MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingo)
1. La Resurrección del Señor. (Mt 28, 5-6)
“A Jesús lo adoramos porque es Dios. A Maria la
honramos y la veneramos con especialísimo honor y veneración, puesto que es la
madre de Dios y Madre nuestra. Te suplicamos Señor, que al celebrar las
virtudes de tu gloriosa Madre y siempre Virgen María, nos socorra su
intercesión, de manera que caminemos por el camino de la humildad, de la pureza
y de la caridad”.
2. La Ascensión del Señor. (Lc 24, 50-51; Mc
16, 20)
“Jesucristo es el mediador supremo y
omnipotente por naturaleza; María, Madre de Dios, es Mediadora por gracia del
mismo modo que por gracia es omnipotente. Su plegaria es eficaz y su mediación
inefable. Ella todo lo puede ante el corazón de Dios”
3. La Venida del Espíritu Santo. (Hch 1, 14; 2,
1-4)
“¡Te quiero a Ti, oh Santa Virgen: Te llamo, Te
sigo, Te amo! ¡Fuego, dame fuego, fuego de santo amor a Dios y a los hermanos:
fuego de amor divino que encienda las antorchas apagadas, y resucite todas las
almas!
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
(Ct 2, 10-11, 14)
¡Qué pura y qué bella es la Virgen Santa! ¡Tan
soberana, tan hermosa que parecía Dios!¡Revestida de luz, rodeada de resplandor
y coronada de gloria; grande y gloriosa, con la gloria y grandeza de Dios!
Ninguna criatura, ni en la tierra ni en los cielos, puede igualarse a María, Madre
de Dios”
5. La Coronación de la Santísima Virgen. (Sal.
45, 14-15; Ap 11, 19;12, 1)
“He visto moverse las piedras: he oído cánticos
celestiales¡y hasta las piedras cantaban! soñé con la Santísima Virgen: ¡he
visto a la Virgen trabajar con nosotros! las obras de fe y de caridad cobraban
vida y florecían, y cantaban con nosotros a coro: ¡María!¡ María! ¡María!. ¡Qué
pura y qué bella es la Virgen Santa! ¡Tan soberana, tan hermosa que parecía
Dios! ¡Revestida de luz, rodeada de resplandor y coronada de gloria; grande y
gloriosa, con la gloria y grandeza de Dios!