SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


martes, 19 de marzo de 2013

SAN JOSÉ

“¿Sería San José en persona?”

En una ocasión de gran necesidad, la Congregación fue ayuda por un “misterioso hombre”, quien Don Orione interpreto que era el mismo San José.

Por ello, como signo de agradecimiento, en muchas casas de la Congregación, la imagen de San José tiene un pan en el cuello.

Don Orione estaba siempre escaso de dinero y con frecuencia eso le creaba no pocas angustias, especialmente en los primeros tiempos de su apostolado, cuando tenía tantos niños a los cuales quitar el hambre... Pero la Providencia intervenía.

Aquí está la narración de una de estas intervenciones, recogida de los labios mismos de Don Orione.
 
“Estábamos entonces (marzo de 1900) en el antiguo Convictorio paterno, en el Santa Chiara, y eran años de gran trabajo y también nuestros jóvenes estudiaban bien y rezaban bien (...). En momentos en los cuales no teníamos pan, no teníamos nada, fue San José el que vino a nuestro encuentro. Pero sólo este año parecía que el querido San José no quería venir a ayudarnos.

Llegó el mes de marzo, y estábamos muy necesitados de dinero: eran momentos muy penosos, y nos encomendábamos mucho a San José, que es invocado como administrador, mejor como proveedor de las casas religiosas, así como fue proveedor de la sagrada Familia. Y verdaderamente, también con nosotros, demostró siempre ser un buen proveedor... Venía a animarnos en esta devoción un santo y culto canónico, Mons. Novelli: nos confortaba, entonces, a esperar bien, a confiar en la ayuda de San José, en aquellos difíciles momentos, y a orar. El portero, entonces, era nuestro Zanocchi, luego superior de nuestras casas de América: entonces él no era ni siquiera clérigo, porque había llegado hacía pocos meses; para probar la virtud de este joven, para experimentarlo, lo puse a hacer de portero.

Estábamos, entonces, en el mes de San José. Y en lugar de venir las ayudas, venían los acreedores para hacerse pagar. Yo no me podía librar de ellos, mientras Mons. Novelli me decía siempre que confié.

Un día estábamos precisamente sin nada. Era la novena del santo: ¡más aún la antevíspera de la fiesta! Pero San José parecía que no nos quería ayudar. Pero he alli, se presenta en nuestra puerta un señor: yo estaba arriba y este señor pregunta: “¿Dónde está el Superior?” Y el portero sube a la carrera y me dice: “Hay un señor que desea hablarle”. “¿Pero quién es? ¿Es un acreedor?” “No lo conozco”. “¿No es el carnicero? ¿el lechero?”. “No lo sé”. “¿No dijo si es el del arroz o el de la sal?” “No lo sé”. “¿Es el muchacho de la Señora Chiesa?”. Se trataba de dar, me parece, a esa proveedora algunos miles de liras. “¿No lo has visto nunca?”. “No lo he visto nunca”. “¡Está atento de que no sea un acreedor!”... Éramos entonces unos doscientos.

Parecía una fatalidad: un acreedor detrás del otro; salía uno, entraba el otro. No creía que ese hombre no era también un acreedor: pero no se podía reparar, había que ir. De hecho bajé. Las puertas del colegio de entonces estaban precisamente en ángulo recto con la puerta de nuestra casa aquí, de la casa madre. Recuerdo con precisión esto: bajo las escaleras apurado y me encuentro delante de un señor modestamente vestido y con una barbita rubia. Ese señor me dice: “¿Ud. es el Superior? ¡Aquí hay una suma!”, y sacó un grueso sobre.

Esto lo recuerdo como si hubiese sucedido esta mañana. Entonces, como se hace habitualmente, le pregunté si debíamos celebrar algunas misas: “¿Hay obligaciones? ¿Hay alguna beneficencia que hacer?”. “¡No, no!”, respondió. “No hay nada. Sólo seguir rezando!”. Yo no lo había visto nunca. Me miró un instante y, saludándome con una reverencia, partió rápidamente. Hubiese deseado detenerlo pero, no sé cómo, no tuve coraje de hacerlo: esa presencia y esas palabras me habían como encantado... Y, mientras salía, los que estaban presentes dijeron que el rostro de ese señor tenía un no sé que de celestial... Y entonces nos lanzamos de inmediato sobre sus pasos para ver donde iba.

