SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


lunes, 28 de agosto de 2023

132 ANIVERSARIO DE VICTORIA DE PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Hoy es el aniversario de la localidad de Victoria, 132 años de vida,un dia como hoy se inauguraba la estacion de tren..toda una historia que enriquece nuestro caminar...historia que empieza con el tren mitre y se transforma en un orgulloso pueblo de ferroviarios .comerciantes.medicos.obreros. docentes...la iglesia,el padre Zanocchi,el mismo Don Orione hoy Santo,todos lo hicieron y lo hacen grande, hoy fecha que coincide con el dìa de Nuestra Sra. de la Guardia patrona de nuestro pueblo, junto a Don Orione, quien camino las mismas calles que seguimos caminando nosotros... Muchas Felicidades para todos los que vivieron y son parte de Victoria mi amado pueblo.

RECORDANDO LA LLEGADA DEL CORAZÓN DE DON ORIONE A LA ARGENTINA



"En Argentina he hallado para siempre mi segunda patria, y Dios mediante volveré a ella vivo o muerto, pues quiero que mis cenizas descansen en el Pequeño Cottolengo Argentino de Claypole. Preveo que partiré de aquí hacia fines de julio, pero dejo mi corazón en la Argentina, donde espero volver pronto" había dicho en nuestro país Don Orione antes de su partida a Italia en 1937.
Su deseo se cumplió el 29 de agosto del año 2000 con la llegada definitiva de su Corazón al Cottolengo de Claypole, lugar donde plasmó su sueño de ver un mundo con lugar para todos, y que desde entonces se transformó en centro de oración y peregrinación donde miles de fieles van todos los días del año a depositar sus esperanzas, sus pedidos, agradecimientos, o simplemente a visitar y sentir la presencia del Santo fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia.
El corazón de San Luis Orione, símbolo de su amor por los más necesitados, está esperando siempre juntarse “con el corazón más pobre” para saber “cuál es el dolor que tu alma esconde”, como reza la letra que el compositor Ignacio Copani que supo resumir en la canción dedicada al Apóstol de la Caridad
 
El relicario con el corazón de Don Orione llegó a la Argentina.

El 29 de agosto de 2000 su corazón llega en un relicario para residir definitivamente en el Cottolengo del barrio Don Orione, en la ciudad de Claypole, provincia de Buenos Aires, Argentina. Desde ese día este santuario es lugar de peregrinación de los fieles.

Con cantos, aplausos y algunos fuegos artificiales de fondo, los jóvenes vivaron por más de 5 horas a Don Orione y contaron anécdotas sobre el viaje desde Roma. "Cuando llegamos al aeropuerto no nos dejaban pasar el relicario. No tenían idea de lo que era y estuvimos un rato largo discutiendo. No nos creían que llevábamos el corazón de Don Orione", contó Javier Boxler (16), de Claypole.

