Pío
X (1903 - 1914) Don Orione lo llamó "nuestro Papa" para expresar no
sólo el afecto, sino también la importancia que tuvo Pío X en su vida
personal y de la Pequeña Obra de la Divina Providencia en ciernes. Pío X
reconoció de inmediato el temple de un apóstol y un santo en el joven
fundador de Tortona.
"El
Santo Padre Pío X será siempre nuestro benefactor supremo, nuestro
Papa". En el pensamiento de Don Orione la protección otorgada por el
Papa es muy valiosa para la Pequeña Obra.
Pío
X tuvo noticias de Don Orione cuando todavía era cardenal de Venecia,
las dos almas santas se entendieron y los contactos eran frecuentes en
audiencias amigables.
En
1906 Don Orione se presenta ante Pío X para presentarle el reglamento
definitivo del programa de su Obra, que son revisadas y aprobadas por el
Papa. Solicita, además, su beneplácito para enviar a sus hijos a
Brasil, como misioneros.
- No -sonríe San Pío X-: te voy a mandar, más bien, a la Patagonia.
- Santidad -dice Don Orione- en la Patagonia están ya los de Don Bosco.
-
No, no... -prosigue el Papa- es otra la “Patagonia” adonde quiero
enviarte: aquí nomás, en Roma, apenas fuera de la puerta de San Juan de
Letrán. Allí falta de todo: la iglesia, la catequesis a los niños, casar
a la gente por Iglesia, porque no ven jamás a un sacerdote.
"Tu ángel de la guarda y el mío"
Por
obediencia a un pedido de Pío X, Don Orione permanecerá en Sicilia
durante tres largos años como Vicario General del Arzobispo de Mesina,
Mons. D`Arrigo. El Papa lo sostiene, lo alienta y le agradece su
disponibilidad permanente al sacrificio; y respondiendo a alguien que le
pregunta por él, dirá admirado:
- ¡Es un mártir, es un mártir!
En
1912, por fin, Don Orione puede dejar Sicilia. Llega ante el Papa y
pide hacer sus votos perpetuos en las veneradas manos de Su Santidad.
San Pío X acepta, complacido; pero hay una dificultad, observa Don
Orione: para el acto formal de los votos hacen falta dos testigos que
firmen el acta conjunta.
- Ningún problema... -dice el Santo Padre sonriendo- ¿dos testigos? Pues tu ángel de la guarda y el mío.
Así renovó Don Orione su generosa consagración -y la de su Obra- a Dios, a la Santísima. Virgen, al Papa, y a los pobres.
Pío
X fue el primer Papa electo en el siglo pasado. Falleció el 20 de
agosto de 1914, fue beatificado en 1951 y canonizado el 3 de septiembre
de 1954 por el Papa Pío XII. El lema de su pontificado fue "Renovar
todas las cosas en Cristo".