Una Congregación multicultural
Normalmente
al pensar o referirnos a los misioneros que vinieron, sea los enviados por el
mismo Don Orione o los que vinieron luego de su muerte, se habla de los “italianos”, pero uno se puede percatar, que
si bien la gran mayoría de los misioneros provenían de Italia, también hubo polacos,
un yugoslavo, un
croata,
un suizo,
un estadounidense, etc.
Basta pensar que tuvimos un provincial polaco, el P. IWERTOWSKI,
y que el P. Mariano SZYMKUS, polaco también él, daba clases de lengua
castellana.
A esto debemos agregarle los inmigrantes que ingresaron a la Congregación en
Sudamérica, entre ellos encontramos: italianos,
españoles,
un húngaro, un
polaco,
un francés y un
checo.
Otro
dato a tener en cuenta, es no solo los países de procedencia, sino también que
muchos de ellos, antes o después de venir a nuestra provincia pasaron por otros
países, por ejemplo: Brasil,
Estados Unidos,
Polonia,
la Isla de Rodas,
etc.
A
los extranjeros, por una cuestión meramente sistemática, podemos dividirlos
básicamente en tres grupos:
Los misioneros: aquellos enviados por el mismo
Don Orione o por los superiores que lo sucedieron.
- Los inmigrantes: aquellos que vinieron a causa
de la pobreza, la guerra u otra razón, sea siendo adultos, muchachos o
niños.
- Casos especiales: algunos que no entran
exactamente en las dos divisiones precedentes, los PP. FOGLIA,
MORLUPI
y el P. ZANATTA.
Esta división, repito,
solo busca ser una agrupación sistemática de acuerdo al modo como llegaron
aquí.
Detrás de cada uno de
ellos encontramos una historia, con toda su riqueza, sea la del misionero, que
aceptó ir a las misiones con todo lo que significaba, especialmente en aquellos
años, donde las comunicaciones y medios de transporte no eran los de ahora.
Como también la historia de aquellos que vinieron Sudamérica, solos o traídos
por sus familia, para comenzar una vida nueva, con lo que implica partir a
probar suerte en una tierra nueva y lo que significa dejar la propia por causas
normalmente muy duras (guerras,
hambre, pobreza, falta de trabajo, etc.).
Ambas historias poseen
una gran riqueza, sea la de aquel que vino a misionar, dejando su tierra,
como la de aquel que vino a hacerse la América,
pero cuando conoció a Don Orione o su Congregación, cambio de proyecto de vida.
En cuanto a quienes
vinieron siendo niños,
podemos encontrar la amalgama entre dos culturas, la de su país de origen y la
de su nueva patria. Una amalgama mucho mayor, de aquella que de los que
vinieron siendo adultos.
Un elemento que no se
debe olvidar, en cuanto al origen de nuestros hermanos, son los diversos cambios
geopolíticos que sufrió Europa en sus fronteras, a modo de ejemplo: la Isla de
Rodas,
Alsacia,
Yugoslavia,
Checoslovaquia,
etc.
En cuanto a los
hermanos, que vinieron de Italia, hay otro elemento que se debe tener en
cuenta, que son las regiones italianas, las cuales poseen una variedad
cultural, difícil de captar para aquellos que nunca estuvieron en Italia.
Los misioneros
Entre
aquellos que Don Orione envió a Sudamérica, como los que vinieron luego de su
muerte, no solo encontramos sacerdotes y hermanos, sino también clérigos. El
Fundador incluso enviará al P. Roque TONOLI, entonces sacerdote de la diócesis
de Brescia a hacer el noviciado en Argentina.
En
cuento a los clérigos, muchos de ellos, no solo venían a estudiar, sino también
a trabajar,
algunos de ellos incluso con responsabilidades.
Algunos
clérigos son enviados a Sudamérica a causa de la 2° guerra mundial,
adelantándose la ordenación de algunos de ellos.
