En la
fecha del 10 de julio de 1936 Don Orione comunicaba oficialmente esta noticia a todos sus
religiosos con la siguiente carta:
«La
caridad materna de la Santa Sede se ha dignado darnos un Visitador Apostólico
en la persona del Reverendísimo Abate Caronti, Prelado Benedictino de gran
piedad y doctrina. Deo gratias!… Sea bienvenido el enviado del Señor y de la
Sede Apostólica… Con la ayuda divina nosotros lo seguiremos alegremente y nada
nos será tan dulce como escucharlo, secundarlo, obedecerlo y amarlo en el
Señor… Ya le he manifestado mi alegría: ya le he asegurado que aceptaremos y
que estaremos felicísimos de cualquier sugerencia que nos haga. Le he
telegrafiado para que disponga amplísimamente, que todo será acogido con
humildad, amor y obediencia filial y devotísima. El viene a nosotros en el
nombre del Señor y con la autoridad apostólica: Él es desde hoy el mío y el
vuestro superior inmediato: me pongo yo mismo y a ustedes en sus manos: yo no
soy ni pretendo ser, con gran gozo, más que el último de ustedes, y no quiero
sino obedecer siempre lo que plazca a la misericordia de nuestro Señor
Jesucristo y a la caridad de la Santa Sede y lo que ésta quiera tolerarme en la
Pequeña Obra de la Divina Providencia, de la que declaro que no fue fundada por
mí, ni constituida con medios humanos, ni por mí conservada o hecha crecer,
sino por la gracia y la voluntad del Omnipotente y Providentísimo Dios y Señor
nuestro Jesucristo, a pesar de mis miserias y pecados» ( Scritti , 52,59).
ABAD DON EMMANUELE CARONTI - En 1897 el abad Caronti se convirtió en monje de la abadía de Praglia en Teolo , una aldea de Bresseo (Padua). En el Ateneo Pontificio de San Anselmo de Roma se graduó en filosofía y teología (1907), discutiendo la tesis doctoral Actus fidei. Psicológico inquisitivo. Como capellán militar de los Bersaglieri (teniente y más tarde capitán) se alistó en la Primera Guerra Mundial (1915-18), llevando a cabo su ministerio sacerdotal entre los soldados y la población en los Alpes. Durante algunos años a partir de 1914 (año de fundación) dirigió la Revista Litúrgica, spamapata in Finalpia (Savona) y en 1923 fundó y dirigió hasta 1937 el Boletín Litúrgico, impreso en Parma, de modo que la liturgia, profundizada por el clero y entendida por el pueblo cristiano, era una constante "protesta contra la disposición secular y atea de la era contemporánea". Además de estos periódicos publicó ensayos específicos, entre ellos Il messala quotidiano per il popolo hasta alcanzar las 15 ediciones, por lo que se puede decir que es su best seller. Su actividad litúrgica, también llevada a cabo con la predicación de las Semanas Litúrgicas en Italia, y su formación monástica, también destinada a reunir a las dos Congregaciones de Cassinese, atrajo la estima de muchos obispos y especialmente de los papas (Pío XI y XII, Pablo VI). Este último le confió la tarea de Visitador Apostólico de antiguos y nuevos institutos religiosos.