De Brasil a Argentina
Don Orione oyó hablar de un lejano país llamado
Argentina, durante sus tres años salesianos (1886-1888), que coinciden con los
años de las misiones salesianas en la Patagonia, comenzadas en 1875 Por eso
eran tema de conversación y de entusiasmos misioneros en las prédicas y “buenas
noches” del propio Don Bosco y de sus inmediatos colaboradores 37 De ahí la metáfora usada por el Papa
San Pío X, al encomendarle a Don Orione la atención pastoral de la “Patagonia
romana”, “fuori porta San Giovanni”, es decir apenas fuera de las murallas que
rodean la Roma antigua y medieval
Don Orione: “Si
pudiera hacer pie en Buenos Aires, en la desembocadura y en el corazón de
Argentina”
El 22 de septiembre de 1921, a un mes de
llegado a Brasil y respondiendo a una carta llegada desde la nunciatura de
Buenos Aires, le escribe al auditor, Mons Maurilio Silvani, viejo conocido suyo
de Italia:
“En cuanto a ir a Argentina, ¡claro que sí!
Claro que iría con mucho gusto, ya que me encuentro en Latinoamérica; y yo ya
te lo insinuaba en mi carta desde el buque, que le entregué al P De Marchi”38 Y me haría feliz poder contarle a los nuestros y al Santo Padre que ha
sido Mons. Maurilio el que nos ha abierto las puertas de Argentina ()
Si en Argentina se pudiera hacer pie en Buenos Aires, es decir en la desembocadura y en el corazón mismo de esa Nación, me gustaría mucho; y eso respondería también a mi táctica en el Señor: es decir, plantarnos en las desembocaduras y en los centros, como también hicimos en Roma con la Iglesia de Santa Ana; luego, poco a poco nos iremos abriendo camino, con la ayuda de la Santísima Virgen”
Y casi un mes después, y sin haber pisado
todavía suelo argentino, manifestará así sus planes, sus aspiraciones, sus
proyectos para Latinoamérica:
“Será necesario que la Congregación haga los
máximos esfuerzos, y se implante bien, aquí en Brasil y en Argentina; yo no
pienso moverme de aquí, si antes no echo al menos los cimientos, () y las
columnas principales que la Divina Providencia quiere que se levanten en estas
tierras, para salvación de esta pobre juventud, y para el bien de la Iglesia”. 39
¿Quiere esto decir que todo lo tenía
“fríamente” calculado? No del todo, más bien pareciera que se fue encontrando
con circunstancias “providenciales” que le iban como mostrando el camino a
seguir: sabía adonde quería llegar, pero no tenía claro pasando por donde En una
notable carta a Mons. Grassi notable por el humor que despliega 40, aludiendo a sus problemas de salud dice:
“soy un campesino de huesos duros; todavía me
están curando la espalda, y ya me estoy preparando para abrir la casa de San
Pablo, y después, Dios mediante, vuelvo a Argentina; más o menos para cuando su
Excelencia reciba ésta mía, estaré en el mar: en cuatro o cinco días de
navegación estaré allá
Estos son pasos que los míos de Italia no
entienden, y otros de allá junto con ellos tampoco los entienden, yo mismo
entiendo poco lo que estoy haciendo y lo que me va sucediendo aquí
Trato de rezar, y rezo más con el deseo y el
afecto del corazón, que como se suele rezar Y después, cada tanto, levanto mis
ojos al Señor o alguna imagen de la Santísima Virgen, y trato de hacer actos de
desconfianza en mí y de confianza en el Señor.
Veo muy bien y siento toda mi debilidad y la de
la Pequeña Congregación, pero si nos abandonamos en Dios y lo buscamos a Él,
siento que no nos dejará tirados, sino que nos recogerá en su corazón, cuando
vea que nosotros por amarlo y servirlo a Él ya no damos más” 41
37Cf. Piccola Opera della Divina
Provvidenza, Don Luigi Orione e la Piccola Opera della Divina Provvidenza.
Documenti e Testimonianze (a cargo del P. Juan Venturelli), tomo I (1872-1893),
Roma, 1958, 295-296: “Desde los más recónditos repliegues de la memoria todavía
se me recortan los perfiles de los misioneros... que cuando yo estaba en Turín,
con Don Bosco, venían allá” (Scritti 75, 288)
38 El P De Marchi era un religioso servita
que viajaba en el mismo buque con Don Orione y siguió luego hacia Argentina A
él le había dado Don Orione la carta dirigida a su antiguo alumno y amigo, que
menciona en ésta Carta a Mons. Silvani, del 22 de setiembre de 1921 (Scritti
48, 255256)
39Desde Mar de Espanha, 22 de octubre de
1921 (Scritti 26, 38)
40Respecto al tema del humor como
característica del espíritu de Don Orione cf el 2do apéndice.