SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


viernes, 28 de junio de 2013

CON EL AMOR DE JESÚS



Jesús. Papa. Almas. María. Cuatro palabras que son un todo un programa. Don Orione las escribía al inicio de sus cartas, documentos y de sus escritos programáticos fundamentales. Son un resumen de las notas características de su espiritualidad. Las relaciones que se establecen entre ellas, hacen que la espiritualidad, centrada en Jesús y María, sea la única fuerza de la praxis orionita.
A su vez, la relación Papa-pobres, marca el estilo y horizonte de toda acción y pasión pastoral. En particular, último binomio, hace que todo cristiano, discípulo del Señor como María, cifre el seguimiento de su Maestro en la búsqueda y en el servicio de todo hombre “desamparado” de la Providencia del Padre. Los “desamparados” son hoy, como dice nuestro Papa Francisco,  los “descartados”. Es decir, todas las personas que sufren algún tipo de exclusión de comunidad humana; en cualquiera de sus formas. Hoy ellos forman pueblos enteros. A esa frontera, y más allá aun, la Iglesia es llamada a vivir el amor como realidad de una nueva condición: ser casa, comunión, en una palabra: comunidad.
A lo largo de su vida, Luis Orione buscó y trabajó para asegurar la libertad de la persona y de la misión del Santo Padre. Evidentemente esta experiencia influyó en la centralidad que esta figura tiene en el carisma orionita. No menos, lo hizo también su experiencia de la caridad hacia los pobres: los sirvió siendo él mismo pobre. Ambas realidades, lo llevaron a comprender que el Papa, necesita la libertad suficiente para manifestar el amor de Jesús por cada hombre y por todos los pueblos.
El Resucitado llama a Pedro a seguirlo, asumiendo también la entrega de la Cruz, (Jn 21,22). Don Orione también quiere asociarse a este seguimiento petrino haciéndose un instrumento de la Iglesia. Para que el hombre “desamparado” y los pueblos que marchan “como ovejas sin pastor”, sientan que Cristo los ama, en el servicio sin límites de Pedro “dulce Cristo en la tierra”.
Por ello, para Don Orione, la Iglesia es depositaria, no de una esperanza utópica y alienante: ella es portadora de la respuesta que en Cristo ilumina el sentido de la historia. En una palabra, los pobres, los desamparados, los pueblos descartados, encontrarán en la Iglesia, de la que Pedro es el primer servidor, la experiencia de ese amor que libera y salva.

Fidelidad al papa y caridad
Nuevamente Juan hacia el final de su Evangelio manifiesta en un modo estupendo la vocación a la que Pedro ha sido llamado por Cristo. Entendemos el ministerio del Papa como un confirmar y conservar la fe de la Iglesia, y de entregarla pura e íntegra a las futuras generaciones. Sin embargo, en la escena evangélica, esto se afirma con un cierto matiz: para Juan el amor a Cristo expresa la más alta y profunda madurez de la fe en él. «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?». (Jn 21,15). Pedro es llamado a testimoniar un amor especial por la Iglesia: el amor de Jesús por ella.
La antigua polémica de la exaltación de la autoridad del Papa, confundida con la defensa de la libertad de la Iglesia, y de una visión universalista de la sociedad, se resuelve en el modelo de una Iglesia centrada en la comunión. El Papa para Don Orione, es el primer testigo de la diaconía de la caridad. Y en él, la Iglesia entera está llamada a seguir esta experiencia: ella atraviesa todas las realidades ministeriales del Pueblo de Dios. Marca la dirección, el sentido y la fuerza con la que deben ser vividas.
Luis Orione para su familia quiso dos votos para sus religiosos y religiosas: el de fidelidad al Papa y el de caridad. Ambos expresan el completo espíritu de su carisma, y manifiestan de modo admirable los aspectos esenciales del misterio de la Iglesia.
Papa Francisco, al presentarse por primera vez a la multitud en Plaza San Pedro, lo hizo usando la expresión de Ignacio de Antioquía: soy el obispo de la Iglesia de Roma; la que preside en la caridad.
Hoy como ayer, los que formamos parte de esta Familia Orionita, sentimos renovada nuestra vocación y misión: amar a todos, para ser Iglesia, con un amor verdadero y grande: el de Jesús. ○
P. Fernando Fornerod Revista Don Orione N 57, marzo 2013

¡¡¡¡¡FESTEJAMOS CON TODO!!!!! EL PAPA ¡¡ ES ARGENTINO !!!!

HOY 28 DE JUNIO VISPERAS DEL DÍA DEL PAPA, EN SANTUARIO PARROQUIA INMACULADA CONCEPCIÓN DE BARRANQUERAS:
ENTRADA: SE COLOCO A CADA FIEL UNA ESCARAPELA CON LOS COLORES DE LA BANDERA PAPAL.
19 HS: REZO DEL SANTO ROSARIO
19,30 HS SANTA MISA, EN HONOR DEL SANTO PADRE FRANCISCO.
ENTREGA DE CUADROS DEL PAPA FRANCISCO A LAS DISTINTAS COMUNIDADES


¡¡¡¡¡ VIVA EL PAPA FRANCISCO, EL PAPA ARGENTINO !!!!!!