Miles de fieles argentinos y latinoamericanos lo recibieron entusiasmados y festejaron durante cinco horas La preciosa reliquia fue traída desde Italia por 400 jóvenes que estuvieron con el Papa en Roma. Vivo o muerto volveré a la Argentina", había dicho. Muchos años después, el deseo del beato Luis Orione se hizo realidad: su corazón llegó ayer al cottolengo de Claypole, que creó en 1935, y allí se quedará para siempre.
Desde temprano, el cottolengo se fue llenando de fieles y peregrinos que venían desde distintos puntos del país y desde Chile, Uruguay, Paraguay y México. Cerca del mediodía ya había 5.000 personas. El corazón —que fue encontrado intacto 25 años después de que Don Orione muriera— fue traído desde Tortona, Italia, por unos 400 chicos argentinos que participaron del encuentro mundial de la juventud en Roma. "Se siente, se siente, Don Orione está presente", coreaban los fieles mientras un gran número de banderas, pañuelos y sombreros saludaban a los jóvenes enviados del Papa.
"Esto es un sueño para nosotros, que traemos a casa el alma de este cottolengo. Pero también es cumplir el sueño de Don Orione, que decía que la Argentina y Claypole eran su segunda casa", contó Yanina Roldán que, con 18 años, ya tiene más de diez dedicados a la obra de caridad. 
Un ángel con alas de plata sostiene el relicario donde, desde ahora, descansa el corazón del sacerdote, que conserva su forma y tamaño por un tratamiento especial hecho por especialistas italianos.
Algunos de los 500 internados también se plegaron a la fiesta como pudieron: desde sus sillas de ruedas, ayudados por bastones o sostenidos por los voluntarios. "Me dan ganas de llorar. ¿Viste qué rojo es?", comentó Susy, quien no supo decir su edad pero contó que está internada en el cottolengo "desde que era chiquitita".
Don Orione se fue de Buenos Aires en 1937, tras una estadía de tres años. "Su última gran obra la dedicó a la Argentina", comentó el sacerdote Adolfo Uriona, superior provincial de la congregación argentina orionita. La obra del beato vio sus frutos en 36 escuelas y hogares, pero sobre todo en los cottolengos que albergan desde niños a ancianos discapacitados.
En 1980, Orione fue beatificado por Juan Pablo II. Aunque no es santo, muchos creen que ya lo es. "No hay nadie que haya dado tanto amor como él por los pobres. Don Orione es un ídolo espiritual y uno lo siente como un santo", aseguró Boris Godoy (16), quien formó parte de la comitiva chilena.
Con cantos, aplausos y algunos fuegos artificiales de fondo, los jóvenes vivaron por más de 5 horas a Don Orione y contaron anécdotas sobre el viaje desde Roma. "Cuando llegamos al aeropuerto no nos dejaban pasar el relicario. No tenían idea de lo que era y estuvimos un rato largo discutiendo. No nos creían que llevábamos el corazón de Don Orione", contó Javier Boxler (16), de Claypole.
A la tarde se sumaron a la fiesta los gobernadores de Buenos Aires y del Chaco Carlos Ruckauf y Angel Rozas, los senadores Antonio Cafiero y Jorge Villaverde y el diputado Osvaldo Mércuri. La misa estuvo a cargo del obispo de Lomas de Zamora, Desiderio Collino, quien se encargó de repetir la frase más célebre de Don Orione y que volvió a arrancar aplausos de los fieles: "Solo la caridad salvará al mundo"
.Fuente Clarín .

EL PEDIDO DE MARIA PARA QUE SE LE CONSTRUYA UN SANTUARIO, EN MONTE FIGOGNA


Un humilde pastor cuidaba su rebaño cerca de Génova cuando repentinamente se le apareció la Madre de Dios para ordenarle que le construyera un santuario sobre el Monte Figogna. Según la tradición, el hecho aconteció el 29 de agosto de 1490

Benedicto Pareto era un humilde campesino de Livellato, un pequeño pueblo del valle de Polcevera, próximo a Génova, donde vivía con su esposa y sus dos hijos, Bartolomé y Pascual.

Una mañana, como acostumbraba hacerlo, cuidaba sus ovejas en espera del almuerzo que a diario le alcanzaba su mujer cuando, súbitamente, se le apareció una señora de bello aspecto, resplandeciente como el sol, quien le habló dulcemente y le solicitó que le construyese una capilla sobre la ladera del monte. Y al decirlo así, extendió su mano señalando el lugar.

Al ver que hablaba con la mismísima Madre del Redentor, Benedicto cayó de rodillas diciéndole que, pobre como era, le resultaría imposible concretar el pedido. “No temas – le dijo la Virgen – pues recibirás toda mi ayuda”.

Milagrosa curación

De regreso en su casa, el pastor, preso de viva excitación, narró lo ocurrido a su familia, recibiendo como respuesta que se estaba volviendo loco y que el pueblo entero se mofaría de él. En vista de ello, Benedicto decidió olvidar lo acontecido y seguir su vida normalmente.

Unos días después, se hallaba en lo alto de una higuera cuando la rama sobre la que se hallaba parado se quebró. Benedicto cayó pesadamente al suelo, fracturándose ambas piernas por lo que debió guardar cama varios días. Mientras convalecía, se le apareció nuevamente la Virgen que, con tono suave y delicado, le reiteró su pedido.

Pareto comprobó emocionado que sus heridas habían sanado y que ya no padecía dolores, novedad que corrió por todo el, pueblo, despertando el asombro y curiosidad de sus habitantes y la sorpresa de su familia.

La construcción del santuario

Con la ayuda de sus hijos y el vecindario, Benedicto comenzó a construir la capilla, tarea a la que se sumó la familia Ghersi, aportando una importante suma de dinero y una bella imagen de mármol para el altar, que representaba a Nuestra Señora con el Niño en brazos.

