SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


martes, 28 de enero de 2014

HERMANA MARIA TERESA SIMIONATO, 25 AÑOS DE VIDA CONSAGRADA

Queridos amigos y amigas:

                                               Con mucha alegría les hago esta invitación a acompañarme en la Eucaristía de este día especial, en el que, por la Misericordia de Dios, celebraré mis "primeros" 25 años de vida religiosa.
    Ya que, con cada uno, he compartido algo del camino recorrido, a todos les agradezco su presencia, su fraternidad, su ayuda y los buenos ejemplos recibidos, que me ayudaron a perseverar en mi vocación.

   Comprendo que la fecha es difícil, por los compromisos del verano, aunque me encantará verlos, si es que pueden llegarse a participar.
                                                Desde ya les agradezco el acompañamiento que me harán en la oración en este tiempo de preparación inmediata.

                                                            Mi saludo fraterno a cada uno, en el Señor Jesús:

                                                                                                                                        Hna. María Teresa Simionato.

EL PAPA FRANCISCO Y MONSEÑOR ADOLFO URIONA FDP

El obispo de Añatuya, monseñor Adolfo Uriona FDP, relató horas antes de regresar al país su experiencia tras haber acompañado al papa Francisco en tres ocasiones durante la visita que concluyó este martes 28 de enero. El prelado afirmó que la paternidad de Jorge Bergoglio ha cobrado, por la gracia de Dios, “una dimensión más profunda y espiritual”.
Monseñor Uriona compartió los pormenores de su visita al Santo Padre y esbozó una descripción del semblante del pontífice: “Para los que tuvimos la gracia de conocerlo desde hace mucho tiempo y experimentar su paternidad hecha de bondad y firmeza, paciencia y ternura, vemos que ahora ha cobrado, por la gracia del Padre Dios, una dimensión más profunda y espiritual”.
El obispo, que conduce pastoralmente una diócesis emplazada en una de las regiones más pobres de la Argentina, tuvo la “gracia inmensa” –según expresó- de participar de la audiencia general del miércoles 22 de enero, y mantener una audiencia privada al día siguiente, luego de la cual rezó el rosario y cenó junto al Santo Padre. Finalmente, este martes 28 de enero, antes de tomar el vuelo rumbo a Buenos Aires, concelebró con el Papa en la capilla de la Casa Santa Marta.
Monseñor Uriona destacó la calidez y atención que Francisco dedica a sus visitantes: “A pesar del peso y la responsabilidad que debe cargar lo encontré con una paz, una serenidad y una alegría tan hondas que me impactaron enormemente. Con tanto trabajo es capaz de dedicar tiempo, y mucho, a las personas individualmente y estar con ellas como si fuera lo único que debe hacer”.
El obispo aseguró que el carisma del Papa se debe a la acción misteriosa del Espíritu Santo sobre su persona, y también lo adjudicó al fruto de tantas personas que rezan y ofrecen sufrimientos por él. “¡Recemos mucho por el Papa que la Providencia nos ha regalado y pongamos en práctica sus enseñanzas y actitudes!”, pidió el prelado.
Finalmente, monseñor Uriona transmitió que el Santo Padre concedió una bendición especial para todos los fieles de la diócesis de Añatuya, a fin de que sean auténticos discípulos misioneros de Jesucristo

EL PRIMER MILAGRO DE DON BOSCO DESPUÉS DE SU MUERTE

EL PRIMER MILAGRO DE DON BOSCO DESPUÉS DE SU MUERTE
El primer milagro de Don Bosco muerto fue para Don Orione. Hay que anteponer que Luis Orione, como lo testifican las Memorias biográficas de Don Bosco (vol. XVIII, p. 539), estuvo entre los seis alumnos del oratorio de Valdocco que, aconsejados por Don Gioacchino Berto, ex secretario de Don Bosco, habían ofrecido durante una misa celebrada el 29 de enero de 1888 su vida a cambio de la prolongación de la de Don Bosco, ya en los momentos extremos. El Señor no aceptó esa oferta, por sus altísimos fines, ocultos a nosotros, mas preparaba -como es dulce reconocerlo- entre aquellos seis generosos a un nuevo astro de santidad que ilustraría a la Iglesia y el mundo, y además exaltaría como pocos las virtudes, los méritos, la santidad de Don Bosco, sobre todo reproduciéndolas en si mismo. Y llegó el alba helada del 31 de enero. A las 4.30 hs., con media hora de anticipación, extrañamente, el campanario de María Auxiliadora sonó los toques del Ave María. Un cuarto de hora después Don Bosco volaba al paraíso. El oratorio, aún en la consternación de ese momento, por otra parte esperado y preparado, no tomó el luto. En todos inmediatamente cundió la alegría serena de tener un nuevo gran intercesor en el cielo. Las grandiosas manifestaciones de devoción, que se verificaron alrededor de los restos mortales del gran apóstol de la juventud, confirmaron fuera de todo cálculo esta convicción. Al llegar a este punto debemos referir otro hecho que une a Don Bosco y a Luis Orione, confirmando ese “seremos siempre amigos” que le había dicho. En efecto Luis Orione puede considerarse el primer gran beneficiado con un milagro de Don Bosco subido al cielo. Le cedemos, otra vez, la palabra a él: “El día siguiente fue llevado a pulso a la iglesia de San Francisco de Sales, que le dio el nombre a la sociedad salesiana y permaneció allí expuesto todo el día. Fueron a visitarlo miles y miles de personas: desde Moncalieri, desde Vercelli y de muchísimos lugares. Pusieron también a unos muchachos para tocar los objetos, pues todos consideraban que Don Bosco era un santo. Quien tocaba un pañuelo, quien hacía tocar otros objetos. Habían puesto en esos días a tres muchachos a propósito para que tocaran lo que los fieles llevaban. Uno de ellos tocaba vendas y coronas del rosario. Y después no supo más que tocar. Y entonces le surgió en la mente como una luz, la idea de que se pudieran hacer tocar al cuerpo de Don Bosco trozos de pan y luego, haciéndolos comer a los enfermos, éstos pudieran sanar. Y como tenía la llave de uno de los refectorios, porque estaba a cargo de ellos, tomó pan y aferrando el cuchillo se puso a cortar; pero en el entusiasmo, no cortó sólo el pan, sino también un dedo, y tanto era el fervor, que le dio un segundo corte al dedo hasta el hueso. Pero cuando, finalmente, sintió el dolor y vio fluír la sangre, experimentó como un temor de que le faltara el índice, lo que lo haría no apto para el sacerdocio. Mas, después de ese primer temor y dolor, él tomó el dedo que colgaba, pues tenía el hueso cortado y, como el refectorio está abajo, corrió a la iglesia y tocó el cuerpo de Don Bosco, el dorso de la mano derecha... ¡Y la sangre permaneció en los poros de Don Bosco y la herida se sanó! La cicatríz está aún aquí...” (D.O., I, 305). Y así diciendo mostraba el índice de la mano derecha a sus hijos -Don Orione era zurdo-, que invitaba al himno de alabanza a Dios y agradecimiento a su santo maestro. Del libro: "Florecillas de Don Orione" de Mons. Gemma