DON ORIONE Y SU AMOR AL PAPA



HOY HAY NECESIDAD DE ESTE AMOR AL PAPA

Luego de Juan Pablo II, la figura del Papa se destaca en el mundo actual. Sin embargo, no nos lleve a engaño el gran interés y la visibilidad mediática. Hay mucho de positivo, pero también no pocas ambigüedades. Por una parte es agigantada la figura del Papa como símbolo colectivo, imagen psicológica, personificación ética; por otra, su enseñanza doctrinal continúa siendo fuertemente resistida. También en los momentos de más profunda emoción colectiva por la muerte de Juan Pablo II (“el grande”, “santo enseguida”), y para la elección de Benedicto XVI, periódicos y televisión han seguido documentando con entrevistas y estadísticas los muchos "no" dichos al Papa y a la Iglesia por aquellos mismos jóvenes, y potentes de la tierra, y también por sacerdotes y cristianos, que lo alabaron en aquellos días. En el areópago de la aldea global todavía repica hoy el “sobre este tema te escucharemos en otro momento", (Hch17, 32) lanzados al Papa, San Pablo de turno, poco antes aplaudido.  

"América love the singer, but not the song" (Estados Unidos ama al cantante pero no la canción), tituló un gran periódico al día siguiente del éxito del Papa entre los jóvenes en Denver (JMJ 1993), para indicar la popularidad del Papa y al mismo tiempo el rechazo de su enseñanza.  

¡He aquí, que se dispara “lo orionita” que hay en nosotros!

Don Orione, sensible a la misión de la Iglesia, durante todo el arco de su vida, advirtió la separación que iba creciendo entre Iglesia y el pueblo, entre religión y sociedad, entre devoción y costumbres morales. Las masas populares eran atraídas y seducidas por otras ideologías y costumbres lejanas del Evangelio. ¿Cómo "cancelaremos el abismo que se va haciendo entre Dios y el pueblo"?, "¿Cómo reconducir el pueblo a Cristo, a la Iglesia?[1]"   

Desde esta inquietud apostólica maduró la inspiración de nuestro Fundador. "Nunca como en nuestros tiempos - escribía el 13 de abril de 1920 - el pueblo estuvo tan separado de la Iglesia y del Papa; y he aquí cuánto es providencial que este amor sea despertado con todos los medios posibles para que vuelva a vivir en las almas el amor de Jesús Cristo. El ejercicio de la caridad alcanzará perfectamente su objetivo correspondiente a las necesidades de nuestros tiempos, que es precisamente este reconducir la sociedad a Dios uniéndola al Papa y a la Iglesia[2].  

Don Orione fue el santo "todo de la Iglesia y el Papa[3]" sin embargo es popularmente más conocido como el "santo de la caridad”, "el padre de los pobres, el bienhechor de la humanidad dolorida y abandonada" (Pío XII). Pueda un poco también decirse de nosotros como individuos y como Congregación que somos "papalinos" con las obras de la caridad. En tal modo nosotros defendemos a la Iglesia y el Papa, no con palabras o con escritos, sino con la caridad. El Papa no es sólo punto de partida, sino también punto de llegada de nuestro apostolado, en cuánto nuestro objetivo es "llevar a la Iglesia y al Papa el corazón de las humildes clases obreras".[4]

Juan Pablo II, recordando los 100 años de la aprobación canónica de la Congregación, en el 2003, nos ha exhortado: "En el pasado como en el presente, es fundamental para vuestra Obra cultivar esta íntima pasión por la Iglesia, para que puedan cooperar "modestamente, a los pies de la Sede Apostólica y los obispos, a renovar y unificar en Jesucristo, Señor nuestro del hombre y la sociedad, llevando a la Iglesia y al Papa el corazón de los niños más abandonados, de los pobres y de las clases obreras" (Constituciones, art. 5)".[5]

 

 LA FIESTA DEL PAPA  

En este contexto de amor al Papa, Don Orione concibió y divulgó la Fiesta del Papa que es incluso la fiesta de nuestra Congregación. La quiso casi como símbolo alegre de nuestro carisma, un modo para hacer que la gente ligada a nuestras obras fuera dirigida al Papa y al sentido de Iglesia. Para decir el sentido y la importancia de esta fiesta dejo la palabra a Don Orione.