Entre
los hermanos que estuvieron en Sudamérica, muchos sufrieron 1ª
y /o la 2ª da guerra mundial,
llevando a cabo acciones heroicas para llevar adelante las casas con graves
problema económicos y poco personal,
como también para proteger refugiados.
Incluso algunos de ellos fueron movilizados sea en líneas de combate,
como cumpliendo roles de apoyo: enfermería,
capellanía, etc.
Entre los misioneros, hubo también quien fue enviado a Sudamérica por
algún problema y quien no se adapto a la
vida de la misión.
Una tierra de inmigrantes
Durante
los comienzos de la Congregación en Sudamérica, existía una gran proporción de
inmigrantes en la población, especialmente italianos y españoles.
Razón por la cual,
muchos de los misioneros al venir encontraban paisanos en estas tierras.
No olvidemos que Don Orione, en su primer viaje a Argentina, tenía que predicar
la peregrinación de los italianos a Luján.
Un dato que se debe
olvidar, que hasta fines del 60’ la misa era en latín, lo cual facilitaba el
trabajo de los misioneros, que si bien, debían aprender la lengua local,
desde su arribo podían celebrar los sacramentos.
La Provincia Sudamericana
Hasta
Septiembre 1946, que se crean la Provincia Argentina (N.S. de la Guardia) y
Provincia de Brasil (N.S. da Fátima), todas las casas de Sudamérica, formaban
una única provincia, con sede en Buenos Aires,
lo cual, podríamos decir, facilitaba el intercambio de religiosos.
Por otro lado, se puede
constatar que hubo un flujo de hermanos entre Argentina, Brasil y Uruguay. No
solo desde la época de Don Orione hasta la creación de las provincias, sino
hasta la década del 70’.
Si bien sabemos que hay
diferencias culturales entre Argentina, Brasil y Uruguay, para un misionero que
viene de Italia (u otro país europeo), no hay gran diferencia, los tres están
lejos y debe aprender una nueva lengua (español o portugués).
De los 17 hermanos que
trabajaron en Brasil (antes o después de pasar por Argentina y Uruguay), 7 de
ellos
fueron traslados por el mismo Don Orione, y los 10 restantes,
por los superiores que siguieron al Fundador.
Entre
los hermanos que estuvieron en el Brasil, quisiera destacar 2 de ellos:
- El Hno. SERRA, quien morirá
ahogado en el rio Tocantins junto al P. ADOBBATI.
- El P. FRIGERIO, que es el único
caso de un argentino destinado allí, más exactamente a la entonces joven
misión de Goiás.
Historias muy distintas, con un mismo fin.
Al leer el necrologio, uno puede
percatarse de las diferentes y varias historias de vida de nuestros hermanos
difuntos, pero todas historias que confluyen en un mismo fin, seguir a Jesús,
por el camino de Don Orione.
Encontramos
historias muy diferentes, desde el P. BERÓN de ASTRADA, un cadete del Colegio
Militar de la Nación, perteneciente a una familia de militares, que al conocer
a Don Orione, deja todo para seguirlo, hasta el P. Tomas ALONZO, un simple
inmigrante italiano, que trabajaba de jardinero, que al conocer a Don Orione,
durante el Congreso Eucarístico de 1934, también dejará todo para seguirlo.
Entre
los hermanos difuntos, hay quienes ingresaron de niños, algunos siendo
huérfanos, y quienes
ingresaron de adultos,
incluso siendo viudos y teniendo hijos.
Hubo, quien estudio en casa,
quien estudio afuera,
y quien tenía estudios previos,
quien tuvo una formación regular (por así decirlo) y quien no.
Un ejemplo más reciente
es el P. Diego SANDOVAL SANDOVAL, de la viceprovincia chilena, quien hizo parte
de su formación y el
tirocinio en
Argentina.
Encontramos carissimi,
adultos que alternaban el trabajo manual con el estudio, como sacerdotes que
habían obtenido licencias o doctorados en distintas universidades.