Cuando el templo estuvo terminado, comenzaron a acudir los fieles en gran número. Sin embargo, poco después se pudo comprobar que no era suficiente para tantos, razón por la cual, se decidió levantar una iglesia mayor, capaz de recibir a las grandes multitudes que llegaban permanentemente del norte de Italia y de la misma Francia.

En 1530 comenzó a edificarse un nuevo santuario que sería reemplazado en 1890 por la grandiosa basílica actual.

La devoción por el mundo

La devoción a Nuestra Señora de la Guardia se difundió por el valle de Polcevera primero, por la Liguria después y finalmente por toda Italia, convirtiéndose en la advocación preferida de los antiguos navegantes genoveses.

En 1915 el Papa Benedicto XV elevó el santuario a basílica menor mandando además, colocar una imagen de la Virgen de la Guardia en los jardines del Vaticano.

Desde el monte Figogna, la devoción se expandió por el mundo siendo de destacar los santuarios del Piamonte, América y África pertenecientes a la Pequeña Obra de la Divina Providencia, fundada en Tortona por San Luis Orione.

En la Argentina, San Luis Orione en persona atribuyó a un milagro el que Monseñor Francisco Alberti, Obispo de La Plata, le concediese la abandonada iglesia de Victoria, en el partido de San Fernando, para iniciar desde allí su apostolado. “Vine a la Argentina a levantarle una iglesia –exclamó al ver la imagen de la Virgen genovesa sobre una caja de madera, a un costado del altar - pero ella fue mucho más diligente y me la entrega hecha”. En 1990 Monseñor Giovanni Canestri, Arzobispo Emérito de Génova, puso bajo su auspicio la misión diocesana que dos años después se puso en marcha en el barrio de Guaricano, Santo Domingo, República Dominicana.

Todos los 29 de agosto la Iglesia celebra la fiesta de Nuestra Señora de la Guardia, patrona de Génova, fecha en la que, según la tradición, se produjo su aparición en los alrededores de Livellato.

Benito Pareto, campesino y vidente, cuenta

Me llamo Benito Pareto, soy un campesino y vivo en Livellato, un pueblito del Valle de Polcevera, bello y alegre valle al oeste de Génova. Tengo esposa y dos hijos. Nuestra vida es dura pero en el fondo, también serena. Somos una familia como tantas, en estos tiempos difíciles de la segunda mitad de 1400.

Hoy soy conocido en muchas partes del mundo, porque el 29 de agosto de 1490 -eran cerca de las diez de la mañana- he sido protagonista de un hecho conmovedor. La Virgen María, Madre del Señor, se me apareció allá arriba, sobre el monte Figogna, donde yo subía habitualmente a juntar hierba y me pidió construir justamente allí una capilla.

Frente a mis objeciones de que “soy un pobre hombre y además el lugar… lejos del poblado, del camino, sin agua, sin medios…”, me responde: “No tengas miedo, tendrás mucha ayuda” ¡Y en verdad fue así!

¡Pero cuantas dificultades! Mi esposa al principio me tomo por loco y yo terminé por creerlo. ¡Pero la Virgen conducía ella misma su proyecto!

Tuve una fatal caída de un árbol, fracturas y complicaciones internas me llevaron hasta el fin de la vida. La Madre del Señor volvió nuevamente, esta vez a mi casa, me recordó mi tarea y me curó inesperadamente. Todo el pueblo fue testigo.

Más aún hoy pueden encontrarse estas vivencias en un documento probatorio del 1530, conservado en el archivo de la Curia de Génova. Mi testimonio convenció a todos, incluso a mi esposa, a mis hijos Bartolomé y Pascual, y a otra gente de mi pueblo, vecinos que decidieron unirse a la obra que me había confiado la Virgen.

Y poco a poco la capilla fue construida. Era pequeña, en su interior tenia un altarcito, había lugar sólo para el celebrante y pocos ministros, los demás todos afuera.

Una familia de buena posición del fondo del valle, la familia Ghersi, me regaló una linda Virgencita de mármol con el niño en brazos. Pequeña y tierna, a nosotros nos pareció algo grande y bellísimo.

La capilla construida por nosotros con el tiempo comenzó a no ser suficiente: la gente de hecho aumentaba, las pocas decenas de personas de los primeros tiempos se fueron transformando en centenares, quizá millares. Y además, allá sobre el Monte el tiempo no era nada apacible: ¡sé hacia difícil rezar bajo la lluvia que caía o con la niebla bien pesada!

