SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


jueves, 10 de diciembre de 2015

¡¡¡¡AÑO SANTO !!! POR DON FLAVIO PELOSO SUPERIOR GENERAL FDP






AÑO SANTO: La Puerta Santa de la Iglesia para entrar y para salir.
Abre la puerta Santa del Año de la misericordia. Nota de Don Flavio Peloso.
A las 11.10, en este 08 de diciembre 2015,Francisco abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, al final de la celebración de la Misa.
Este rito fue ya un "avance" significativo el pasado 29 de noviembre, cuando el Papa había abierto la puerta de madera de la catedral de Bangui, en África Central.
Inicia el Jubileo de la misericordia.
El tema del Año Santo es: "Sed misericordiosos como vuestro Padre" (Lucas 06:36).
En la bula de convocatoria "vultus Misericordiae" (11 de abril, 2015), Francisco ha indicado que el Año Santo de la misericordia es vivir "con los sentimientos de gratitud por todo lo que la Iglesia ha recibido y de la responsabilidad de la tarea por delante, cruz la Puerta Santa con plena confianza para ser acompañado por el poder del Señor resucitado que sigue apoyando nuestra peregrinación. La Iglesia sabe que su primera tarea, sobre todo en una época como la nuestra, llena de grandes esperanzas y contradicciones fuertes, es para introducir todo el gran misterio de la misericordia de Dios, contemplando el rostro de Cristo. Una peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo, ¿por qué es el icono de la forma en que cada uno hace en su vida ... peregrino que viaja un camino a la meta deseada ".
Hoy, durante la homilía de la misa de apertura del Jubileo, Francisco dijo: "Va a ser un año en el que crecer en la convicción de la misericordia."
Es un jubileo especial no sólo porque se celebra fuera de la espera de 25 años, pero por muchas otras razones, no menos importante para ver la Puerta Santa cruzada simultáneamente por dos Papas. Permaneceran imágenes imborrables del Papa  Benedicto XVI anciano que avanza a un ritmo lento,  el apretón de manos con Francisco, el abrazo; la mirada en sus ojos, el susurro de los dos Papas que aman y sirven a la Iglesia.
En su homilía, el Papa tomó como una identificación de la Puerta Santa de la iglesia de San Pedro con la apertura de la Iglesia al mundo moderno ocurrido desde el Concilio Vaticano II, la apertura del Año Santo se corresponde con el último día del Consejo de 8 de diciembre de 1965 hasta 2015. "Hoy en día, cruzar la Puerta Santa que también recuerda otra puerta, hace cincuenta años, los Padres del Concilio Vaticano II abrió ampliamente para el mundo."
El verbo "abierta" también era querido por el Papa Juan Pablo II.
Ahora Francisco con esta palabra recuerda que "el Concilio ha sido un verdadero encuentro entre la Iglesia y los hombres de nuestro tiempo. Un encuentro marcado por el poder del Espíritu que llevó a su iglesia para salir del bache durante muchos años se había encerrado en, para asumir con entusiasmo el camino misionero ".
La reunión debería continuar en este camino con decisión, a través de las muestras de la misericordia y de diálogo de los cuales eran los dos Papas del Concilio, el Papa Juan XXIII y el diálogo de misericordia de Pablo VI.

Con el Jubileo, Francisco pidió  "asumir con entusiasmo el camino misionero" de ser Iglesia  a través del evangelio y el ministerio de la misericordia, la promoción de la cultura de la reunión.
Si Juan Pablo II dijo que "no tengan miedo de abrir las puertas a Cristo", Francisco pidió no tener miedo de salir y caminar por las calles del mundo, con "el espíritu salió del Concilio Vaticano II, la del samaritano, que Recordó bendito Pablo VI al final del consejo. Hoy cruzar la Puerta Santa prometemos hacer nuestro misericordia del Buen Samaritano ".
En resumen, la Puerta Santa es no sólo para entrar en la gracia de Dios, sino también - y sobre todo hoy en día - es salir y dar testimonio de la misericordia de Dios.
Cómo Orioninos,  vibramos con amor por la Iglesia y estámos llamados a vivir su camino actual, según lo indicado por Francisco , inspirado y seguro, la "Pastoral" de Pedro. Somos muy activos y en la peregrinación de la Iglesia peregrina: "Sólo es seguro para vencer a los caminos de la Providencia, y sólo después se puede estar seguro de que a pesar de estas calles pueden parecer oscuras son siempre rectas" (Don Orione).
Don Flavio Peloso

¡¡¡¡ 10 DE DICIEMBRE, ARGENTINA ¡¡¡ LEVANTATE Y CAMINA !!!


¿POR QUE UN JUBILEO DE LA MISERICORDIA?



