Sus exhortaciones, siempre santas y eficaces, adquirían tono de particular consuelo cuando se dirigían a ciertas almas, temerosas y angustiadas, estimulándolas a avanzar en la perfección cristiana...
3 diciembre de 1933
“veo que vive turbada por lo que piensa pueden haberme dicho de usted, pero esté tranquila nadie me ha hablado mal de usted, al contrario, he notado que tiene muy buen espíritu de caridad.”
“si se da cuenta de tener modos o espíritu no siempre totalmente conformes al espíritu de la Congregación, usted misma trate de enmendarse y ya que ha querido la misericordia y bondad de Dios, que fuese una de las primeras llamadas, hágase un deber de conciencia, ser entre las primeras en dar buen ejemplo de vida religiosa, edificante en todo.
…no dudo que querrá en adelante avanzar en la perfección evangélica, evitando el darse importancia y el seguir en su conducta su propio sentimiento y juicio, porque entre todos los peligros de la vida religiosa, el más insidioso es el que consiste en el uso exclusivo del propio raciocinio.
· También nosotros los laicos que estamos comprometidos en la evangelización debemos dar ejemplo de desprendimiento, solidaridad, empatía, porque “Lo mirarán a él, nos mirarán a nosotros”