Entre los hermanos
difuntos, encontramos también hermanos que fueron sacerdotes diocesanos,
que pasaron por algún seminario diocesano
o estuvieron en otra congregación.
Incluso uno fue anglicano.
Podemos
encontrar hombres de mucha confianza para el fundador,
hermanos que fueron estuvieron en el Consejo General,
como hermanos que trabajaron una vida en la sencillez y el escondimiento.
Entre los misioneros,
encontramos aquellos que vivieron una vida en Sudamérica,
y aquellos que solo tuvieron un paso breve.
Entre estos, varios que fueron fruto de la famosa carta de “la colecta de las
vocaciones” u orientados por sus párrocos u otros religiosos, quienes sabían
que Don Orione aceptaba vocaciones provenientes de familia pobres.
Algunos de nuestros
hermanos se comprometieron en la lucha por los derechos humanos, sufriendo la persecución de las dictaduras
militares.
Hemos tenido hermanos
quienes sufrieron dolorosas enfermedades
y quienes murieron en accidentes de tránsito
o fruto de algún hecho delictivo,
hermanos que murieron muy jóvenes
y quienes a una edad avanzada.
Tampoco, podemos olvidar
que hubo hermanos que no estuvo a la altura de lo que el
Fundador o la Congregación esperaban, como también hermanos que abandonaron el
ministerio y / o la vida religiosa, por distintas razones.
Paraguayos
En la década del 40´,
encontramos hermanos que venían del Paraguay,
muchos años antes de que la Congregación abriera una casa en dicho país (1976).
Argentinos, Uruguayos y Paraguayos en el Exterior
Hubo
varios casos de argentinos, uruguayos y paraguayos que estudiaron en Italia,
y algunos que hasta hicieron el noviciado allí.
Como
también hermanos difuntos que trabajaron en otras provincias: el P. FRIGERIO,
en Brasil; el P. BENITEZ,
en España y el P. HERNANDEZ, en España y Venezuela.
El hoy de la provincia
Si
bien la presencia de hermanos de otras naciones (misioneros, inmigrantes, o
hermanos que vienen a hacer una experiencia), ha sido menor los últimos años,
la interculturalidad de la provincia sigue vigente, tal vez pase desapercibida,
ya que nos hemos acostumbrado o no nos hemos percatado. Pero, es una realidad
latente, veamos algunos ejemplos:
- Los misioneros que pasaron por
la provincia y volvieron a su país de origen
o se encuentran trabajando en otros países actualmente.
- Los misioneros italianos aun
presentes en la provincia.
- La presencia de hermanos
chilenos y peruanos, quienes hicieron el noviciado o alguna otra etapa de
la formación
o trabajaron en la provincia.
- Los religiosos brasileros que
trabajan o trabajaron en Uruguay.
- Hermanos de otros países, que
estuvieron haciendo experiencias.
- Religiosos que pasaron por
alguna otra congregación o el clero diocesano.
- Aquellos hermanos que fundaron
y trabajaron en las misiones de Paraguay
y Méjico.
- Miembros de la provincia, que
fueron o son misioneros
o que trabajaron o están trabajando o en otras provincias.
- Hermanos que estudiaron en el
exterior,
junto a religiosos de otras nacionalidades.
- Hermanos que están en el
Eremitorio de San Alberto de Butrio (Italia).
- Los cambios de nación dentro de
la misma provincia.
- La presencia de 2 hermanos
bolivianos,
siendo que no tenemos ninguna presencia en ese país.
- Los religiosos que inmigraron
siendo niños o jóvenes.
- Dentro de los inmigrantes,
querría destacar a Mons. MYKYCEJ, ucraniano, obispo de la eparquía
ucraniana en Argentina, pensando en lo que implico su formación teológica
oriental, su ordenación en rito bizantino
y su trabajo pastoral con la comunidad ucraniana.