Ese señor hizo algunos pasos; salió por la puerta, descendió el escalón, pero luego no se lo vio más, ni a la izquierda ni a la derecha, ni bajo los pórticos ni en la iglesia; en el patio estaban solo los jóvenes. Se mandó de inmediato a dos de ellos para buscarlo, pero fue inútil. Nosotros nos retiramos todavía más confundidos: tenía un aspecto no de hombre; había salido apenas y ya había desaparecido. Vino luego Mons. Novelli y se le narró lo que había sucedido. El dijo: “¡Es San José, es verdaderamente San José, que ha querido confortarlos!”. Nosotros, de verdad, creímos siempre que era San José. Pero a Mons. Novelli le expresé una duda: “Era demasiado joven, se presentaba demasiado joven con una barba un poco rojiza”.

Él me respondió: “Pero San José no debía ser viejo, no era viejo. La iconografía lo presentó delante de las generaciones cristianas así, hizo de él un viejo, para hacer comprender más, para hacer sentir más la verdad que él no era el padre verdadero de Jesucristo, ¡sino sólo el padre putativo!”.

Ustedes, sin ánimo de ofenderlos, estarán ansiosos de saber cuánto dinero había en ese sobre: les bastará saber que había tanto como para pagar a los acreedores más urgentes y más grandes... Nosotros le estuvimos siempre agradecidos a San José.

HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO, EN EL INICIO DE SU PONTIFICADO




"Queridos hermanos y hermanas:
"Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de San José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud.
"Saludo con afecto a los hermanos cardenales y obispos, a los presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas y a todos los fieles laicos. Agradezco por su presencia a los representantes de las otras iglesias y comunidades eclesiales, así como a los representantes de la comunidad judía y otras comunidades religiosas. Dirijo un cordial saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a las delegaciones oficiales de tantos países del mundo y al Cuerpo Diplomático.

"Hemos escuchado en el Evangelio que "José hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer" (Mt 1,24). En estas palabras se encierra ya la misión que Dios confía a José, la de ser custos, custodio. Custodio ¿de quién? De María y Jesús; pero es una custodia que se alarga luego a la Iglesia, como ha señalado el beato Juan Pablo II: "Al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo" (Exhort. ap. Redemptoris Custos, 1).
"¿Cómo ejerce José esta custodia? Con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad y total, aun cuando no comprende. Desde su matrimonio con María hasta el episodio de Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero y amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos de la vida como los difíciles, en el viaje a Belén para el censo y en las horas temblorosas y gozosas del parto; en el momento dramático de la huida a Egipto y en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio a Jesús.
"¿Cómo vive José su vocación como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio; y eso es lo que Dios le pidió a David, como hemos escuchado en la primera lectura: Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu. Y José es "custodio" porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas. En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, salvaguardar la creación.
"Pero la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra San Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos. Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios.
Y cuando el hombre falla en esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido. Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen "Herodes" que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer.
"Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos "custodios" de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para "custodiar", también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura.
"Y aquí añado entonces una ulterior anotación: el preocuparse, el custodiar, requiere bondad, pide ser vivido con ternura. En los Evangelios, san José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura.
"Hoy, junto a la fiesta de San José, celebramos el inicio del ministerio del nuevo Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, que comporta también un poder. Ciertamente, Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¿de qué poder se trata? A las tres preguntas de Jesús a Pedro sobre el amor, sigue la triple invitación: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas. Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños; eso que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (cf. Mt 25,31-46). Sólo el que sirve con amor sabe custodiar.
"En la segunda lectura, San Pablo habla de Abraham, que "apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza" (Rm 4,18). Apoyado en la esperanza, contra toda esperanza. También hoy, ante tantos cúmulos de cielo gris, hemos de ver la luz de la esperanza y dar nosotros mismos esperanza. Custodiar la creación, cada hombre y cada mujer, con una mirada de ternura y de amor; es abrir un resquicio de luz en medio de tantas nubes; es llevar el calor de la esperanza. Y, para el creyente, para nosotros los cristianos, como Abraham, como san José, la esperanza que llevamos tiene el horizonte de Dios, que se nos ha abierto en Cristo, está fundada sobre la roca que es Dios.
Custodiar a Jesús con María, custodiar toda la creación, custodiar a todos, especialmente a los más pobres, custodiarnos a nosotros mismos; he aquí un servicio que el Obispo de Roma está llamado a desempeñar, pero al que todos estamos llamados, para hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios nos ha dado.
"Imploro la intercesión de la Virgen María, de San José, de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, de San Francisco, para que el Espíritu Santo acompañe mi ministerio, y a todos vosotros os digo: Recen por mí. Amén".

