:
“Me asusta el compromiso contraído con el Arzobispo de
San Pablo y más me asustan los otros compromisos que quizás ya asumió usted
para cuando le llegue esta carta mía me asusta también esa frase suya: no tengo
ningún apuro en volver a Italia”.42
Doce días después, respondiendo a una carta en la que
Don Orione pide más personal, el P Sterpi escribe con cierta crudeza:
“Rece por nosotros y piense más bien en volver cuanto
antes. Recuerde que si aquí las cosas no marchan bien, será malo también para América
Y no me venga con que ‘la caridad de Cristo nos une, que alcanza con que
estemos juntos en el cielo’, etc., etc.; todas cosas verdaderas y santas, pero
un poco fuera de lugar Y olvídese de Argentina, o si no, me voy yo también para
allá”43
Pero desde Argentina Mons Silvani, insistía:
“Aquí hay para elegir. Mons. Francisco Alberti, Obispo
electo de La Plata, le paga el pasaje y se encarga de conseguirle una buena
residencia lo más cercana posible a la capital argentina; se habla de ofrecerle
un orfanato en Mar del Plata, una colonia agrícola en Pergamino Pero venga,
venga pronto, en noviembre, que en Argentina es el mes de la Virgen y de las
flores. Aquí no hay nada para los pobres, para los deshechos de la sociedad No
hay nada para los niños abandonados, para los desamparados”
Le hablaba también de la peregrinación italiana a
Luján, para la que Silvani había propuesto a Don Orione como orador Por eso
ahora le transmitía el pedido de que realizara esa predicación ante varios
miles de compatriotas Y Don Orione aceptó:
“ me dices que esté allí el 13, y voy a estar en
Buenos Aires para el 13, en la Peregrinación italiana al Santuario de Luján. Tú
dalo por hecho que voy a estar presente, porque pongo esta carta en el buzón, y
voy a las agencias de viaje a sacar el pasaje
Quizás llegue el día antes, pero voy a hacer de todo
para estar allí, y empezar a los pies de la Virgen la Misión de los Hijos de la
Divina Providencia en Argentina”44
El 8 de noviembre se embarcó en la nave inglesa
“Deseado”, y el 11 le escribía al seminarista italiano Piccinini:
“Desde el océano, a bordo de un vapor inglés ¡Ahí
aparece Montevideo! Suspendo, porque recibí esta noche un telegrama de Monseñor
Maurilio Silvani, de la Nunciatura de Buenos Aires, que me dice que baje en
Montevideo y siga a bordo de un vapor local que llegará más rápido a Buenos
Aires, para estar a tiempo pasado mañana en la gran peregrinación de decenas de
miles de italianos que van al más célebre santuario de la Virgen en Argentina
Les predicaré a los peregrinos Pero mi pasaporte no es para Uruguay, sino para
Argentina Así que dejo aquí la carta para hacer los trámites ante el comisario
de a bordo, espero que me salga bien”45
Pero la sugerencia de Monseñor Silvani no funcionó:
como el propio Don Orione decía, el pasaporte era para Argentina, no para
Uruguay; por eso no logró desembarcar definitivamente del “Deseado” para tomar
—probablemente— el “vapor de la carrera” que salía de ambas orillas al
anochecer y llegaba a la otra orilla (Bs As, en este caso) a la mañana temprano,
lo que le hubiera permitido efectivamente acompañar la peregrinación italiana a
Luján Así que aprovechó los casi dos días que el “Deseado” estuvo detenido en
el puerto de Montevideo, para visitar al Arzobispo, Mons. Juan Francisco
Aragone y otros eclesiásticos quienes le ofrecieron instituciones para obreros
y huérfanos
42 9
de noviembre de 1921 (Scritti.St. 4, 211)
43 21 de noviembre de
1921 (Scritti.St. 4, 211)
44 Carta a Mons. Silvani, del 5 de noviembre de 1921,
desde Río de Janeiro (Scritti 48, 262) . En carta a Cribellati, del 6 de
noviembre le decía al respecto: “El 13 del corriente haré un discurso en el
célebre Santuario de la Virgen de Luján cerca de Buenos Aires, en una
peregrinación de varios miles de italianos – El que lo hace todo es Mons.
Maurilio que está como auditor de la Nunciatura en Argentina”
(Scritti 28, 125) Y el 8 de noviembre le escribe al P.
Casa: “No me embarqué, lo haré hoy a las 2, ya que el barco se retrasó Pero
igual llegaré a tiempo para predicar a los varios miles de italianos que el 13
va a una gran peregrinación al Santuario de Luján, el más célebre santuario de
Argentina Así empezaré con la Santísima Virgen y estoy muy contento” (Scritti
29, 130).
45 Carta a Piccinini, del
12 de noviembre, a bordo del “Deseado” (Scritti 26, 161)