Por eso comenzamos a soñar con una iglesia más grande, aún cuando las dificultades parecían infranqueables. Allí, sobre el lugar de la aparición no había suficiente espacio material: ni siquiera queriendo se hubiera podido ampliar un poco la capilla (como lo habrían hecho más tarde en el siglo XIX) y el problema de dar reparo a todos no se hubiera podido resolver. Un poco más arriba, en cambio, sobre la ladera del valle de Polcevera, había una pendiente casi llena, fácilmente aplanable… ¡Pero de esto a construir una iglesia verdadera y propia…!

Habían pasado ya diez años de aquel 29 de agosto de 1490.

La Virgen me había dicho: “¡No tengas miedo, tendrás mucha ayuda!” Me parecía que no se podía esperar más: había sido una bella obra la de la capilla, que nosotros atendíamos con cuidado y ternura, como se hace con una criatura pequeña que requiere de atención.

Pero la Virgen quería todavía sorprenderme: la familia Ghersi que ya había regalado la Virgencita, le tomo el gusto, ¿tal vez la Virgen les había tocado el corazón como a mí? Se involucro e invirtió en la iglesia un montón de dinero, mucho del cual había ganado en una especie de lotería de la época.

Con su ayuda económica y con nuestro trabajo nos embarcamos en la obra del primer gran Santuario, algo colosal para aquel tiempo. Era de 39,20 metros de largo, 13,80 metros de ancho por 8 de alto.

Aquella primera iglesia del 1530 –que nos parecía “grandísima”– hoy ya no esta más. Junto a ella fue construida y terminada en 1890 la actual y gran Basílica.

Como para la primera iglesia, la construcción del moderno santuario requirió de duros trabajos y fatigas, pero encendió también el entusiasmo de tantos: personas, familias, todo el valle de Polcevera, la ciudad de Génova y más… ¡Y cuantas gracias obtenidas de María!

“Tendrás mucha ayuda”, me había dicho, ¡pero nunca hubiera pensado en un desarrollo similar! Y pensar que hoy en todo el mundo, mi Virgen de la Guardia es honrada en al menos 278 lugares entre santuarios, parroquias, capillas y ermitas, dedicadas a ella.

¿Y hoy? En todo tiempo y lugar María sigue proponiendo: ¿quieres darme una mano también tú?

En “mi Guardia” veo que hay tanto que hacer todavía. Con el tiempo comprendí que aquello era solo una ocasión que ella ofrecía: nosotros estábamos allí por la capilla y mientras tanto ella trabajaba para construir el verdadero santuario dentro de nosotros, en nuestro corazón, en nuestra conciencia transformada, ante todo yo me sentí por ella convertido y cambiado por dentro.

Cada vez que tenía que tomar importantes decisiones iba a pedir consejo a María. Pasó una noche entera en oración, arrodillado al frío, frente a la entrada a la capilla de la Aparición antes de lanzarse a la gran aventura de adquirir el Paverano para construir un Cottolengo, un gran edificio donde soñaba recibir a tantos pobres y enfermos. Y la Virgen no lo abandonó: hoy el Paverano con sus más de 600 asistidos y sus 400 trabajadores, es la expresión más grande de la caridad presente en Génova. Este episodio se recuerda hoy con una bella estatua, de modo que quien sube al santuario puede ver a Don Orione arrodillado sobre los escalones de la capilla como en aquella noche.

Don Orione, al igual que Benito Pareto, era hijo de gente pobre, también él Estatua santuario de la Guardia andaba dando vueltas buscando ayuda para construir en su pueblo Tortona un santuario dedicado a la Virgen de la Guardia. Soñaba que sobre el campanario de la iglesia hubiera una gran estatua de la Virgen Guardiana para todo el pueblo tortonés y por eso comenzó a recoger las ollas de cobre rotas e inutilizables.

Pronto se le conoció en los campos del Piamonte como “el cura de las ollas rotas”. Parecía que juntaba basura, cosas que la gente tiraba, pero en cambio fue el iniciador de la construcción de la colosal estatua que hoy se ve brillar como oro desde lo alto del campanario de Tortona.

HOY 29 DE AGOSTO, SE CONMEMORA LA FIESTA DE NUESTRA SRA DE LA GUARDIA , EN LA OBRA DON ORIONE DEL MUNDO.