SE INICIA EL MINISTERIO PETRINO DEL PAPA FRANCISCO




UNA AGENDA Y UN PAR DE ZAPATOS GASTADOS, FUE LO QUE PRIMERO PIDIÓ QUE LE TRAIGAN DE BUENOS AIRES, ARGENTINA.
EN VESTIMENTA  PREFIERE LOS ORNAMENTOS MÁS SENCILLOS.
PREFIERE BESOS, ABRAZOS, APRETONES DE MANOS, SIN LA DISTANCIA QUE TENÍAN LOS OTROS PAPAS.
TIENE EN SU CUARTO UN MATE, QUE LE  REGALO UNA PERIODISTA ARGENTINA, VIRGINIA BONARD, YA QUE TOMA MATE TODOS LOS DÍAS.



“Le regalé un mate, que es mío, con una bombilla que es de mi esposo y con una cartita en la que le pongo algunas cosas'', explicó.
Bonard también escribió en su cuenta de la red social Facebook: “Hoy no fui yo con Francesco. Eramos mi familia querida, regalo de Dios, mis amigos, los argentinos, los latinoamericanos. En el abrazo con el que nos fundimos con Francisco estuvieron todos. Y Dios sabe que es así”.
El pontífice saludó a varios periodistas argentinos, en el marco de la audiencia con 6.000 representantes de la prensa internacional en el aula Pablo VI del Vaticano.
Sergio Rubin, columnista especializado en temas religiosos del diario Clarín y editor jefe del portal Valores Religiosos, fue otro que se acercó, besó su anillo, abrazó e intercambió algunas palabras con el pontífice argentino.
El periodista, autor junto a Francesca Ambrogetti del libro "El Jesuita" que incluye conversaciones con el entonces cardenal Jorge Bergoglio, es visto en Roma como el biógrafo del Papa.
Rubin contó que en ese breve encuentro con el Papa le dijo que le iba a pedir a Dios que "lo acompañara en su tarea y que lo íbamos a extrañar en la Argentina".
“Me encontré exactamente al Jorge Bergoglio con el que me encontraba por la calle en Buenos Aires'', dijo Rubin en declaraciones al canal TN de noticias. “No ha cambiado nada. Es el mismo de siempre. No me encontré con un Papa impostado”.
También lo saludó Alicia Barrios, de cercanía con el Papa, a quien le bendijo una imagen de la Virgen Desatanudos, que Bergoglio le regaló hace tiempo, y el padre Guillermo Ortiz SJ, director de la Misión Jesuita Multimedia y encargado de la Oficina de Promoción para América Latina de Radio Vaticana.
SU ANILLO CARDENALICIO SERÁ DONADO AL MUSEO DE LA CATEDRAL DE BS AS.
ENTRE LAS 132 DELEGACIONES QUE RECIBE, ESTAN 19  LOS REPRESENTANTES ARGENTINOS, LA MÁS GRANDE DE TODAS .
EL PAPA FRANCISCO SE DIRIGIO TELEFONICAMENTE A LOS FIELES QUE ESTABAN EN LA CATEDRAL, DESDE DONDE SE TRANSMITIÓ TODA LA CEREMONIA DEL PONTIFICADO, SE HAN REUNIDO  ALREDEDOR DE 40,000 PERSONAS EN LA PLAZA DE MAYO, CON EL GESTO SOLIDARIO DE UN ALIMENTO  NO PERECEDERO.PARA LOS COMEDORES, QUE GENERALMENTE VISITABA EL PAPA FRANCISCO.PIDIÓ QUE """SE CUIDEN, CUIDEN LA FAMILIA,LOS NIÑOS, LOS VIEJOS, QUE NO SE PELEEN ,QUE NO SE SAQUEN EL CUERO, QUE SE ACERQUEN A DIOS EL ES PADRE, Y QUE LA VIRGEN LO CUIDE,Y PIDIÓ" RECEN POR MI"""", FUERON ALGUNAS DE SUS PALABRAS.Y LOS BENDIJO.
HOY SE LE ENTREGÓ, EL PALIO, DE LANA DE CORDERO QUE SIMBOLIZA EL BUEN PASTOR, EL ANILLO DE PESCADOR CON SAN PEDRO PORTANDO LAS LLAVES Y EL EVANGELIO.
EL PRIMER SANTO QUE VA A PROMOVER ES UN MÁRTIR DE LA DICTADURA EL SACERDOTE CARLOS MURIAS, DEL AÑO 1076.




