SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


jueves, 10 de septiembre de 2015

EN EL DÍA DEL MAESTRO ¡¡ DON ORIONE A LOS MAESTROS !!!!


En un escrito a un grupo de maestros, Don Orione le dice cual es la clave para formar el corazón de los niños: contarles la vida de Je sus, en forma simple y agradable
.A los maestros
Nuestra religión tiene su fundamento granítico en un gran hecho histórico: la vida de Jesús.San Pablo ha escrito que “nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto: Jesucristo” (1Cor.3,11). Si el Apóstol ha sido capaz de decir esto de todos y de todo, cuanto más de los niños. La vida de Jesús, contada a los pequeños, en forma simple y agradable, es el mejor fundamento de toda la formación religiosa.
Narrar el humilde nacimiento, las obras y milagros del Señor: exponer con la simplicidad del Evangelio sus parábolas: repetir esas comparaciones tan naturales, y al mismo tiempo, bello de tanta ingenua y suave poesía: recordar aquella muerte, llena de tanto dolor y de tanto amor; cuanto bien hace al corazón y también a la mente de los niños.
Y un poco de bien, digamos, nos lo hace también a nosotros, ya adultos, sino un gran bien al espíritu.
 Contar a los niños la bondad divina de Jesús por los enfermos: la misericordia de Jesús por los débiles, por los pecadores: el amor dulce de Jesús por los niños, por los pobres, por todos los afligidos, ciertamente es abrir el corazón de los pequeños al amor de Jesús y preparar sus corazones a creer en la palabra del Señor y de su Iglesia, y a observar, a su tiempo, con mas a gusto los mandamientos de la religión.
Nada beneficiará más para hacer amar y seguir a Jesús, que hacerlo conocer.
Nada más, practica y eficazmente, ayudará a educar en el honesto vivir cristiano y civil a los adolescentes que edificar, con mano suave, la vida moral, religiosa, y civil sobre aquella piedra maestra y angular que es Cristo: “esa roca era Cristo”, ha dicho Pablo.
Solo con el estudio piadoso de la vida de Jesús, y conduciendo, alegre y suavemente, los niños modelaran su vida con la vida de Jesús, nosotros los edificaremos en templo de Dios (cfr. Ef 2,22) Y prepararemos así, y solo así, a la familia y a la patria de hijos dignos. Donde nos parece que muy sabiamente, y con sabiduría de pedagogo, ha ya obrado la que gobierna la suerte del país, puesta la religión como fundamento y coronación de los estudios elementales, ha deliberadamente prescripto que en el 3er grado – que en el curso primario forma como la columna vertebral; se abra delante del niño la vida de Jesús, porque en aquella edad en que comienza a conocer lo importante, es iluminado por tanta luz, y calentado por tanto amor.
Venecia, Navidad 1923

Y OTRA CARTA A LOS DOCENTES:

 Docentes, que nuestros alumnos vean en nosotros intenso afán en pro de su verdadero bien, de un porvenir mejor para ellos; vean que somos puntuales, y aprenderán a serlo; que vean en nosotros diligencia, amabilidad, mucha educación, seriedad – nada de liviandades – actividad solícita, junto con dulzura; eficacia, trabajo; que vean que estudiamos, y estudiarán.
¡Si ven que Ustedes, son religiosos y piadosos, cuánto aprenderán a serlos ellos!
¡Si el profesor no se hace esperar, da ejemplo de precisa diligencia a sus alumnos! ¡Si ven que prepara las clases, que siempre está preparado, ellos, a su vez, no perderán tiempo!
¿Quién es el que construye, crea, la escuela?
¡El Maestro! ¿quién forma a los alumnos? ¡El ejemplo del maestro! ¿de quién dependen los resultados de la escuela? En gran medida del maestro. Los jóvenes se fijan más en el ejemplo del profesor, que en sus palabras: es siempre cierto aquello de “las palabras influyen, pero los ejemplos arrastran”
Aprovechar toda ocasión para que la instrucción esté al servicio de la educación y perfeccionamiento moral, para formar al joven en una sólida conciencia católica, educando y reforzando lo mejor del hombre, la voluntad, sede de la virtud.
¡No les encomiendo las máquinas; les encomiendo las almas de los niños y jóvenes, su formación moral, católica e intelectual. Cultiven su espíritu y su mente, eduquen su corazón!
Les costará trabajo, fracasos y sufrimientos, pero vuelvan sus ojos a Cristo y reflexionen que trabajan para Él y con Él, y por la Iglesia; y de Dios recibirán la recompensa. Por otra parte, la misma sabiduría de los hombres enseñan que los más hondos sufrimientos redundan en las alegrías interiores más nobles; pues así como sin agua no reverdece la tierra, del mismo modo, un alma sin lágrimas no florece a los ojos de Dios.
Don Orione