Oh, María, nuestra dulce madre y amorosa custodia,

recordando tu aparición a Benito Pareto en la cumbre del monte Fignona,

recibe nuestro homenaje lleno de gratitud y de confianza.

Tú escuchas siempre las oraciones de tus hijos,

en el modo y en el tiempo querido por la Providencia de Dios;

desde que te has aparecido sobre la Santa Montaña a Nuestro Humilde hermano,

has hecho descender sobre quienes has invocado tu intercesión

copiosas bendiciones.

Reconocemos que somos indignos de tu bondad,

pero por esta razón esperamos tu amor de Madre

que nunca rechaza la ayuda a sus hijos más débiles y pecadores,

y por lo tanto más necesitados por la misericordia de Dios,

para que se conviertan y obtengan tu perdón.

Implora de tu Divino Hijo la salud del alma y del cuerpo,

consuela a quien llora,

inspira concordia donde hay incomprensión,

da fuerza a quien es perseguido,

paciencia a quien esta atribulado,

lleva a todas partes la serenidad, la paz y el gozo

Ayúdanos, con tu ejemplo de plena fidelidad al Señor,

a custodiar en nosotros el preciosismo don de la vida Divina

que Jesús nos ha merecido con su muerte y resurrección

y nos ha dado en el Bautismo

que nos ha hecho miembros de la familia de Dios, la Iglesia,

de la que Tú eres la Madre.

Agradecidos por tantos dones

pide para nosotros al Señor:

fe sin tinieblas,

esperanza inquebrantable

y caridad ardiente.

Así, después de haber caminado en la vida terrena con los hermanos

hacia los bienes que la bondad de Dios nos ha prometido,

podremos alcanzar la eterna felicidad en Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

AMÈN.

INAUGURACIÓN DEL SANTUARIO NUESTRA SEÑORA DE LA GUARDIA, TORTONA , AÑO 1931


LA INAUGURACIÓN DEL SANTUARIO EN TORTONA

El 29 de agosto de 1931, Mons. Grassi, a la sazón obispo de Tortona, abría solemnemente al culto el santuario de Nuestra Señora de la Guardia, triunfo de la fe cristiana y de María.

Nota insólita y simpática, los jóvenes seminaristas de Don Orione que habían sido los esforzados “peones de la Virgen” trabajando duramente en la construcción del santuario, desfilarán en la procesión portando no imágenes sagradas ni cirios encendidos, sino carretillas, palas, y otras herramientas de trabajo.

Don Orione manifestaba entonces certezas de santo: “¡Tortona, cántale a Dios un canto nuevo: la inauguración de tu santuario es una aurora! ¡Serán muchos los que alzarán su mirada a ti! ¡Cuántos serán -y de cuantos caminos- los que encaminarán sus pasos al santuario, deseosos de una renovada vida de fe, de una vida cristiana y ciudadana honesta, sedientos de amar a Dios y a los hermanos, de servir a Cristo en los pobres y los huérfanos; en humildad, caridad y trabajo! ¿Ves, Tortona, esos pequeños trabajadores del santuario? Parecen simples peones de albañil, y son levitas del Señor: vestidos de andrajos, manchados de cal, más pobres que el propio Francisco de Asís... Pero un día verás, verás... Dios los transformará en apóstoles y enviados de Cristo; heraldos de civilización, se repartirán el mundo para anunciar el Evangelio...”

Santuario Nuestra Sra. De La Guardia, En Tortona, Construido Por Don Orione, Con La Ayuda De Bienhechores, Benefactores Y Sus Seminaristas Que Hicieron De Peones, Obreros De La Construcción. . Una Obra Magnifica Por Su Arquitectura, Su Grandiosidad, Sin Dinero, Sólo Cumpliendo Una Promesa A La Virgen, Que Si Terminaba La Guerra Y Volvían Sanos Y Salvos Los Pobladores Y Clérigos, Lo Haría, Y La Virgen Cumplió Y Lo Ayudó Tocando El Corazón De Muchos Para Que Donen Para Esta Magnífica Obra Para Nuestro Señor y su madre María.


MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA


Hoy la Iglesia recuerda y celebra el martirio de San Juan Bautista, el precursor de Cristo, antesala, preludio, anunciador del Mesías que el pueblo judío estaba esperando. Los evangelios le recuerdan como un hombre austero, solitario, que finalmente entregó su vida por aquello que configuró su misión: anunciar la Verdad -que es Cristo- y todas las "verdades" por molestas que sean de escuchar. "Convertíos…"