Tras una larga y expectante vigilia que se llevó a cabo toda la noche tanto en Roma como en Buenos Aires y el resto del mundo, el Papa Francisco encabezó hoy la ceremonia de asunción como el sumo pontífice número 266 de la Iglesia Católica.
En la misa de inicio de su pontificado, Francisco besó el Evangelio y bendijo a la multitud que asistió a la Plaza San Pedro. En el comienzo de su homilía, en italiano, recordó la "feliz coincidencia" con la fiesta de San José, que se celebra hoy.
Ante jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo, el Papa pidió a los responsables políticos y sociales que sean custodios de la creación y guardianes del medio ambiente. "Quienes tienes roles de responsabilidad en el ámbito económico, político o social y a todos los hombres de buena voluntad que sean custodios de la creación, del diseño de Dios inscripto en la naturaleza, del otro y del ambiente", señaló.
Además, el ex arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, marcó la línea que tendrá su pontificado. Dijo que el poder del papa es el servicio a los otros, "especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños, el hambriento, el sediento, el forastero, el desnudo, el enfermo y el encarcelado".
"Si se respeta el pedido del arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio de beatificar a Carlos Murias, el primer santo del papa Francisco será un mártir de la última dictadura militar agentina".
Así comienza una nota de diario italiano La Stampa , escrita por el periodista Paolo Matrolilli, enviado a Buenos Aires tras la elección del nuevo pontífice.
Carlos de Dios Murias era un sacerdote franciscano. En 1976, en La Rioja, fue torturado y brutalmente asesinado.
"La causa para la canonización fue firmada por Bergoglio en mayo de 2011. Lo hizo con discreción para evitar que fuera bloqueada por otros obispos que estaban en contra de iniciativas similares basadas en el compromiso social de los sacerdotes", explicó Carlos Trovarelli, superior de los franciscanos conventuales en la Argentina.
Carlos Murias había nacido en Córdoba en 1945. Su padre, agente inmobiliario y ligado a la política, quería que su hijo fuera militar. Hizo el Liceo Militar, pero cuando terminó, entró al seminario y fue ordenado sacerdote por Enrique Angelelli, obispo de La Rioja.
Murias recaló en el pueblo El Chamizal, en compañía del francés Gabriel Longueville. La misión era fundar una comunidad franciscana. 1976, golpe de Estado, advertencias y amenazas, "la tuya no es la Iglesia en la que creemos».
Murias fue secuestrado el 18 de julio de 1976. Dos días después, su cadáver fue encontrado en medio del campo: le habían sacado los ojos y le habían cortado las manos antes de dispararle. Lo mismo pasó con Longueville. Una semana después, el laico Wenceslao Pedernera, comprometido con la Iglesia y la asistencia a los más necesitados, apareció muerto brutalmente en Chilecito.
Pocas semanas después, Angelelli encontró la muerte en un extraño accidente que hoy la Justicia investiga como posible crimen (Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez están procesados como autores mediatos).
Lo sacerdotes Murias y Longueville y el laico Pedernera tres podrían ser las primeras víctimas del terrorismo de Estado en la Argentina con méritos probados para ser declarados santos.

