SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

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sábado, 23 de septiembre de 2023

24 de SEPTIEMBRE, JORNADA MUNDIAL DEL MIGRANTE Y REFUGIADO




La Iglesia ha celebrado el Día Mundial del Migrante y el Refugiado desde 1914. Siempre ha sido una oportunidad para demostrar preocupación por las diferentes categorías de personas vulnerables en movimiento, orar por ellos mientras enfrentan muchos desafíos y crear conciencia sobre las oportunidades. ofrecido por la migración.

Cada año, GMMR se celebra el último domingo de septiembre; 

"Es un tiempo en el que estamos invitados como comunidad eclesial a formar una verdadera familia con quienes en el mundo de hoy caminan entre la desesperación de un futuro imposible de construir y el deseo de una vida mejor".

Además, compartieron el mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2022, que se celebrará el domingo 25 de septiembre, con el lema "Construir el futuro con los migrantes y refugiados". 

…Parte del mensaje del papa Francisco: Nadie debe ser excluido. Su proyecto es esencialmente inclusivo y sitúa en el centro a los habitantes de las periferias existenciales. Entre ellos hay muchos migrantes y refugiados, desplazados y víctimas de la trata. Es con ellos que Dios quiere edificar su Reino, porque sin ellos no sería el Reino que Dios quiere. La inclusión de las personas más vulnerables es una condición necesaria para obtener la plena ciudadanía. (Mt 25,34-36)Construir el futuro con los migrantes y los refugiados significa también reconocer y valorar lo que cada uno de ellos puede aportar al proceso de edificación. Me gusta ver este enfoque del fenómeno migratorio en unavisión profética de Isaías, en la que los extranjeros no figuran como invasores y destructores, sino como trabajadores bien dispuestos que reconstruyen las murallas de la Nueva Jerusalén, la Jerusalén abierta a todos los pueblos (cf. Is 60,10-11)….

NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED, 24 SEPTIEMBRE


NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED

"El ejército del grande Abascal al mando de D. Pío Tristán ha sido completamente batido el 24 del corriente, día de Nuestra Madre y Señora de las Mercedes, bajo cuya protección se puso el de mi mando". (Parte de guerra del Grl Manuel Belgrano)

HISTORIA DE LA ADVOCACIÓN de la Bienaventurada Virgen María de la Merced de y la Redención de los Cautivos

 Hubo otro tiempo en que la Cristiandad parecía desaparecer ante el avance moro sobre Europa. Miles de cristianos eran pasados por la cimitarra y otros tomados prisioneros, sometidos a esclavitud y a crueles tormentos.

 En la noche del 1 al 2 de agosto de 1218, en Barcelona, la Santísima Virgen María apareció a un ferviente mercader que hacía oración a los pies de su imagen, y le inspiró fundar una orden religiosa y militar la misión de liberar cristianos cautivos. Nació, con el apoyo del Rey Jaime I de Aragón, la Orden de la Bienaventurada Virgen de la Merced para la Redención de los Cautivos. Sus miembros, los mercedarios, se obligaban con un voto más de los que habitualmente profesan los religiosos: el voto de sangre. Centenares de Mercedarios dieron su vida en rescate de otros cristianos, a veces cambiando sus vidas por la de los prisioneros. En poco tiempo, aquellos frailes-soldados, habían salvado muchos cautivos. Las viejas crónicas hablan de 80.000 esclavos cristianos redimidos.

 Con el descubrimiento del nuevo continente, los Mercedarios llegaron a América como evangelizadores, difundiendo en estas tierras la devoción a la María de la Merced o de las Mercedes y que creció hasta nuestro tiempo.

 El 24 de setiembre de 1812, en plena lucha por la Independencia, el General Manuel Belgrano, devoto juramentado de Nuestra Señora, vence a las tropas realistas en Tucumán en desigual batalla. En el parte de guerra que transmite al gobierno, escribe textualmente:

 “La Patria puede gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo cuya protección nos pusimos”.

 El General adjudicó el milagro, en el mismo día de su fiesta, a la Madre de Dios y solemnemente, la nombró primera Generala del Ejército haciéndole rendir honores propios del grado y ofrendándole su bastón de mando.

 Las religiosas de Buenos Aires al enterarse de esto remitieron a Belgrano cuatro mil escapularios de la Merced para que distribuya entre los soldados y en la próxima batalla, la de Salta, fueron divisas de guerra. Más adelante, en carta al General San Martín, el 6 de abril de 1814, el General Belgrano escribirá:

 …“conserve la bandera que le dejé; que la enarbole cuando todo el ejército se forme; que no deje de implorar a Nuestra Señora de las Mercedes, nombrándola siempre Nuestra Generala, y no olvide los escapularios a la tropa. Deje usted que se rían; los efectos lo resarcirán a usted de la risa de los mentecatos, que ven las cosas por encima.”