10/12/2015) Ciudad del Vaticano - Durante la catequesis de la audiencia general del segundo miércoles de diciembre, la primera del Año Jubilar, con varios miles de fieles y peregrinos de numerosos países celebrado en la Plaza de San Pedro precisamente al día siguiente de la solemne apertura de la Puerta Santa de la Basílica Vaticana, y tras la apertura que realizó el I Domingo de Adviento en la Catedral de Bangui, en la República Centroafricana, el Obispo de Roma ofreció su reflexión respondiendo a la pregunta: “¿Por qué un Jubileo de la Misericordia?”.
El Santo Padre explicó que la Iglesia tiene necesidad de este momento extraordinario, puesto que en nuestra época, de profundos cambios, está llamada a ofrecer su contribución, haciendo visibles los signos de la presencia y de la cercanía de Dios. De modo que el Jubileo es un tiempo favorable para que contemplando la Divina Misericordia, que supera todo límite humano y resplandece sobre la oscuridad del pecado, podamos llegar a ser testigos más convencidos y eficaces.
Dirigir la mirada a Dios, Padre misericordioso, y a los hermanos necesitados de misericordia – dijo también el Papa – significa dirigir la atención al contenido esencial del Evangelio, es decir, a Jesucristo, la Misericordia hecha carne, que hace visible el gran misterio del Amor trinitario de Dios.
El Papa Bergoglio también afirmó que este Año Santo se nos ofrece para experimentar en nuestra vida el toque dulce y suave del perdón de Dios con su presencia y cercanía, de modo especial en los momentos de mayor necesidad. Por eso lo definió un momento privilegiado para que la Iglesia aprenda a elegir únicamente “lo que a Dios más le gusta”, es decir, “perdonar a sus hijos, tener misericordia de ellos, a fin de que ellos, a su vez, puedan perdonar a sus hermanos, resplandeciendo como antorchas de la misericordia de Dios en el mundo”.
Además, el Pontífice destacó que la necesaria obra de renovación de las instituciones y de las estructuras de la Iglesia es un medio que debe conducirnos a experimentar la misericordia de Dios que es la que garantiza a la Iglesia que sea esa ciudad sobre un monte que no permanece escondida (Cfr. Mt 5, 14).
Y recordó que de este modo reforzaremos nuestra certidumbre en que la misericordia contribuye realmente a la construcción de un mundo más humano, especialmente en estos tiempos en que el perdón es un huésped raro en los ámbitos de la vida humana, que incluye a las sociedades, las instituciones, el trabajo y las familias.
El Papa Francisco concluyó con el deseo de que en este Año Santo cada uno de nosotros experimente la misericordia de Dios, para ser testigos de lo que a él más le agrada. Y si bien – dijo – sería ingenuo creer que esto pueda cambiar el mundo, con las palabras de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios, recordó que “la necedad de Dios es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres” (1 Co 1, 25).
Texto completo de la catequesis del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, buenos días.
Ayer he abierto aquí, en la Basílica de San Pedro, la Puerta Santa del Jubileo de la Misericordia, después de haberla abierta ya en la Catedral de Bangui en República Centroafricana. Hoy quisiera reflexionar junto a ustedes sobre el significado de este Año Santo, respondiendo a la pregunta: ¿Por qué un Jubileo de la Misericordia? ¿Qué significa esto?
La Iglesia necesita de este momento extraordinario. No digo: es bueno para la Iglesia este tiempo extraordinario, no, no. Digo la Iglesia: necesita de este momento extraordinario. En nuestra época de profundos cambios, la Iglesia está llamada a ofrecer su contribución peculiar, haciendo visibles los signos de la presencia y de la cercanía de Dios. Y el Jubileo es un tiempo favorable para todos nosotros, porque contemplando la Divina Misericordia, que supera cada límite humano y resplandece sobre la obscuridad del pecado, podamos transformarnos en testigos más convencidos y eficaces.
Dirigir la mirada a Dios, Padre misericordioso, y a los hermanos necesitados de misericordia, significa poner la atención sobre el contenido esencial del Evangelio: Jesús  la Misericordia hecha carne, que hace visible a nuestros ojos el gran misterio del Amor trinitario de Dios. Celebrar un Jubileo de la Misericordia equivale a poner de nuevo al centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades lo específico de la fe cristiana, es decir, Jesucristo, Dios misericordioso.
Un Año Santo, por lo tanto, para vivir la misericordia. Si, queridos hermanos y hermanas, este Año Santo nos es ofrecido para experimentar en nuestra vida el toque dulce y suave del perdón de Dios, su presencia al lado de nosotros y su cercanía, sobre todo en los momentos de mayor necesidad.
