Fundada por Don Luigi Orione en 1933 y bendecida por el arzobispo Ildefonso Schuster, quien también inauguró la parroquia de San Benedetto anexa al Piccolo Cottolengo, este "transatlántico de la caridad" o "ciudadela de la caridad y la oración", como la definió el cardenal Giovanni Battista Montini con motivo de una de sus visitas anuales, tuvo un origen humilde en las afueras de Milán, donde una vez estuvo la Villa Restocco de los barones Monti. "El Cottolengo - escribía Don Orione en 1935 - es como un pequeño grano de mostaza que bastará la bendición del Señor para convertirse un día en un gran árbol, en cuyas ramas reposarán en paz los pájaros", que "aquí están los más pobres abandonados, nuestros hermanos y nuestros amos ». En 1937, la modesta casa rebosante de gente pobre y objeto de miles de pedidos de hospitalidad, se convirtió en un proyecto complejo, digno de la mejor tradición caritativa ambrosiana, y el arquitecto Mario Bacciocchi se hizo cargo de él. El edificio se hizo unitario y grandioso, sin ceder a adornos decorativos innecesarios, lineal y funcional a los fines benéficos-asistenciales para los que fue concebido, casi una majestuosa construcción medieval de estilo lombardo, en ladrillo como la basílica de Sant'Ambrogio. El espíritu que la animaba era el del Evangelio de "hacer el bien a todos y siempre el bien", como le gustaba decir a Don Orione. Cuidar el Piccolo Cottolengo Milanese significa volver sobre un tramo de la historia de la ciudad formada por grandes familias y una miríada de bienhechores que han corroborado el compromiso milenario de la Iglesia con sus donaciones. Esto con la originalidad del estilo de Don Orione, que no preguntaba a quien llamaba a la puerta su nombre o fe, "sino sólo si tenía dolor". El Piccolo Cottolengo se está transformando actualmente en un moderno centro polivalente, donde, junto a las necesidades tradicionales vinculadas a la discapacidad física y mental, se acogen a las personas mayores, se prestan servicios asistenciales y sanitarios, se apoyan actividades educativas de amplio alcance y se apoyan nuevas formas de pobreza. se abordan. y solicitudes de aceptación de la vida actual.