 En el año 1912, al cumplirse el Centenario de la Batalla de Tucumán, la imagen de nuestra Señora de las Mercedes de Tucumán, fue coronada solemnemente en nombre del Papa San Pío X. En toda la Patria, desde entonces, la Santísima Virgen María bajo su advocación de las Mercedes, es honrada dando su nombre a ciudades, santuarios y capillas. Así en Concordia, la Capilla del Regimiento, del Obispado Castrense de Argentina, lleva su nombre. Y una parroquia hermana en la ciudad la invoca como “Nuestra Madre de la Merced”.                                                           

 

 Mons. Lic. Mario Bonabotta, Capellán


24 SEPTIEMBRE 1934, LA PARTIDA DE DON ORIONE PARA AMERICA LATINA

La partida de Don Orione para América Latina (1934-1937)

 



            El 24 de septiembre 1934 llegó la partida de Don Orione para América Latina .

Era la hora de la partida. Don Orione debía embarcarse en el "Conte Grande", junto con Don Cerasani, Don Felici y Don Lorenzetti. con él también sor María Pazienza, superiora general de las Pequeñas Misioneras de la Caridad, y el Card. . Eugenio Pacelli (futuro Pío XII), Pontificio Legado del XXXII Congreso Eucarístico Internacional en Buenos Aires. y varios obispos y muchas personalidades diplomáticas de alto rango [Cf. Escritos 36.147; 103.252; PODP, octubre de 1934, 1-10].  (...)

"La nave se separa del muelle lentamente, como a pesar suyo... Son las 11 horas del 24 de setiembre de 1934", escribía entonces Don Orione.

ya había estado en 1921. Tampoco allí había pasado inadvertido este cura no clasificable, emprendedor, con maneras a veces explosivas, que no usa medias palabras cuando se trata de denunciar los abusos y la injusticia social y predica que la verdadera revolución se hace de rodillas ante el tabernáculo. 

En Brasil había dejado atónito al clero local con su “pastoral de los negros”. Una vez más se había adelantado simplemente a su época. La que había insistido para que fuera era una hija espiritual suya, la madre Teresa Michel, otra “loca” como él, que no le iba a la zaga en lo tocante a la fe en la Providencia y a la que don Orione estaba agradecido por haber recibido consejos y consuelo en circunstancias difíciles .

Esta vez en la nave “Conte Grande” que lo lleva a Argentina está también el futuro Pío XII, que va al país latinoamericano para el Congreso eucarístico internacional. El cardenal Pacelli, durante la travesía tuvo modo de manifestarle su estima. Don Orione conocía a su hermano, el abogado Francesco Pacelli, que había tomado parte en las negociaciones oficiales del Concordato. Pero “el confesor del Conte Grande”, como le llamaban en la nave, reacio a las glorificaciones, al llegar a Buenos Aires vio un panorama enorme de miseria.

 Recuerda don Dutto: «Comienza a rebuscar en los tugurios, en las callejuelas, en los barrios bajos, en busca de impedidos, lisiados, incurables, alcoholizados, dementes: los elige como sus patronos, les lava con sus manos las heridas, los sirve».

 En Buenos Aires va a vivir en la calle Carlos Pellegrini, en una casa que le regaló una dama, y que él comparte con un ex cura, un niño sordomudo con su hermana enferma y su madre viuda. A la puerta de esta casa llega la gente más variada: pobres, latifundistas, profesionales, religiosos, militares. 

En 1936 pasa una temporada en la casa Jacques Maritain. En ella tiene reuniones con el arzobispo Copello, con el nuncio, e incluso se entrevista con el jefe de Estado. Sus noviciados, sus casas, se abren una tras otra, como si nada, como florecen siempre las obras que deja a su paso: un gesto concreto, una respuesta inmediata, una intuición, un encuentro, una circunstancia azarosa, y se realizan con el dinero que parece salir directamente de la barba de san José y de los bolsillos de esos ricos que llenos de confianza ponen al seguro su dinero en sus bolsillos rotos.

 En aquella tierra de amplios espacios y vastos horizontes, parece haber echado raíces y no atiende a los que cada vez más insistentemente le invitan a volver a Italia. Impertérrito sigue abriendo puertas. Pide más personal. El bueno de don Sterpi, que desde la otra parte del océano dirigía la Congregación, no sabe dónde echar mano, y le suplica e implora que vuelva. Además comienzan a soplar vientos de guerra y hay problemas con el obispo de Tortona. Al final, tras agotar todas las argumentaciones convincentes, le escribe: «Aunque mucho estimo sus cartas, le ruego que no me vuelva a escribir, porque dándome noticia siempre de nuevas casas, usted me mata».

 En tres años recorre una distancia diez veces superior a la que hay entre Italia y Argentina, «rogando al Señor que multiplique Sus obras», en una inmersión continua en la realidad que no conoce obstáculos: «¡Ojalá tuviera cien, mil brazos y llegar allí donde nadie quiere!», y dar vida a ese fuego que indomable le quema dentro. 

Argentina no lo olvidará nunca. Un cura y basta