"La fiesta de S. Pedro es la fiesta del Papa y, por esto, ascendió a fiesta de los católicos. Ella es precisamente nuestra Fiesta Patronal, Hijos de la Divina Providencia. Es la fiesta de la Congregación, que tiene por fin propio el consagrar todos sus afectos y sus fuerzas a unir, con un vínculo dulce y estrecho de toda la mente y el corazón, el pueblo cristiano de las clases más humildes y los hijos del pueblo al Beato Pedro y a su Sucesor el Papa. Queremos con la ayuda divina, devolver Cristo al pueblo y el pueblo al Vicario de Cristo. Nosotros, pues, mis queridos hijos, en nuestras Casas e iglesias tenemos que siempre rogar para el Papa, hablar del Papa, inocular amor y obediencia al Papa y celebrar, con el más grande fervor de piedad, con el más grande impulso de amor filial, la fiesta del Papa. Ella tiene que ser para nosotros y para todos, de año en año, una renovada oleada de entusiasmo en el apego a la Fe de Pedro. Promover la fiesta del Papa, es promover y difundir el amor al Papa: es adherir a su doctrina, a sus deseos: es reconocer en el Papa la primacía de Pedro y sus sucesores: es venerar en el Papa al Padre de la Fe y las almas, el Pastor Supremo, el Pontífice Máximo, el Caudillo del ejército de Cristo: es celebrar y glorificar al Papa cual Cristo visible y publico sobre la tierra".[6]  

 

UNA ANÉCDOTA FINAL

A los pies del Papa

El retorno de Don Orione desde Messina (marzo de 1912), luego de estar allí más de tres años ayudando por causa del terremoto, suscitó una gran alegría entre los suyos.

Apenas liberado de las tareas más importantes, se retiró a sus ejercicios espirituales con los redentoristas de San Andrés Jonio, por diez días; luego descansó en el santuario de la Cadena: "Me quedaré aquí hasta el 19 de marzo a la tarde porque deseo, en la fiesta de San José, hacer a los pies de la Santísima Virgen de la Cadena, los santos votos perpetuos de la Congregación, esperando que la Virgen Santísima y San José, sin considerar mis deméritos, quieran encadenar mi corazón para siempre al Señor y a la Santa Iglesia, para que no pueda pecar nunca más, sino vivir sólo del amor de Dios y del prójimo.

El texto de esta profesión perpetua, que tenemos en un borrador concluye así: "Prometo y juro –concluye el acto de profesión– y hago voto de defender al Santo Padre, el Papa, ahora el Santo Padre Pío X, y a todos sus legítimos sucesores, y de obedecerle en todo y siempre con todas mis fuerzas y con la efusión de la sangre y con el sacrificio de toda mi vida, puesto que esta pequeña Congregación es en su totalidad obra de la Santa Iglesia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, que es la Romana, y del Vicario en la tierra de Nuestro Señor Jesucristo, que es el Santo Padre, e Papa de Roma, hoy Pío X".

El 19 de abril de 1912, Don Orione fue recibido en audiencia por el mismo Papa Pío X. Hablaron de los progresos de la misión orionita en la "Patagonia" romana (al sur de Roma), y frente a la benevolencia del Papa, Don Orione se atrevió: era un deseo que guardaba celosamente, pero casi demasiado hermoso para ser realizable... Se trataba de pedir una "gracia grandísima" al Santo Padre, quien respondió sonriendo:

"Veamos un poco cuál es esa gracia grandísima" – le dijo Pío X. Su deseo era: hacer los votos religiosos perpetuos ante la presencia del Vicario de Cristo, el Papa.

El Santo Padre aceptó. Al término de la audiencia, Don Orione preguntó cuándo debía volver para los votos: "Pues, ahora mismo", respondió el Papa...

"Dios mío, ¡qué momento!". Don Orione se inclinó temblando: "Pero en aquel instante tan solemne, tan santo, recordé que eran necesarios dos testigos, según las normas canónicas, y los testigos faltaban, porque la audiencia era privada. Entonces levanté los ojos al Papa y me atreví a decirle: "Santo Padre, harían falta dos testigos, a menos que Vuestra Santidad se dignase dispensarlo".

Y el Papa, mirándome con una sonrisa celestial en los labios, me respondió:

- "Los testigos serán mi ángel de la guarda y el tuyo".

Así fue cómo, con dos ángeles por testigos, a los pies del Santo Padre, "del mismo modo que a los pies de Nuestro Señor Jesucristo" Don Orione emitió sus votos perpetuos. Jamás lo olvidará.[7]

 

"Sea el Papa tu estrella

y el centro de todos tus amores"

San Luis Orione

Carta dirigida un jóven, el 27.10.1890 Cf. D.O.I, 494




[1] Escritos 61, 93.
[2] Sui passi di Don Orione, 299.
[3] Así se definió escribiendo su epígrafe; Escritos 57, 146.
[4] Actas y comunicaciones, 1975, n.1, p 74-80.
[5] Carta del 8 de marzo de 2003, citada en Actas y comunicaciones de la Curia General, 2003 (57) n 210, p. 3-6.
[6] Léase toda la bella carta escrita por Don Orione “desde el río Paraná, el 29 de junio de 1937, en viaje hacia Rosario (Santa Fe, Argentina)” en Lettere II 483-493.
[7] Cf. Giorgio Papasogli, Vida de Don Orione, cap. XXVII: Profesión solemne.

[1] Léase toda la bella carta escrita por Don Orione “desde el río Paraná, el 29 de junio de 1937, en viaje hacia Rosario (Santa Fe, Argentina)” en Lettere II 483-493.

[1] Cf. Giorgio Papasogli, Vida de Don Orione, cap. XXVII: Profesión solemne.