1)
Oración del Santo Padre Francisco,
en la Exhortación Apostólica Evangelii
Gaudium
Virgen y
Madre María, tú que, movida por el Espíritu, acogiste al Verbo de la vida en la
profundidad de tu humilde fe, totalmente entregada al Eterno, ayúdanos a decir
nuestro «sí» ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar la
Buena Noticia de Jesús. Tú, llena de la presencia de Cristo, llevaste la
alegría a Juan el Bautista, haciéndolo exultar en el seno de su madre. Tú,
estremecida de gozo, cantaste las maravillas del Señor. Tú, que estuviste
plantada ante la cruz con una fe inquebrantable y recibiste el alegre consuelo
de la resurrección, recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu para
que naciera la Iglesia evangelizadora. Consíguenos ahora un nuevo ardor de
resucitados para llevar a todos el Evangelio de la vida que vence a la muerte.
Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos para que llegue a todos el don
de la belleza que no se apaga. Tú, Virgen de la escucha y la contemplación,
madre del amor, esposa de las bodas eternas, intercede por la Iglesia, de la
cual eres el icono purísimo, para que ella nunca se encierre ni se detenga en
su pasión por instaurar el Reino. Estrella de la nueva evangelización, ayúdanos
a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente
y generosa, de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del
Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive
de su luz. Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los
pequeños,ruega por nosotros.Amén. Aleluya.
2)
De los escritos de Don Orione[1]
Don Orione mueve sus primeros pasos junto a los
templos Marianos: La Fogliata de Casalnoceto, La Virgen de las gracias de Casei
Gerola y la Auxiliadora de Don Bosco en Turín.
a)
En
el establo, donde los aldeanos se agrupaban al calor, aquel niño oyó contar que
la Virgen se había aparecido sobre una colina entre Casalnoceto, Volpedo y
Godiasco. Comprendió que no podía estar muy lejos… La devoción de los fieles
había construido a la Virgen una pequeña capilla, una pequeña capilla, llamada
de la Fogliata, que después con los años se había derrumbado y a la sagrada
imagen la habían llevado a la Iglesia parroquial de Casalnoceto. Y de la
pequeña capilla no quedaban más que un montón de ruinas. Aquel pobre niño
calló, pero dentro de sí sintió una gran voz. La Virgen parecía que le dijera:
“Ofrécete todo a mí, que te haré sacerdote; después me vendrás a honrar,
vendrás a predicar mi misericordia en la nueva Iglesia Santuario…”.
b)
Cuántas
veces, recordaba el venerado Fundador, he ido a Molino dei Torti para suplicar
al párroco para que me metiese entre los Frailes, permanecí aquí en Casei
Gerola, apoyando la cabeza en la puerta de la Iglesia y pedía a la Virgen que
me concediera la gracia de llegar a ser sacerdote…”
c)
Les
cuento algo que los hará reír. Cuando, estando con Don Bosco, se aproximaban
los exámenes, como ahora se avecinan para ustedes, yo iba a ponerme delante de
la imagen de María Auxiliadora, hecha por Don Cattaneo, mi paisano, y hacía
esta oración: querida Virgen, también Tú eres de mi pueblo; nosotros nos
conocemos ya! Tengo que dar exámenes!... ¡Me encomiendo, concédeme esta
gracia!...”
3) Oración de los Fieles
Tu
grandeza, María, es cantada en los cielos. Tú eres bendecida por Dios más que
todas las mujeres de la tierra.
Ruega por
nosotros, María
Porque
Dios ha encontrado en Ti su complacencia. Nada impuro te ha contaminado. Tú
eres la imagen visible de la bondad de Dios.
Ruega por
nosotros, María
Tú eres la
perfecta criatura humana, modelo de lo que debemos ser: la revelación más
auténtica del amor de Dios y del valor de la persona humana
Ruega por nosotros, María