Este Jubileo, en resumen, es un momento privilegiado para que la Iglesia aprenda a elegir únicamente “aquello que a Dios le gusta más”. Y, ¿qué cosa es lo que “a Dios le gusta más”? Perdonar a sus hijos, tener misericordia de ellos, de modo que también ellos puedan a su vez perdonar a los hermanos, resplandeciendo como antorchas de la misericordia de Dios en el mundo. Esto es aquello que a Dios le gusta más. San Ambrosio en un libro de teología que había escrito sobre Adán toma la historia de la creación del mundo y dice que Dios, cada día después de haber creado la luna, el sol o los animales, el libro, la Biblia dice “y Dios dijo que esto era bueno”  pero cuando ha creado al hombre y a la mujer la Biblia dice “Dios dijo que esto era muy bueno” y San Ambrosio se pregunta por qué dice “muy bueno” por qué -dice- está tan contento Dios después de la creación del hombre y de la mujer, porque finalmente tenía a alguno para perdonar. Es bello eh.  La alegría de Dios es perdonar, el ser de Dios es misericordia, por esto este año debemos abrir el corazón, para que este amor, esta alegría de Dios nos llene, nos llene a todos nosotros de esta misericordia.
El Jubileo será un “tiempo favorable” para la Iglesia si aprendemos a elegir “aquello que a Dios le gusta más”, sin ceder a la tentación de pensar que haya algo más importante o prioritario. Nada es más importante que elegir “aquello que a Dios le gusta más”, ¡su misericordia, su amor, su ternura, su abrazo, sus caricias!
También la necesaria obra de renovación de las instituciones y de las estructuras de la Iglesia es un medio que debe conducirnos a hacer la experiencia viva y vivificante de la misericordia de Dios que, sola, puede garantizar a la Iglesia de ser aquella ciudad puesta sobre un monte que no puede permanecer escondida (cfr Mt 5,14). Solamente resplandece una Iglesia misericordiosa. Si debiéramos, aún solo por un momento, olvidar que la misericordia es “aquello que a Dios le gusta más”, cada esfuerzo nuestro sería en vano, porque nos convertiríamos en esclavos de nuestras instituciones y de nuestras estructuras, por más renovadas que puedan ser, pero siempre seríamos esclavos.
«Sentir fuerte en nosotros la alegría de haber sido reencontrados por Jesús, que como Buen Pastor ha venido a buscarnos porque estábamos perdidos» (Homilía en las Primeras vísperas del domingo de la Divina Misericordia, 11 abril 2015): este es el objetivo que la Iglesia se pone en este Año Santo. Así reforzaremos en nosotros la certeza de que la misericordia puede contribuir realmente a la edificación de un mundo más humano. Especialmente en estos nuestros tiempos, en que el perdón es un huésped raro en los ámbitos de la vida humana, el reclamo a la misericordia se hace más urgente, y esto en cada lugar: en la sociedad, en las instituciones, en el trabajo y también en la familia.
Cierto, alguno podría objetar: “Pero, Padre, la Iglesia, en este Año, ¿no debería hacer algo más? Es justo contemplar la misericordia de Dios, pero ¡hay muchas necesidades urgentes!”. Es verdad, hay mucho por hacer, y yo en primer lugar no me canso de recordarlo. Pero es necesario tener en cuenta que, a la raíz del olvido de la misericordia, está siempre el amor proprio. En el mundo, esto toma la forma de la búsqueda exclusiva de los propios intereses, de placeres, de honores unidos al querer acumular riquezas, mientras que en la vida de los cristianos se disfraza a menudo de hipocresía y de mundanidad. Todas estas cosas son contrarias a la misericordia. Los lemas del amor propio, que hacen extranjera la misericordia en el mundo, son totalmente tantos y numerosos que frecuentemente no estamos ni siquiera en grado de reconocerlos como límites y como pecado. He aquí por qué es necesario reconocer el ser pecadores, para reforzar en nosotros la certeza de la misericordia divina. “Señor, yo soy un pecador, Señor soy una pecadora, ven con tu misericordia” y esta es una oración bellísima, es fácil eh, es una oración fácil para decirla todos los días, todos los días: “Señor yo soy un pecador, Señor yo soy una pecadora, ven con tu misericordia”.
Queridos hermanos y hermanas, deseo que en este Año Santo, cada uno de nosotros tenga experiencia de la misericordia de Dios, para ser testigos de “aquello que a Dios le gusta más”. ¿Es de ingenuos creer que esto pueda cambiar el mundo? Si, humanamente hablando es de locos, pero «porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres» (1 Cor 1,25). Gracias.
Fuente: News.va

¡¡¡¡¡ CIERRE DEL CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DE LAS PHMC !!!!


???????????????????????????????En la Basílica de Luján se cerró el año del Centenario de la fundación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad.DSC01870
El día 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Virgen María, se cerró el año del Centenario de la fundación de las PHMC con una Misa en el Santuario de Luján presidida por Mons. Sergio Fenoy, obispo de San Miguel y concelebrada entre otros por el P. Héctor Pazos, fdp. Una nutrida concurrencia de religiosas, laicos, niños de algunos colegios y asistidos de hogares y Cottolengos participó de esta fiesta de toda la familia orionita de Argentina. Finalizada la Eucaristía se compartió el almuerzo en el predio de los Hnos. Maristas y luego se hizo una celebración mariana de acción de gracias por estos 100 años de camino fecundo de las Hermanas en todo el mundo