SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


miércoles, 16 de octubre de 2013

16 DE OCTUBRE 1889 PRIMERA VESTICIÓN DE DON ORIONE


"Mientras tanto se aproximaba el día de ingreso al seminario, el 15 de octubre, fiesta de Santa Teresa. Pese a que dos de las tres señales se habían manifestado, no quería decidirme. La última noche que pasé en casa, en vez de dormir no hice más que llorar... hasta que me dormí y soñé. ¡Oh, qué hermoso sueño! Lo vuelvo a ver como si hubiese sido ayer.
     "Me parecía estar en el oratorio de Valdocco, en el patio de los alumnos del cuarto curso, ubicado entre el departamento de pequeñas habitaciones de Don Bosco y el por entonces llamado Palacio Audisio". Pero ya no era nuestro polvoriento patio. Se había transformado en un jardín cubierto de perfumadas y blancas azucenas. ¡Ah, me parece sentir aún todo aquel perfume embriagador! En el medio había una verde montañita. Quise subir hasta la cima para gozar más de aquel espectáculo, y cuando estuve allí, de pronto, imprevistamente, se abre el azul del cielo y desciende Don Bosco en persona. Llevaba entre los brazos un hábito desplegado: el mismo de la famosa señora. En un instante me lo puso. Don Bosco no dijo palabra: solamente me miró con una sonrisa dulcísima, la misma que tantas veces me había infundido serenidad y alegría cuando recurría a él con el alma llena de inquietud
     "Me desperté anegado en lágrimas, pero era un llanto reparador: finalmente estaba seguro que Dios me quería en el seminario.
     "Preguntaréis: ¿y la tercera señal?
     "Fue la siguiente: la conversión de mi padre. Entendámonos: mi padre era un hombre de la mejor pasta del mundo, pero uno de aquellos liberalotes crecidos bajo el influjo del ministro Ratazzi. (Un corazón de oro, una bondad excepcional, como concuerdan los testimonios de los viejos de Pontecurone). A pesar de ello, permitía que mi madre (una santa) fuese a laiglesia tantas veces como quisiera y me llevase a mí: despué del Señor a ella debo verdaderamente mi vocación. En efecto  mi ingreso al Seminario, también mi padre se convirtió en un cristiano practicante" .
 Este tercer "secreto" revela el verdadero fondo del misterioso acuerdo entre el Santo y Luis. La primera parte del "suceso" tiene un sabor un poco fantástico, casi de apuesta entre jóvenes amigos... de niñería, como dirá el mismo Don Orione. Pero, en la tercera condición, la niñería se esfuma y aparece nítidamente la profundidad del compromiso del sobrenatural coloquio. Dejamos el juego para entrar en lo eterno. Aquí se trata de la salvación de un alma, y del alma más querida - junto a la de su madre - para Luis, y el resultado es espléndido: Víctor Orione se confiesa, recibe a Jesús Eucaristía y se convierte en un buen cristiano practicante: nada fácil para un "italiano liberalote" del 1870.
     Pero la relación sobrenatural entre Don Bosco y Luis no se cierra aquí: "Las gracias más extraordinarias - escribirá Don Orione, el fundador - Don Bosco me las concedió después, y continúa acompañándome paso a paso en mi obra. ¿No me había dicho: 'Nosotros seremos siempre amigos'?"
     Nada menos parecido a una niñería en esta continua asistencia sobrenatural de maestro a discípulo, de padre a hijo es toda una correspondencia de valores ultraterrenos y d cotidiano heroísmo.
Don Orione llegó al seminario diocesano de Tortona, era ya una personalidad joven, en muchos sentidos formada en el espíritu salesiano. Esta impronta no se borrará, y preparará en él, desde entonces, al fundador.
     Pero, como ya observamos en otras circunstancias de  adolescencia de D. Orione, durante esta permanencia en el seminario episcopal se renueva el elemento "sorpresa", frecuente en su vida y en su espiritualidad. En Turín, tuvimos oportunidad de conocer a un alumno salesiano bueno, aplicado, pero no diferente de muchos otros; ahora vamos a conocer a un seminarista singular, o, como dirán sus compañeros, "extraño" casi hasta el misterio..............
 .....    El 16 de octubre de 1889 Luis viste el hábito de seminarista; el año académico 1889-1890 está por comenzar. Luis recibe el hábito en un día que seguirá siendo grande para él: lorevivará a través de muchos recuerdos y en varias circunstancias
 Se trata ahora de ubicarse entre los compañeros, que son numerosos, y se diferencian individualmente y entre clase y clase. El rector, el óptimo Don Ambrosio Daffra, de trato cordial y rico en experiencia, lo conduce hasta el clérigo teólogo Fausto Bianchi y se lo confía con una eficaz presentación: "Es un joven aplicado, que viene de los salesiano de Turín; prestadle especial atención"