Bergoglio

Según relató el padre Miguel La Civita, cercano colaborador de Angelelli, al diario La Stampa , conoce a Bergoglio de aquella época.
"Lo conocí cuando estudiaba. Pocos días después del homicidio [de Murias] se llevó a nuestros seminaristas y los escondió en el Colegio Máximo de los jesuitas. No son historias que escuché por ahí: lo vi, en primera persona", contó.
"Yo era el prototipo exacto de los que entonces se llamaban «sacerdotes tercermundistas», teología de la liberación. El Colegio Máximo se había convertido en una especie de central para ayudar a los perseguidos: los escondían, preparaban los documentos falsos y los ayudaban a huir al extranjero. Bergoglio estaba convencido de que los militares no habrían tenido el valor de violar el Colegio Máximo", explicó.
La diócesis de La Rioja puso en marcha la causa para la canonización y Bergoglio, entonces cardenal, la firmó inmediatamente. Fue en mayo de 2011. "Bergoglio firmó y nos aconsejó que fuéramos discretos: muchos obispos argentinos, sobre todo los más viejos, se oponen a las causas basadas en el compromiso social. Gracias a su cautela, el proceso ha seguido su curso. Ahora Bergoglio es Papa. La voluntad de Dios hace milagros: sería conmovedor si el primer beato de Francisco fuera Carlos", aseguró..

Francisco se bajó del papamóvil para saludar a un joven discapacitado

En la recorrida por la Plaza San Pedro, Francisco rompió el protocolo para acercarse a la gente que lo saludaba desde el vallado
 

En su camino rumbo a la Santa Sede, tras abandonar la Casa de Santa Marta, minutos antes de iniciar su Pontificado, el papa Francisco recorrió la plaza San Pedro en el tradicional papamóvil , rodeado de custodios, pero sin protección del blindex que habitualmente utilizan los vehículos que transportan al Sumo Pontífice.
En otra muestra más de su poca estructurada personalidad, la que sorprendió al mundo por su estilo, Francisco se bajó del vehículo para saludar a los fieles que no podían acercarse a las gradas cercanas donde pasaba. Así se acercó a un joven discapacitado y le habló durante algunos segundos

Ayer a las 13.15 sonó el teléfono del puesto de diarios que está en Hipólito Yrigoyen casi esquina Bolívar, frente a la Plaza de Mayo. El hombre que estaba a cargo, hijo del dueño, atendió y se dio cuenta de que era una voz conocida.
"Hola, Daniel, habla el cardenal Jorge", le dijeron. "Dale, Mariano, no seas boludo", contestó, pensando que era un amigo que estaba al tanto de que el papa Francisco, cuando era arzobispo de Buenos Aires, compraba el diario ahí. "En serio, soy Jorge Bergoglio, te estoy llamando desde Roma", retrucaron del otro lado de la línea. Y Daniel Del Regno rompió en llanto.
"Entré en shock, me puse a llorar, no sabía qué decirle", contó. "Me agradeció por el tiempo en el que le acercamos el diario LA NACION y me mandó un saludo para la familia", agregó.
"Hablamos de un detalle, que fue que hace un mes, cuando partió, sabíamos del viaje. Las palabras fueron: «Jorge, ¿vas a agarrar la batuta?», y él contestó: «Eso es un fierro caliente, nos vemos en 20 días, vos seguí tirando el diario». Y bueno, después, es historia conocida", relató.
"Le dije que se cuidara, que lo iba extrañar, que le mandaba un beso grande y le pregunté si existía la posibilidad de verlo de vuelta alguna vez. Me dijo que de acá a un tiempo eso va a ser muy complicado, pero que siempre iba a estar presente".
Finalmente, Francisco le pidió a su habitual diariero que rezara por él Fuente: La Nación.com
LA VESTIMENTA:
La Mitra: especie de gorro con dos picos, en la parte superior y dos tiras de la misma tela que cuelgan por la espalda, es un ornamento de honor y símbolo de poder.
Casulla:  capa abierta por ambos lados, es símbolo de caridad.
Anillo de Pescador: se le coloca al iniciar el papado.lleva la imagen de San Pedro pescando en un bote, con el nombre del papa en el reborde, en latín. el Papa lo usa como sello para firmar documentos.El Papa Francisco, lo hizo hacer de plata dorada.
Calzado: usaban zapatos de cuero y de color rojo , que simbolizan la sangre de Cristo y de los mártires, Francisco usa negros, y Juan Pablo II, los usó de color marrón.
Alba: túnica que simboliza la pureza del corazón y el sacerdote lleva al altar.
Báculo: bastón de apoyo, que simboliza la autoridad del pastor que guia su rebaño.