- Dentro de los catalogados
metodológicamente, como casos especiales, El P. GUARINO, argentino, que
creció en los Estados Unidos, donde ingresó a la Congregación, quien
estudió en Italia y ya como sacerdote, trabajó algunos años en la
provincia.
A modo de conclusión
Luego
de leer el necrologio, y tomar contacto con la historia de muchos hermanos y,
por ende, de la Provincia, quisiera destacar algunos elementos:
La capacidad de Don Orione, que supo sacar lo mejor de cada hermano, enviando a la misión de
Sudamérica gente muy variada, con distintas historias y distintos dones, pero
todos necesarios para la consolidación de la misión.
La valentía del Fundador, quien pese a los problemas humanos
(pecados, fallas, escándalos, etc.), no titubeó en su proyecto de misión y
siguió adelante.
La interculturalidad de la provincia, que podría imaginarse como mera casualidad,
pero yo prefiero pensar que fue una providencial intuición del Fundador, que terminó
siendo un estilo de misión y de Congregación.
La historia de nuestros hermanos difuntos, pues siento que hemos tenido hermanos
heroicos quienes con sus virtudes y defectos, trabajaron por la Iglesia y los
pobres como verdaderos hijos de Don Orione. Como también siento que hemos
tenido hermanos que hicieron solo lo su capacidad les permitía.
A ellos les debemos las
casas, las obras, el carisma, el apostolado, y especialmente la historia.
Para ellos nuestro
recuerdo, cariño y agradecimiento.
P. Facundo Mela fdp
Payatas (Filipinas), 7 de Abril de
2011
El P.
IWERTOWSKI fue provincial 2 periodos, primero de la provincia N. Sra. de la Guardia (1964 – 67) y
luego de la entonces provincia N. Sra. de Itatí (1967 – 1970).
Los PP. ALONZO,
Miguel CACCIUTTO, José DONDERO, GIUSTOZZI, MUSTACCHIO y ROSATO y los Hnos.
ANDRETTA, MATTEUCCI y SINDONA.
Los PP. Juan BONIFACI,
BRUSATERRA, CANTONI, CASA, DONDERO, ERRANI, FRIGERIO, GHIO, LORENZETTI, MARINACCI, MAURI, MERLO, Pedro MIGLIORE (quien fue el primer
provincial de Brasil), REBORA, SECCO, VOLPE y el Hno. SERRA
Primero en
Victoria con el P. ZANOCCHI, y luego en Carlos Pellegrini.
Los PP. BONIFACI Juan, BRUSATERRA Victorio, ERRANI Vicente,
FRIGERIO Juan Carlos, GHIO José
Francisco, MARINACCI Filino Pablo, MERLO Luis, MIGLIORE
Pedro y VOLPE Jenaro y el Hno. SERRA José
Por ejemplo: solo estuvieron 3 años
en la provincia, el P. FIORI, quien fue provincia (1952 – 1955); el P. VOLPE
(1948 – 1951), el P. DI STEFANO, solo 3 años (1947 – 50) y
el P. Giuseppe GENOVESE (1948 – 1951).
A modo de
ejemplo: de una carta a los PP. ZANOCCHI, DI SALVATORE y
DUTTO. Hospital de Alessandria, 4 de Abril de 1939. “Si XXXX es
dudoso, no esperen: sea expulsado pronto, los autorizo, en mi lugar a
licenciarlo: ¡basta! ¡basta! ¡De estimular tibios y dudosos! Los dudosos en la
vocación, son como los dudosos en la fe: dubius in fide, infidelis est. Te pido
y te suplico de educar religiosamente pero virilmente. Pues, si quieren educar
con el espíritu de su fundador, deben seguir cuanto les aconsejo: sacudan la
planta y hagan caer las hojas que no están bien unidas y luego se dé un
formación más profunda, más sustancialmente religiosa. ¡Fuera! ¡fuera! ¡fuera!
¡fuera! Todos aquellos que no entienden el “Abnega temetipsum”