La relación entre religiosos y seculares, no puede ser sólo la de colegas que hacen la misma actividad debe ser identificado en una estrecha amistad mutua, que está llamada a cumplir la misión de la evangelización. "La base de nuestro método, - dijo Don Orione - no se basa sólo en la razón, sino en la fe y la practica en la religión católica."
Don Eldo Musso, Director General, dijo que el compromiso compartido con la educación se inició en 1993, sólo en Chile, cuando se redactó el primer proyecto educativo, y luego revisado en la reunión internacional de 2008 en Buenos Aires, para dar un nuevo impulso a nuestra las obras educativas.
Entre los oradores en la conferencia también hubo P. Fernando Montes, un jesuita de vasta experiencia y Rector de la Universidad de Chile. A través de numerosas experiencias prácticas dirigido a los participantes a descubrir algunos de los problemas inherentes a la época actual y el otro del desafío de poner la tecnología moderna al servicio de la transmisión de los valores descontados del Evangelio. P. Fernando Montes señaló que la cultura en la que estamos inmersos, la influencia de la globalización que se centra casi todo en la economía, aunque hay matices características de nuestro continente, es parte de nuestra vida y debemos acentuar seriamente las diferencias sociales.
Es un principio esencial de la educación para la paz, generar confianza y rechazar la corrupción y el egoísmo. La educación no se puede reducir sólo a los conocimientos a transmitir y un método pedagógico para aplicar.
El último Consejo nos ha dado una nueva visión de la Iglesia que nació para servir, y para transmitir los valores del Evangelio en un lenguaje y un método actualizado.
El profesor no es sólo un maestro, es un apóstol de la humanidad, como fue el Maestro. Nos recordó que el hombre no es sólo individual, que es esencialmente una persona, y como tal tiene que relacionarse con los demás, a través de una colaboración conjunta. Él nos señaló, por último, una ética que puede contribuir a la felicidad: la responsabilidad (para hacer las cosas bien, de nuevo), la integridad, el trabajo compartido en la comunidad, la participación activa en la sociedad política y el respeto por la naturaleza que nos ofrece lo mejor de nuestras vidas.
El trabajo en grupo es particularmente rica, con la plena participación de los doscientos delegados, divididos en diez grupos, que han presentado las resonancias de las cuestiones sobre las que hemos reflexionado.
En conclusión han sido tres días de intenso trabajo de formación, la reflexión, la vida comunitaria y la relajación. Una inyección de entusiasmo, la renovación personal y un nuevo impulso en el Orionita misión educativa, que esperamos será transmitida y actualizada en los centros educativos, donde vamos a seguir para llevar a cabo nuestra actividad educativa y evangelizadora.
P. Pedro Ferrini
